A
los reclamos de las estaciones de servicio se sumaron los del campo, ante la llegada de la cosecha gruesa y de la siembra, y de los transportistas. También repercutió entre los empleados del sector que exigieron la recomposición salarial del 19 por ciento a la que tuvieron acceso otros sectores, y protestaron también por la situación de las pequeñas y medianas empresas del sector que no están bien abastecidas de combustibles. Si bien los trabajadores habían dispuesto un paro de actividades, la medida de fuerza fue suspendida tras la mediación del Gobierno que dictó la conciliación obligatoria para los trabajadores comprendidos en el Convenio de Trabajo 371/03 que rige en casi todo el país. Como las provincias de Santa Fe y Córdoba no se encuentran bajo el mismo convenio de trabajo, decidieron continuar con la medida de fuerza y realizaron ayer el paro de actividades dispuesto, con un alto acatamiento. En 15 días, el Gobierno deberá tener una respuesta para el sector ya que los empleados amenazaron con retomar las medidas de fuerza, una vez que finalice la conciliación obligatoria. En este contexto, el Gobierno dispuso la implementación de la Ley de Abastecimiento que obliga a las petroleras a abastecer de combustibles el mercado interno y que prevé la aplicación de sanciones, multas, clausuras y hasta prisión, en caso de detectarse irregularidades en la provisión de productos. Funcionarios de la secretaría de Comercio Interior también comenzaron, hace más de diez días, inspecciones en las distintas petroleras para verificar el combustible con el que cuentan y para dejar de lado posibles especulaciones. Tanto los controles a las petroleras como la aplicación de la Ley de Abastecimiento cosecharon la aprobación de parte de las entidades que nuclean a empresarios dueños de estaciones de servicio, pero descreimiento en el campo, que no considera que esa sea la solución para abastecer el mercado.