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os integrantes de la delegación argentina que realizó gestiones esta semana ante funcionarios del grupo del Banco Mundial para intentar frenar el otorgamiento del crédito a la papelera Botnia, denunciaron que funcionarios de la Corporación Financiera Internacional (CFI) ofrecieron realizar una inversión turística millonaria en la zona de Gualeguaychú. Esto fue tomado como un ofrecimiento de coima con la intención de descomprimir el conflicto en la región. Los argentinos Oscar Bargas, de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, y Daniel Taillant, del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha), junto a Liliana Medina Cócaro del Movimiento por la Vida, el Trabajo y el Desarrollo Sustentable (Movitdes) de Fray Bentos, participaron de varias reuniones con funcionarios del organismo de crédito. Según informaron desde Estados Unidos a los ambientalistas entrerrianos, el ofrecimiento se produjo en una audiencia de la que participaban Lars Thunell, vicepresidente ejecutivo de la CFI, y Dimitris Tsitsiragos, director del Departamento de Fabricación Global. “Les ofrecieron una inversión turística para Gualeguaychú y Fray Bentos y ahí se armó una discusión”, relató a UNO el asambleísta Gustavo Rivollier. “Les contestaron que era una propuesta contradictoria, porque nos están matando el turismo con la planta”, comentó. Los funcionarios de la CFI, en tanto, insistieron en que el informe de impacto ambiental definió que Botina no tendrá efectos contaminantes. Rivollier dijo que esperan la llegada de la delegación desde Estados Unidos para tener mayores detalles, pero aseguró que la propuesta fue tomada como un intento de “coima” para frenar la movilización social, que fue rechazada. “Les dijeron que en vez de esa inversión relocalicen Botnia, y respondieron que tienen la plata para hacerlo, pero no lo hacen porque Uruguay no quiere”, dijo el asambleísta. Además, señaló que ya tienen “asumido” que el Banco Mundial favorecerá a la papelera con el crédito de 170 millones de dólares, pero igualmente era importante ir a Washington para manifestar la posición local sobre el tema. Por otra parte, en otra reunión, la ombudsman del Banco Mundial, Meg Taylor, dijo que está dispuesta a seguir el caso y los instó a presentar “todas las denuncias que correspondan”, al tiempo que “dio a entender que se cometieron numerosas irregularidades” en los estudios de impacto ambiental. Por otra parte, muchos directores del Banco Mundial pudieron ver en una foto que le fue entregada por los asambleístas el impacto visual de la planta de celulosa frente al balneario Ñandubaysal. Paralelamente a las reuniones, un grupo de uruguayos y argentinos se reunieron frente a la sede del BM para expresar su rechazo al préstamo Pesimismo en Cancillería Por su parte, el director de temas ambientales de la Cancillería argentina, Raúl Estrada Oyuela, dio ayer por descontado que el Banco Mundial aprobará el martes el crédito solicitado por Botnia. “Es bien probable que así ocurra. No es la primera vez que el Banco se equivoca”, dijo el diplomático. “Es un error malo porque va a tener consecuencias complicadas”, señaló, aunque rescató que “aún después de la aprobación del crédito, la CFI sigue un proceso de observación para ver de qué forma se ejecuta el préstamo”. Ejecutivo de Botnia cercano al BM El representante de Botnia en Uruguay, Carlos Faroppa Negri, es consultor del Banco Mundial, de acuerdo a una investigación que publicó ayer el diario El Argentino de Gualeguaychú. La documentación fue presentada por la delegación nacional en Estados Unidos ante la ombudsman del BM, Meg Taylor. Faroppa, de acuerdo a su hoja de vida profesional, fue designado en marzo de 2003 como asesor estratégico del proyecto Botnia en Uruguay. Además es vicepresidente del Consejo de Desarrollo Forestal Sustentable del Mercosur, y es consultor a nivel nacional e internacional del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, de la OEA, del gobierno uruguayo y otros organismos internacionales. Esta situación de incompatibilidad se suma a que el estudio de impacto ambiental que pidió la Corporación Financiera Internacional, lleva la firma del ingeniero Ismael Piedra Cueva, quien fue asesor de Botnia en 2004. Intransigencia oriental tras la mediación Uruguay reafirmó ayer ante el emisario del rey Juan Carlos de España, el embajador Juan Antonio Yáñez Barnuevo, que “no va a negociar bajo presión” con Argentina por la construcción de la papelera Botnia. “El gobierno uruguayo no está dispuesto a ningún tipo de negociación bajo cualquier tipo de obstrucción o de bloqueo, sea éste un corte de ruta, una obstrucción de carácter económica o una obstrucción de carácter político”, dijo José Luis Cancela, secretario general de la cancillería oriental. El diplomático formuló estas declaraciones tras reunirse con Yáñez Barnuevo, durante una hora y media, en el edificio Libertad, la sede de la Presidencia. “La posición de Uruguay es bien conocida: Uruguay no va a negociar bajo presión”, enfatizó. Posteriormente, el canciller Reynaldo Gargano dijo que el mediador español se lleva la idea clara de que con el gobierno uruguayo “no se negocia” ni la ubicación de la planta de Botnia, ni el factor de “presión” que suponen “los cortes de puentes”. Por su parte, Cancela señaló que “Uruguay tiene entre sus mejores tradiciones la defensa del derecho internacional y la solución pacífica de controversias”. Calificó como “muy positiva” la reunión, que completó la primera etapa de la misión “facilitadora” de diálogo argentino-uruguayo que inició el embajador de España ante las Naciones Unidas como representante del rey Juan Carlos. (Fuente: UNO)