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l Senado convertiría pasado mañana en ley la media sanción de Diputados estableciendo una veda por 90 días a la pesca con redes e imponiendo un aumento en las tasas de fiscalización para contribuir a la formación de un fondo de ayuda a los pescadores, a pesar de la fuerte oposición de los empresarios frigoríficos que afirman que se trata de una medida política sin sustento científico. En ámbitos cercanos al bloque oficialista, del que depende la sanción, habría consenso para aprobarla sin modificaciones, aunque no todos están convencidos de su efectividad, y no son pocos los que sostienen que una medida de este tipo sólo puede dar frutos si es compartida por todas las provincias de la cuenca del Paraná, en particular Entre Ríos. Los empresarios nucleados en la Cámara de Pescado de Río hicieron saber su fuerte oposición a los puntos que tienen que ver con el período de la restricción, el incremento de la tasa de fiscalización y lo que consideran una discriminación hacia el sector, considerando que la norma debería ser igualitaria para todos los involucrados a la explotación del recurso pesquero, ya que los factores que inciden sobre el problema son variados y no provienen sólo de uno de los protagonistas. Expresaron su oposición al aumento de la tasa de fiscalización que llega casi al 1.500 por ciento, porque de dos centavos fue elevada a 23, a lo que se suma una doble fiscalización porque trayendo pescados desde Entre Ríos también se debe pagar la misma tasa en esa provincia, que cuando ingresan a territorio santafesino vuelven a abonarla. Roberto Uleriche, titular de la cámara, junto al secretario Jorge Luna, calificaron de "falta de rigor científico" a los estudios para proyectar la veda, y defendieron la prohibición de 45 días que se aplica al recurso entre Paraguay, Brasil y las provincias argentina limítrofes, por lo cual proponen que la veda en la cuenca sea también de 45 días y que se aplique apenas concluya la anterior, con lo cual habrá en total un lapso de 90 días entre ambas. Diferencias de medidas Otro tema que se encargaron de subrayar fue las diferencias entre las medidas del sábalo fijada para Santa Fe y la de los distintos países y Estados provinciales que tienen que ver con este recurso. Así, Paraguay y sus ríos interiores establecen 30 centímetros, Brasil permite igual tamaño y las provincias argentinas limítrofes fijan hasta 40, mientras que Uruguay no tiene límite de medida en aguas jurisdiccionales. En cambio, para la provincia de Santa Fe el largo es de 42 centímetros, con lo cual también se anota otra asimetría con Entre Ríos. Los empresarios se mostraron firmes frente a una suspensión de las exportaciones, medida a la que calificaron de "no tener asidero científico, y menos ante la falta de consenso entre los Estados que integran la cuenca del Paraná". Finalmente remarcaron el carácter discriminatorio de la norma legal porque "se señala a los frigoríficos, pero si se hace esa calificación debemos decir que existe un sinnúmero de depredadores", y acusaron a los deportistas quienes "hacen destrozos con sus lanchas en épocas de desove". A estos datos les agregaron otros no menos sorprendentes, como la venta de sábalos de ocho y diez centímetros como carnada viva para la pesca con anzuelo, o la numerosa mortandad de todas las especies que se puede observar en los ríos interiores del Salado durante el verano como consecuencia de los contaminantes que se están utilizando. Defienden el método de siembra para salvar al recurso pesquero Aseguran que su aplicación no tiene costos elevados y que ya se viene utilizando en distintos espejos de agua El ictiólogo rosarino Jorge Magas sostuvo a La Capital que de la biomasa del sábalo en la cuenca del Paraná sólo se ha perdido un 40 por ciento, y que ese porcentaje se puede recuperar lentamente a través de la siembra de ejemplares en el río, pero al mismo tiempo advirtió la necesidad de que no se incorporen nuevos establecimientos frigoríficos a los ya existentes. El experto, que encabeza la Fundación Ecológica Argentina, negó algunas afirmaciones contrarias a ese criterio -que sostienen que el sistema reproductivo planteado es muy costoso- al diferenciarlo del método de fecundación inducida, porque éste se realiza mediante el uso de inyecciones con hormonas para que los peces tengan la capacidad de reproducirse en forma no natural y puede producir alteraciones genéticas. Magas confirmó la existencia de varios espejos de agua donde se está llevando a cabo el sistema de siembra, y explicó que el mismo se realiza a partir de la protección de los huevos y de los alevinos hasta que alcanzan un tamaño de más de 30 centímetros. Asimismo, detalló que el procedimiento que impulsa se inicia con la colocación de machos y hembras en un gran piletón donde se produce la fecundación; posteriormente los huevos son colocados en bandejas especiales para que al nacer los alevinos no estén sometidos al ataque de los predadores habituales, que en condiciones normales en apenas tres días se llegan a devorar a por lo menos un 40 por ciento del desove. Cuando los alevinos nacen tienen un estado casi larvario y son muy pequeños, razón por la cual cuando comienzan a nadar son atacados por los predadores, que dan cuenta a cerca del 20 por ciento. "A través del procedimiento que señalamos se logra que eclosionen la mayoría de los huevos y tengamos una mayor cantidad de peces. Luego, a medida que alcanzan un buen tamaño los soltamos en el río, porque es cuando tienen mayores posibilidades para sobrevivir, de lo contrario la proporción de subsistencia sería mucho menor", explicó. Magas dijo que no comparte la opinión de otras ONG que sostienen que no queda nada más que el 10% de la biomasa del sábalo. "Eso no puede ser, porque si de una biomasa sólo queda un 10% es porque ya prácticamente está extinguida; entonces tendríamos que aplicar una veda a la pesca durante 40 años si la queremos recuperar". El especialista dijo que "en la actualidad sólo se ha perdido el 40% y que nunca se puede llegar al 50% porque todo recurso natural tiene una línea que es la de la recuperación". "Qué hacemos con ese 40% faltante -se preguntó-. Si nos ayudan y hacemos este trabajo lo vamos a detener, y si lo vamos apoyando con políticas de Estado, como se aplican en otros países, vamos a lograr que lentamente se comience a recuperar el recurso pesquero". El ictiólogo también precisó que el proceso no modifica en nada a la especie, remarcando que este sistema no tiene nada que ver con las inyecciones de hormonas. También destacó que lo puede realizar cualquier persona. "Un empresario, una entidad o ONG, puede tener una laguna, recorrer el río y criarlo", apuntó al tiempo que reafirmó que si en estos momentos hay una cantidad determinada de frigoríficos y el año que viene se instalan más no habrá valido la pena utilizar el proceso mencionado. En cuanto al costo, minimizó su importancia. "Desde que nace el alevino se lo alimenta naturalmente y el gasto no incide en absoluto. Son sólo centavos porque se usan harinas y carnes que no son de consumo humano sino las que se desechan", explicó. Antecedentes La Fundación Ecológica Argentina, con asiento en Rosario, fundada en 1988 y recientemente cumplió 18 años, su lema es "Tiempo de actuar por una vida mejor", observa en su trayectoria distintos trabajos con participación en el ámbito municipal, como la comisión asesora de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Municipal de Rosario, exposiciones estáticas como "Caracoles", con 500 conchas de caracoles de todos los mares, y muestras vivientes como "Peces del Paraná y del mundo", con 10 mil peces y 50 variedades de plantas acuáticas; y "Conociendo a los reptiles", con ofidios, arácnidos del mundo, etc. Ha desarrollado investigaciones en distintas publicaciones y charlas en estamentos educacionales y públicos en general. Ademas dispone de un extenso material didáctico para volcarlo a la comunidad, entre ellos 460 videos, audiovisuales de organismos internacionales y cerca de mil títulos en su biblioteca. (Fuente: La Capital)