El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió este martes en Jerusalén con el jefe de la inteligencia egipcia, Hassan Rashad, para analizar el estado y el futuro de la frágil tregua vigente en la Franja de Gaza, mediada por la comunidad internacional.
También participaron en las conversaciones funcionarios de alto nivel y enviados estadounidenses, con el objetivo de reforzar el plan propuesto por Estados Unidos y consolidar un cese de hostilidades que, desde su inicio el pasado 10 de octubre, se mantiene bajo tensión.
Según informó la oficina del jefe del gobierno israelí, el encuentro abordó “el avance del plan del presidente Trump, las relaciones entre Israel y Egipto, el fortalecimiento de la paz entre los países, así como otras cuestiones regionales”. Aunque no trascendieron detalles adicionales, portavoces israelíes y egipcios resaltaron el carácter estratégico de la reunión para el futuro inmediato de la región.
La visita de Hassan Rashad se produce poco más de una semana después del establecimiento del alto al fuego, enmarcado en una hoja de ruta diseñada por la Casa Blanca con participación directa de Egipto y Qatar.
El canal Al Qahera News, alineado con fuentes oficiales egipcias, informó que Rashad viajó a la capital israelí con el objetivo de “discutir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza” y analizar “los obstáculos” para la aplicación plena del plan de paz presentado por el presidente estadounidense Donald Trump.
El intercambio entre Israel y Egipto no se limitó a la situación militar: también incluyó el flujo de asistencia humanitaria para la población civil en Gaza y el desafío de implementar eficazmente el acuerdo. Fuentes egipcias confirmaron que Rashad además mantendrá encuentros con Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, quien se encuentra en Israel acompañado por Jared Kushner. Ambos integran la delegación estadounidense destinada a “supervisar y consolidar” la tregua, según reportes oficiales.
A la par de las gestiones diplomáticas, JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos, llegó a Israel para supervisar la puesta en marcha del alto al fuego. Voceros de la Casa Blanca anticiparon que Vance sostendrá reuniones con Netanyahu y otros altos funcionarios israelíes, así como con los enviados Witkoff y Kushner, para coordinar medidas que refuercen el cumplimiento del cese de hostilidades.
El grupo terrorista Hamas afirmó que Israel ha violado la tregua en unas 80 ocasiones desde el 10 de octubre. El Ejército israelí, en respuesta, acusó al grupo islamista de quebrar el acuerdo durante incidentes ocurridos en Rafah, y señaló también a residentes gazatíes que intentaron ingresar en zonas aún bajo restricción militar.
Mientras tanto, en El Cairo, representantes de las principales facciones palestinas —Hamas, Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina— analizan alternativas para la reconstrucción de Gaza y debaten el futuro administrativo y el posible desarme de Hamas tras la reciente ofensiva militar.
Desde el acuerdo inicial mediado en Sharm El Sheij, el mantenimiento del alto al fuego ha dependido de una compleja coordinación internacional.
Egipto, Qatar y Estados Unidos actúan como garantes, mientras crecen las presiones para que las partes avancen hacia una solución más duradera. Una fuente cercana a las negociaciones explicó que la persistencia de la paz está condicionada a la capacidad de las partes para “remover obstáculos logísticos y de seguridad”, así como a la voluntad de garantizar el ingreso de ayuda a la población palestina.
La continuidad de la tregua y del plan diplomático impulsado por Washington se definirá en las próximas semanas, en función de los resultados de estas conversaciones y del cumplimiento de los compromisos asumidos tanto por el gobierno israelí como por las facciones palestinas.
(Con información de EFE y AFP)