

Javier Milei anunció su intención de vetar el aumento para los jubilados que fue aprobado por el Senado este jueves. Durante un evento en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el Presidente comenzó su alocución aludiendo a la temática del día y lanzó duras críticas hacia los senadores y gobernadores, aunque sin identificarlos directamente.
“Nada de lo que está sucediendo nos sorprende. Estamos preparados y sabemos que lograremos el éxito. Lo que ocurrió hoy ya lo habíamos anticipado. Tuvieron algún gesto el 25 de mayo, pero criticaron mis métodos. Ahora entienden que tenía razón. Lo más importante que deben saber es que están desesperados. Esto es un acto de desesperación, porque son conscientes de que en octubre la libertad prevalecerá”, expresó el mandatario.
Y añadió: “A la luz de lo sucedido hoy, apuesto 100 mil a 1 que todos conocen mi decisión. Vamos a vetar. Aunque se presentaran las circunstancias, que dudo, y el veto fuera rechazado, lo judicializaremos. Aún si cayera en el peor de los escenarios, donde la justicia actuara con celeridad y decidiera en breve, el daño que podrían ocasionar sería mínimo. Sería una mancha pasajera de dos meses, que el 11 de diciembre revertiremos en caso de tener éxito. La política de superávit fiscal es innegociable”.

Luego, dirigiéndose a los gobernadores, sentenció: “La realidad del problema con la incertidumbre es que no pueden medirla, ni gestionarla. Está fuera del alcance de cualquier acción de ustedes. La diferencia con el riesgo es que el riesgo sí se puede medir. Al poder medir el riesgo, tienen claridad sobre las acciones necesarias para mitigar sus efectos. Aun cuando les claven puñales en la espalda, si lo sabían, probablemente habrían usado un chaleco de seguridad y no sucedería nada. Los puñales existen, pero el contexto macroeconómico es el chaleco de seguridad”.
El paquete legislativo que fue aprobado por el Senado, que previamente contaba con media sanción de Diputados, prevé un aumento real del 7,2% para todos los haberes y pensiones, excluyendo los regímenes especiales, además de elevar el bono de $70.000 a $110.000, con actualización automática por inflación. La principal crítica del oficialismo radica en que este bono se convierte en un derecho permanente. Asimismo, la reinstitución de la moratoria previsional por un período de dos años permitirá que quienes no hayan alcanzado los 30 años de aportes puedan adquirir los períodos faltantes para acceder al haber mínimo.

En el recinto, el oficialismo mostró una evidente falta de defensas, mientras la Casa Rosada intentó achacar la derrota legislativa a la vicepresidenta, Victoria Villarruel. El proceso legislativo se desarrolló en medio de denuncias sobre irregularidades en el reglamento, pero con la validación expresa de la Cámara alta, que se considera soberana en las decisiones parlamentarias.
En cuanto a la moratoria previsional, su reinstauración tendrá vigencia por dos años y permitirá que las personas que no hayan cumplido con los 30 años de aportes requeridos accedan a la jubilación mínima mediante la adquisición de los años faltantes.
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