El año pasado, la cuenta de La Libertad Avanza publicó un decálogo con los principios que guían la acción mileista. Uno de ellos, el séptimo, establece que “cuando el adversario canta retruco, nosotros cantamos vale cuatro”. Este miércoles, el presidente Javier Milei llevó a cabo esta directriz avisando a los gobernadores que no cederá ante sus demandas de mayores fondos y que no le importa que impongan sus proyectos de ley, ya que los vetará o los llevará ante la Justicia.
“No corresponde [conceder lo que piden los gobernadores]. Se están desbocando. Quieren destruir al gobierno nacional. Independientemente del color político que tengan, son todos partidos del Estado. A ellos no les importa si los argentinos van a estar peor o mejor. Les interesa el poder y el de ellos. Es una prueba de que son parte del problema y no de la solución”, afirmó Milei en una conversación con Luis Majul en El Observador.
Además, añadió: “La intención de ellos es justamente romper todo, porque si La Libertad Avanza se transforma en La Libertad Arrasa (sic), están dispuestos a hacer sufrir a los argentinos para mantenerse en el poder”.
El timing de las declaraciones no es casual. Este jueves, en el Senado se discutirán cinco grandes proyectos: tres provenientes con media sanción de Diputados, que incluyen el aumento jubilatorio, la emergencia en Discapacidad y la moratoria previsional; así como dos que cuentan con el apoyo unánime de todas las provincias: la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional -las ATN- a las provincias y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos.
Las declaraciones del presidente no fueron bien recibidas por los gobernadores, y mucho menos por los aliados. “Les votamos todos y nos meten en la misma bolsa que los kirchneristas”, sostiene uno de ellos. Desde otro distrito subrayan: “Al menos 15 gobernadores le han facilitado todas las reformas que necesitaba Milei; no se entiende bien qué está haciendo”.
Las cinco iniciativas no deberían tener problemas para aprobarse. Solo los gobernadores aliados al Ejecutivo no estaban de acuerdo con los tres proyectos provenientes de Diputados, pero, tras las declaraciones de la Casa Rosada, ahora se sienten con pocos incentivos para colaborar.
Milei anticipa que todos los proyectos de la oposición cuentan con los votos necesarios para ser aprobados. Por eso, aprovechó la ocasión para enviar una señal al mercado, afirmando que desde el Poder Ejecutivo están “absolutamente tranquilos” y que solo se tratará de un “efecto transitorio”; aunque reconoció que podría haber una suba del riesgo país (un factor que preocupa al Gobierno por el impacto potencial que tiene en los rollover de deuda), aunque aseguró que no se extenderá.
“Si me rechazan el veto, lo voy a judicializar. No tendrá ningún efecto ni en el gasto público ni en la cantidad de dinero. No les dan los tiempos para causar daño”, afirmó.
La respuesta de los gobernadores a Milei
En la Liga de Gobernadores poseen cifras distintas a las que maneja la Rosada. En primer lugar, citan datos de la Secretaría de Hacienda de la Nación y señalan que, a diferencia de lo que sostiene el Gobierno, en 2024 la presión tributaria de las provincias ha disminuido, a diferencia de la nacional.
Además, justifican su posición al enfatizar que las ATN están siendo subejecutadas en una “situación paradójica donde los contribuyentes pagan impuestos federales para financiarlas, pero sin que dichos fondos sean utilizados para atender las emergencias para las cuales fueron creadas”.
Esta queja se amplía a la propuesta de eliminar fideicomisos financiados por el ICL para que esos fondos se distribuyan directamente a las provincias para distintos tipos de asignaciones, como la reparación de rutas nacionales, uno de los temas que más preocupa a los gobernadores. “Con la disolución de Vialidad Nacional, queremos abordar este punto con más fuerza”, indican.
Para minimizar el impacto fiscal, los gobernadores sugieren un reordenamiento de partidas y asignaciones para que ambos proyectos tengan un costo de 0,11% del PIB. Sin embargo, en la Casa Rosada no están dispuestos a aceptar una imposición externa sobre el manejo presupuestario del Gobierno. “Nadie nos va a dictar cómo debemos hacer nuestras cuentas, sería una señal pésima hacia el exterior”, sostiene una fuente confiable.
Estos temas han sido discutidos en varias ocasiones entre los delegados provinciales y el secretario de Hacienda de la Nación, Carlos Guberman. El funcionario libertario no pudo presentar una contraoferta que satisficiera a los gobernadores. “Nos dimos cuenta de que el costo fiscal de lo que ellos nos proponen es mucho más elevado de lo que pensábamos”, indicó una fuente que mantuvo contacto con Guberman.
Los rumores de un posible encuentro
¿Hay posibilidad de alcanzar un consenso en este conflicto? En público, Milei ha dejado en claro que no cederá. Sin embargo, es habitual que se presente como parte de los funcionarios “talibanizados”, defendiendo el programa de gobierno sin mayores espacios para el diálogo.
En realidad, existen varios sectores de la Casa Rosada que mantienen un diálogo fluido con ciertos gobernadores, pero todos ellos responden lo mismo: esta cuestión particular está encomendada a la Jefatura de Gabinete. En los últimos días, han circulado rumores (algunos provenientes de despachos oficiales, pero ajenos a la Jefatura) de que habría un llamado para reunirse.
“Todo eso lo maneja Guillermo. Que yo sepa, no hay nada de reuniones programadas”, aseguró un alto funcionario con despacho en Casa Rosada.
Guillermo Francos es quien mantiene el diálogo con los 23 mandatarios y el jefe de Gobierno porteño; no obstante, el panorama dista de ser sencillo. Es bien sabido que 21 gobernadores no aceptaron la invitación de la Presidencia para asistir a la vigilia de Milei en Tucumán. Ni siquiera muchos de aquellos cercanos a Milei, como el chaqueño Leandro Zdero, el puntano Claudio Poggi o el integrante del Consejo de Mayo, el mendocino Alfredo Cornejo.
El ministro coordinador estaba dispuesto a convocar a un grupo reducido de gobernadores. Esto replicaría otra cumbre similar que tuvo lugar hace un mes en el Salón de los Escudos, donde asistieron cinco enviados de las provincias, seleccionados por ellos mismos. Finalmente, fueron tanto aliados como díscolos, lo que sugiere una transversalidad en el reclamo subnacional. Días después se conoció que todos ellos habían acordado los proyectos a ser enviados al Senado.
“No creo que [los gobernadores] levanten el teléfono después de las declaraciones de Milei”, afirmaron simultáneamente desde varias provincias sobre una posible convocatoria. Aun así, la puerta no está cerrada. En ese sector indican que no habrá una respuesta coordinada de las 24 provincias: “Le vamos a responder mañana en el Senado”.
