A
llí una mujer y su hijo adolescente perdieron instantáneamente la vida cuando un cable de energía eléctrica tomó contacto con una precaria cerca de alambre que los dueños de casa habían colocado para evitar, al parecer, el robo de enseres y ropa. La mujer, que acababa de lavar prendas de vestir, estaba colgando las mismas cuando recibió una mortal carga eléctrica y su hijo, al intentar ayudarla, corrió la misma suerte y falleció también de inmediato. El episodio, según confiaron fuentes policiales y periodísticas, habría ocurrido minutos antes de las 19, cuando en la vivienda ubicada en Nogoyá 980, a metros de la intersección de Sargento Cabral, se encontraban Silvia Bonomo de Oyhuela, de 45 años, acompañada por su hijo, Danilo Oyhuela, de 12, quienes habían llegado a la casa un rato antes y la mujer se puso a lavar ropa de inmediato. La mujer, descalza, se dirigió al primer piso y comenzó a colgar las prendas. Se presume —las dos víctimas se encontraban solas en la casa— que en un primer momento todo era normal hasta que la dueña de casa intentó colgar la ropa en el sector de un alambrado de hierro que la familia había colocado en la parte superior de la casa en construcción para evitar robos y, al hacerlo, recibió una fortísima descarga eléctrica quedando pegada al alambrado que había entrado en contacto con un cable de energía. Ante esta situación, su hijo adolescente, que también estaba descalzo, intentó auxiliarla pero recibió una descarga cuando quiso acercarse sobre el piso mojado. El shock eléctrico lo arrojó sin vida al suelo. Dicen que nadie se percató de lo ocurrido y los cuerpos fueron hallados por el esposo de la mujer y padre del chico alrededor de las 21, cuando regresó a su casa. Desesperado, se percató de inmediato de lo sucedido y comenzó a pedir auxilio, por lo que fue ayudado por vecinos quienes, a su vez dieron la voz de alarma. Personal de la cooperativa cortó la electricidad en la zona ante la presencia de efectivos policiales comandados por el subjefe departamental, Carlos Aguilar, el médico de la fuerza y el juez de Instrucción en Turno, Martín F. Carbonell, quien sin formular ningún tipo de declaraciones dispuso el traslado de los cuerpos a la morgue judicial para la realización de la necropsia de ley y la posterior entrega de los restos a sus familiares. (El Diario)