Desde el club se manifestó públicamente que “sabía que estaba prohibido”, y señalaron que la plataforma “es casi un monumento histórico porque está inutilizada hace 15 años”. Falleció un hombre que el viernes pasado había protagonizado un accidente al caerse del trampolín de la pileta mayor del Paraná Rowing Club. La voz representativa de la institución fue el apoderado legal del club, quien contó que el hecho ocurrió el día de la tormenta, entre las 14.30 y 15.30. “En ese momento la mayoría de los socios comenzó a retirarse del club, pero el señor (Arturo) Bogado ingresa al natatorio e intenta subir al trampolín. Los cuidadores le niegan el ingreso, porque el mismo es prácticamente un monumento histórico, porque está inutilizado desde hace 15 años y se le quitaron las escaleras para su ascenso”. “Lamentablemente, el señor socio del club, que estaba junto con sus hijos, intentó subir trepándose por una baranda, pero se resbala y cae en el piso, siendo inmediatamente socorrido por el personal del club”, explicó el profesional. Arturo Bogado, ex rugbier, arquitecto y empleado del área técnica del Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda (IAPV), perdió el conocimiento y fue rápidamente trasladado a una clínica de la ciudad donde permaneció internado en grave estado hasta su deceso. “Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo, que eso estaba prohibido y lamentablemente ocurrió lo que nadie quería”, expresó finalmente el apoderado del club ante las consultas de los distintos medios.
