
Argentina es uno de los países de América con más desarrollo del turismo curativo. Sin embargo, más allá de la provincia de Entre Ríos y Santiago del Estero (Río Hondo), existen variedad de alternativas sumamente atractivas, baratas y muy cerca de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ya sea que viajes en pareja, amigos o familia (con nenes chiquitos), estos parques termales proponen vivir una verdadera aventura con diferente tipo de actividades como senderismo, paseos guiados, deportes acuáticos, spa y otras opciones que se adaptan a las diferentes edad y bolsillo del visitante.
Tres parques termales de Buenos Aires para desconectarse de la rutina en pocos minutos
1- Termas de Médanos
Pertenecen a una pequeña localidad que lleva el mismo nombre y se la reconoce popularmente como “La Patagonia Bonaerense”, ya que está situada al sur de la región de Buenos Aires, es decir, unos 683 kilómetros de la Capital Federal, aunque vale destacar que se encuentra en las cercanías de Bahía Blanca (45 kilómetros).
El viaje hasta allí es sumamente directo, ya que simplemente se sale de Capital por la Riccheri, luego se une con la Autopista Ezeiza-Cañuelas y más tarde se empalma con la Ruta Nacional 3. Conducir por dicho camino hasta el kilómetro 667, donde se toma la salida de la Ruta Nacional 22 que pasa por la puerta del centro turístico.
A diferencia de otros parques termales, el complejo surgió durante las obras del primer gasoducto del país en el año 1951, ya que la perforación hizo brota agua del pozo más profundo de la cuenca, que tiene 1.174 metros. Desde ese entonces, el objetivo es ser un oasis en medio del campo bonaerense.
Las termas en sí cuentan con seis piletas cubiertas con temperaturas van desde los 30 hasta los 40 grados; piscinas al aire libre que son ideales para aliviar el calor; un área de spa donde médicos dermatólogos, traumatólogos y fisioterapeutas tratan las diferentes cuestiones; y un bonito lago Termal Artificial.
2- Termas de Tapalqué
A tan solo tres horas y media de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), aguarda un pueblito cuyos visitantes describen como “mágico” por sus paisajes de belleza natural, ideales para conocer en familia o en pareja y escapar un rato de la rutina.
El viaje hasta allí es muy práctico, ya que se debe agarrar la Autopista Richieri hasta la ciudad de Cañuelas, luego por la Ruta 205 hasta Saladillo, y al salir de la rotonda se debe tomar la Ruta 51 que desemboca en la Tapalqué.
Vale la pena destacar que el nombre de la localidad y el espectacular complejo termal proviene del vocablo indígena araucano y significa “Aguas con totoras”, es decir, hace honor a la especie vegetal que está muy presente sobre la costa del arroyo que bordea la región.
Gracias a la ubicación geográfica, las aguas curativas de Tapalqué actúan como estimulantes sobre las funciones orgánicas y metabólicas, mejoradoras del trofismo celular y de los procesos de cicatrización y reparación tisular, favoreciendo la circulación sanguínea y linfática.
Está emplazado sobre un predio de 17 hectáreas en un entorno forestado y parquizado donde las personas pueden conectarse con la naturaleza y reconectarse consigo mismos haciendo uso de los beneficios de las aguas termales.
3- Termas de Dolores
Cuando hablamos de aguas termales en la provincia de Buenos Aires y alternativas diferentes para “romper” con la agobiante rutina o refrescarse de las altas temperaturas de verano, no podemos dejar de mencionar el bello complejo turístico de la localidad de Dolores, el cual se sitúa a solamente 230 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien se llega a través de la ruta provincial 2, también existe la posibilidad de llegar a través del servicio de ferrocarril Roca, más precisamente, con el ramal que hace Capital Federal-Mar del Plata y tiene parada en Dolores. Desde la terminal hasta el parque hay unos 5 kilómetros que podés hacer en colectivo o taxi local.
Es sin dudas uno de los predios más amplios de la región bonaerense, ya que cuenta con un total de 44 hectáreas que están divididas entre áreas de piletas al aire libre, piscinas techadas, juegos acuáticos para chicos, spa, senderos naturales, patio de gastronomía, recreos, espacio deportivo y miradores con postales soñadas.
Por otro lado, la principal característica de las termas de Dolores es que es una de las pocas que están conformadas tanto por agua dulce como salada. Es decir, si el visitante busca relax, lo más recomendado es el agua de río; mientras que aquellos que desean sanar la salud, deberán user la corriente de mar.
Para completar el descanso reparador, en las instalaciones se puede encontrar un área de spa con jacuzzi; sala de masajes; sauna seco; tratamientos estéticos para las diferentes edades; ducha de sensaciones; hidromasaje; área de relajación y solárium.