
Desde la pérdida de las elecciones en Provincia de Buenos Aires y la ruptura con los gobernadores en el Congreso Nacional, el gobierno libertario intenta tentar a los mandatarios para sostener el rumbo político. En este sentido, además de repartir fondos a cuatro provincias días antes de una nueva sesión caliente en Diputados, también proyectó en el Presupuesto 2026 un desembolso de ATN. Los números.
Luego de los resultados electorales y en miras de revertirlos de cara a las legislativas nacionales, Javier Milei designó a Lisandro Catalán como ministro del Interior. Además de viajar a Tucumán y Salta, el funcionario habilitó la transferencia de Aportes del Tesoro Nacional a Misiones, Entre Ríos, Chaco y Santa Fe.
Voces en el Congreso advierten que el repentino cambio de rumbo en cuanto a la política de distribución de fondos para los gobernadores tendrá una correlación en las votaciones que tendrán lugar hoy en el órgano legislativo. Se tratará la insistencia al veto a la ley de financiamiento universitario y del Hospital Garrahan.
Según un estudio llevado a cabo por la consultora Politikón, en el nuevo Presupuesto el crédito presupuestario para los Aportes del Tesoro Nacional mostró un muy fuerte incremento: cuenta con $ 569.426 millones de crédito presupuestario, creciendo 689% si se lo compara contra el proyecto de Presupuesto 2025 y +147% real respecto al crédito presupuestario vigente a la fecha.
Este punto toma relevancia en el contexto del reciente veto a la Ley aprobado en el Congreso que reformaba la distribución de estos fondos, y podría considerarse una señal política a los gobernadores de mayor volumen de reparto.
Además, en el mismo estudio destaca algunos puntos que podrían beneficiar y otros perjudicar a los gobernadores.
Por ejemplo, el financiamiento a las Cajas Previsionales provinciales no transferidas: el artículo 60 del proyecto de Presupuesto Nacional 2026 establece un crédito presupuestario por $ 122.763 millones de Anses para transferencias a cajas previsionales provinciales que no transfirieron sus regímenes previsionales al Estado Nacional.
Ese artículo establece, además, que “solo podrán requerir el pago de los anticipos a cuenta, aquellas provincias que tuvieran un déficit reconocido, ya sea provisorio o definitivo, que surja de un acuerdo suscripto con la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que corresponda al menos al Ejercicio 2021 o posterior”.
Por ende, pese a existir el crédito presupuestario para tal fin, será el Anses la que deberá determinar no solamente si corresponde o no las transferencias sino también quien avance en la firma de convenios a tal efecto.
Desde la consultora indicaron que aun con eso, vale destacar que el crédito asignado en el proyecto 2026 es notoriamente inferior al de años previos, agravado además el hecho de que estas transferencias no se realizaron en 2024 y en este 2025 solo se hizo a Entre Ríos y Córdoba por convenios específicos.
Ajustado por la inflación estimado para 2026, el crédito presupuestario para transferencias a Cajas Previsionales Provinciales caería ese año un 57,9% en términos reales respecto al crédito asignado en el proyecto de presupuesto 2025, mientras que respecto al proyecto 2024 está -62,7%. Si se compara, a su vez, con la Ley de Presupuesto 2023, estos fondos están -76,3% en términos reales.
Qué pasa con las transferencias no automáticas y automáticas
Desde Politikón indicaron que el proyecto de Presupuesto Nacional detalla que las transferencias no automáticas a provincias y municipios proyectadas para el año 2026 serían del orden de los $ 3.627.442 millones.
De ese total, el 97% corresponde a transferencias corrientes y 3% a transferencias de capital. En términos del PIB, participarían del 0,4% del producto.
Respecto al año 2025 (estimación de cierre), las transferencias no automáticas totales crecerían en torno al 6,8% real anual, aunque con un desempeño muy desigual según el carácter económico: las transferencias corrientes se incrementarían en 9,2% pero las de capital caerían en 34,7%.
De acuerdo con el texto de proyecto de Presupuesto, los envíos no automáticos cerrarían el 2025 creciendo en 44,9% real anual y continuarían la suba en 2026 en 6,8%, pero en ese año, aun con dos años de alzas, aun seguirían muy por debajo, medido en moneda constante, del año 2023: las Transferencias corrientes quedarían -52,5% y las de Capital en -95,0% y de ese modo, las Transferencias no automáticas totales se ubicarían -62,8%.
Cabe señalar que no es posible determinar la asignación de estas transferencias por jurisdicción subnacional, ya que el nivel de apertura de los datos del proyecto no lo permiten.
En cuanto a las transfrencias automáticas a provincias y CABA, estas alcanzarían los $ 73.914.238 millones en ese año, una cifra equivalente a 7,2% del PIB.
Estos recursos presentarían un alza real, comparando con inflación proyectada en ese texto, del 6,5% respecto al año 2025, año donde las transferencias automáticas totalizarían unos $ 60.581.374 millones y mostrarían alza del 2,5% vs. 2024.
En este sentido, si se tienen en consideración esas transferencias en moneda constantes, las del 2026 lograrían ubicarse no solo 6,5% por encima de 2025, sino también por delante de 2024 (+9,1%) y también de 2023, aunque de manera más leve (+0,1%).
En este marco, durante el año 2026 las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y La Pampa mostrarían las mayores alzas (entre +7% y +7,1%), al tiempo que CABA presentaría tendría la suba más leve con +6,0%.
A su vez, si bien el consolidado de transferencias lograría ubicarse levemente por encima de 2023, no todos los distritos alcanzarían ese resultado: un lote de ocho provincias aún tendría en 2026 un nivel inferior, en moneda constante, a ese año, con Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe con bajas superiores al -1% real.