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os felinos estaban en una jaula demasiado pequeña para su tamaño, al rayo del sol y sin agua. Estaban visiblemente lastimados y hambreados, al igual que tres ejemplares hembra de oso pardo que cuentan con una larga historia de maltrato.
La joven averiguó en Internet el tamaño y el peso normal de estos animales –hembra y macho– la dieta que necesitan para estar en óptima condiciones y llegó a la conclusión de que lo que había visto distaba mucho de lo que debía ser. Angustiada, le comentó a su madre la idea de protestar frente al circo con un cartel. La madre no sólo estuvo de acuerdo, sino que también la alentó a organizar un grupo entre sus compañeros de colegio.
El miércoles Eliana, su hermana Regina –de 16 años– y tres compañeras del 1º Polimodal en Comunicación, Arte y Diseño y en Ciencias Naturales del Colegio Domingo Faustino Sarmiento –Catalina López, Fiorella Raimondi y Lucila Solé– comenzaron a pintar carteles y a confeccionar volantes con mensajes contrarios a la explotación de los animales por parte de los circos.
Al otro día, con las caras pintadas como felinos, se apostaron frente a la carpa donde se juntaron unas 50 personas. La protesta logró en pocas horas reunir casi 300 firmas para acompañar un anteproyecto de ordenanza para prohibir la instalación de circos con animales en esa ciudad.
Tras la iniciativa de Eliana, que fue comentada en varios medios radiales y sitios digitales locales, el Ejecutivo municipal acompañó las firmas recogidas con una declaración instando a los ediles a sancionar una norma que contenga el petitorio de las jóvenes.
El viernes a las 17 los chicos de la escuela Sarmiento hicieron guardia esperando la función. Allí repartieron volantes para crear conciencia entre la gente para boicotear este tipo de espectáculos en los que se utilizan animales en extinción a los cuales entrenan con golpes y choques eléctricos.
“Atrás del espectáculo, por cinco minutos de diversión –a alguna gente le parece divertido– hay animales que sufren, que son torturados, que pasan hambre y que están lejos de su hábitat natural. Se está alimentando la codicia del hombre”, reflexionó.
Según las estudiantes, los animales tienen signos de maltrato y están lastimados, por lo que gestionaron la presencia de un veterinario para comprobar la existencia de parásitos, que en su última etapa de desarrollo afectan la piel.
Sensibles
Los que conocen la sociedad paceña están asombrados de la participación de estas chicas que lograron en pocas horas motivar a cientos de personas. “Como jóvenes no tenemos mucho poder, hacemos lo que podemos”, dijo Eliana a UNO.
La quinceañera señaló que el circo tiene cuatro tigres de bengala –una pareja y dos cachorros– y tres hembras de osos pardos que pudieron observar y filmar detrás de la carpa hasta que personal del circo las echó.
“Mi anhelo era conocer a los grandes felinos, que son mis preferidos. Pero cuando los vi en ese estado me dio mucha tristeza y mucha bronca”, relató.
Los tigres de bengala están en extinción; sólo quedan unos 5.000 ejemplares en el mundo. “Ver a los cachorritos sin agua me rompió el corazón. Pero la tortura mayor es que estos animales salvajes estén encerrados. Ellos fueron puestos sobre la tierra para ser libres. No son criminales y no hicieron nada para estar entre rejas”, se lamentó.
Acompañamiento
“Actualmente no podemos negar la instalación de circos con animales porque no hay ninguna norma que lo prohíba, pero bregamos para que los concejales legislen sobre el tema en particular y en general para controlar el maltrato, la falta de alimentación y el deambular por la vía pública de animales, sobre todo perros y caballos”, expresó la intendenta de La Paz, Lidia Nogueira.
La jefa comunal se mostró orgullosa de la participación de los jóvenes en la gestión del anteproyecto de ordenanza: “Nos da la esperanza de nuevos dirigentes, formados y comprometidos como ciudadanos e involucrados con la democracia. Es una enseñanza para los políticos que debemos aprender de estos gestos”. (Fuente: UNO)
