Miércoles, 12 de noviembre de 2025   |   Interés general

Murió Cacho Miño, una voz emblemática del chamamé entrerriano

El músico, poeta y comunicador paceño falleció a los 84 años. Su obra y su voz quedaron ligadas a la identidad cultural del norte de Entre Ríos y a la memoria popular del litoral.
Murió Cacho Miño, una voz emblemática del chamamé entrerriano

El chamamé del litoral perdió este miércoles a una de sus voces más queridas. Héctor Confesor “Cacho” Miño, referente del cancionero entrerriano y símbolo cultural del norte provincial, murió a los 84 años. Músico, cantor, poeta y comunicador, su figura está profundamente asociada a la ciudad de La Paz y a la tradición ribereña del Paraná.
Nacido en 1941, Miño creció entre guitarras, versos y orillas de río. Con los años, se transformó en un referente de peñas, radios y festivales regionales, donde supo conjugar el chamamé clásico con una poética entrañable, marcada por la sencillez y la pertenencia.

En 2011, su comunidad le rindió un homenaje público por sus 70 años de vida, gesto que consolidó su condición de “cantor del pago”. Entre sus obras más recordadas figura La Paz que dejo, compuesta junto a Héctor Abel Yedro (letra) y Ramón Merlo (música), una pieza que se transformó en himno afectivo de los paceños y se canta desde hace décadas en actos escolares, festivales y reuniones familiares.
Además de su trayectoria artística, Cacho Miño dejó huella como comunicador: participó en ciclos culturales, ofreció entrevistas y mantuvo una presencia constante en los medios locales, donde compartía anécdotas y repertorio del cancionero litoraleño. Su compromiso con la difusión de la tradición popular fue reconocido por la Dirección de Cultura de La Paz, que destacó su “obra como testimonio de identidad y pertenencia”.

La noticia de su fallecimiento provocó una profunda conmoción en la comunidad chamamecera y en La Paz, donde fue despedido con mensajes de cariño y gratitud. En redes sociales, músicos y vecinos resaltaron su doble condición de cantor y poeta: una voz que no solo interpretaba, sino que también narraba la vida del litoral.
“Su legado queda en letras y melodías que huelen a río y barranca, a faro del parque Berón de Astrada y a siestas bajo el ombú”, escribieron desde el área cultural paceña. En sus canciones, el regreso al pago aparece como una promesa, y la nostalgia, como una forma de esperanza.
Para las nuevas generaciones, su figura funciona como un puente: el que une la memoria de las guitarreadas con la escena actual del chamamé, hoy reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial del Litoral.

En un comunicado enviado a Elonce, la familia expresó que “Cacho Miño partió en paz, rodeado de sus seres queridos. Como dijo una de sus nietas, ‘rompió el cascarón’ y se fue con una sonrisa y en total serenidad”. También agradecieron “a todas las personas que acompañaron su salud, reconocieron su trayectoria y supieron homenajearlo en vida”.
Sus restos son velados este jueves en la sala SASFER de calle Urquiza 431, en Paraná, hasta las 15.20, y serán sepultados en el cementerio Solar del Río a las 16.

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