
De la redacción de INFORME DIGITAL
En el vértice entre lo político y lo fiscal, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, enfrenta un dilema que define tanto su presente de gestión como su futuro político. Por un lado, busca consolidar una alianza con Javier Milei que le permita competir con chances en las elecciones legislativas de octubre. Por el otro, observa cómo la provincia que gobierna ya resignó $33.622 millones en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que, si fueran coparticipables, le habrían correspondido a Entre Ríos desde el inicio del gobierno libertario como reveló una nota de INFORME DIGITAL.
Reparto discrecional y estrategia dialoguista
El conflicto es estructural. Milei mantiene una distribución discrecional de esos fondos, concentrando el reparto en distritos aliados, mientras provincias como Entre Ríos —que no forman parte de la Liga de Gobernadores— quedan relegadas del flujo financiero nacional. Frigerio, sin embargo, no rompe con el Gobierno nacional. Mantiene una línea de diálogo con la Casa Rosada mientras activa su propio armado electoral, sabiendo que una confrontación directa lo dejaría sin respaldo ni recursos en lo inmediato.
Las listas, el PRO y los libertarios
En ese contexto, el armado de listas lo obliga a tensar aún más la cuerda. La diputada nacional Nancy Ballejos, dirigente del PRO cercana a Frigerio, aparece como su principal apuesta para renovar representación directa en el Congreso.
Desde La Libertad Avanza, Joaquín Benegas Lynch se perfila como el principal aspirante libertario para integrar la lista de diputados —aunque aún sin definir si lo haría en primer lugar— acompañado por Beltrán Benedit y Roque Fleitas, que representan al mileísmo entrerriano.
Aval de la UCR y una interna con pronóstico reservado
Del lado de la UCR, el panorama es aún más inestable, aunque con una ventaja para Frigerio. El Congreso radical del 2 de agosto avaló por amplia mayoría (226 a 82) avanzar en un acuerdo con Milei, gracias al alineamiento del sector oficialista con el gobernador. Ese aval fortalece la posición de Frigerio en la negociación con La Libertad Avanza, aunque no resolvió del todo el escenario interno: la interna prevista para el 10 de agosto sigue firme.
Competirán dos sectores: el oficialismo radical, encabezado por Atilio Benedetti como precandidato a senador y Darío Schneider como primer diputado, frente a UCR Activa, que impulsa a Rubén Pagliotto y María Elena Erzovich. En el radicalismo nadie duda de que el sector de Frigerio y Benedetti ganará la interna. Para alterar el rumbo de la integración con Milei, UCR Activa debería dar un batacazo y alcanzar al menos el 25% de los votos, algo que hoy aparece difícil en un contexto de alta incertidumbre electoral. Si eso no ocurre, los lugares ya negociados con La Libertad Avanza quedarían consolidados.
Nombres propios y aliados estratégicos
En paralelo, Frigerio evalúa incorporar nombres propios como Mauricio Colello (secretario general de la Gobernación) y Néstor Roncaglia (exjefe de la Policía Federal y actual Ministro de Seguridad y Justicia) . El histórico senador Alfredo De Angeli, en cambio, parece haber quedado fuera del radar electoral para este turno.
Lo que Entre Ríos ya perdió (y podría seguir perdiendo)
Hasta ahora, Entre Ríos perdió $38.881 millones por no participar del reparto automático de ATN. Pero el verdadero desafío es lo que viene: si el esquema no cambia, la provincia seguirá resignando miles de millones cada semestre. En ese escenario, Frigerio ensaya un equilibrio complejo entre la necesidad de sostener gobernabilidad, mantener diálogo con Nación y al mismo tiempo no resignar presencia legislativa ni recursos para Entre Ríos. Con un pie en la alianza con Milei y otro en el reclamo federal de los gobernadores, el entrerriano juega su carta más delicada.
La deuda externa entrerriana, otro peso en la cuerda floja
A esa cuerda floja se suma ahora otro factor de peso: la deuda. El gobierno provincial acaba de enviar a la Legislatura un proyecto para autorizar una emisión de deuda por hasta 500 millones de dólares, con vencimientos que podrían escalar a más de US$ 470 millones entre 2024 y 2027. La gestión del financiamiento externo en plena campaña se convierte en un frente más que Frigerio debe equilibrar mientras camina.