El Gobierno, que hace menos de dos años celebraba el batacazo de Milei, se sorprendió al quedar 13 puntos detrás del kirchnerismo en las elecciones bonaerenses. El Presidente reconoció la derrota y afirmó la necesidad de aceptar los resultados.
Milei, junto a su hermana y el asesor presidencial Caputo, declaró que no habrá retrocesos en la política gubernamental. A pesar de reconocer errores en la elección, afirmó que el programa económico se mantendrá y se profundizará.
Sin mencionar a Kicillof, el Presidente cerró pidiendo trabajar juntos para sacar al país adelante. La responsabilidad por el resultado electoral en la provincia recayó totalmente en el Gobierno, y ninguna figura del PRO se presentó en el escenario.
La jornada dejó en evidencia una amplia ventaja del kirchnerismo sobre el oficialismo. Los libertarios solo lograron ganar en dos secciones, mientras los peronistas se impusieron en seis. La sorpresa fue tal que incluso en la Primera Sección, donde el PRO esperaba triunfar, fue derrotado.
La incertidumbre reinó hasta el final, con preocupaciones sobre la fiscalización y el impacto de los escándalos en la imagen presidencial. El lunes se vislumbra como un día clave para el futuro político del país.
