El legislador explicó que “es una práctica usual que a losalumnos de los niveles de educación primaria y secundaria no se les compute lasfaltas los días de lluvia, pero esto conlleva una fuerte desigualdad con losalumnos que, a pesar de las inclemencias del clima, sí asisten a clases”, altiempo que aseguró que este accionar se transforma en un “abuso” por parte delos padres y alumnos de este beneficio.
“Ante la menor llovizna, muchos de los alumnos aprovechan laoportunidad para no asistir a clases, amparados en que no les registrarán lasfaltas”, argumenta el senador de Gualeguaychú en un comunicado enviado aINFORME DIGITAL.
Asimismo, Mattiauda aclaró que “esto debe ser modificado ypuesto en práctica siempre y cuando no existan inclemencias climáticas defuerza mayor o estados de intransitabilidad de los caminos, comprobablesfehacientemente”.
“Definitivamente es inaceptable permitir que no se ponganlas faltas los días de lluvia, ya que desde el vamos cuentan con un número deinasistencias permitidas que son por demás significativas y a esto debemossumar días especiales como la presentación de camperas, viajes o paseos, másallá de los feriados, los días institucionales, entre otros”, sostuvo ellegislador del PRO.
“El compromiso de los padres para enviar a los chicos a la escuela es un granito de arena más en la lucha contra la desigualdad”.
“Sin dudas, no tiene asidero no reflejar las faltas y va enfranco detrimento en conseguir los días mínimos de clases que debe garantizarel Estado. Muchas veces como padres nos quejamos de los días de clases que sepierden por múltiples motivos, pero no ponemos en consideración lasinasistencias consentidas sin fundamentos desde nuestros hogares”, evaluóMattiauda.
Senador por Gualeguaychú, Nicolás Mattiauda (Cambiemos)
El senador gualeguaychuense citó en su proyecto al presidente de la Academia Nacional deEducación, Guillermo Jaim Etcheverry, quien sostuvo que “en los últimos tiemposse está exagerando un rasgo que caracteriza a la sociedad actual: la compasiónque despiertan los niños y los jóvenes cuando se les plantea una exigencia o selos enfrenta a un desafío”. Y más aún, que es “un escándalo que tras 12 años enel aula los chicos no entiendan lo que leen”.
Por último, Mattiauda señaló que “obviamente esta situaciónde la educación es multicausal, pero todos podemos sumar elementos para unamejora integral y en ese sentido, el compromiso de los padres para enviar a loschicos a la escuela es un granito de arena más en la lucha contra ladesigualdad, ya que la educación es la principal arma que tenemos paraenfrentar los desafíos del futuro”, finalizó.