Un hecho sin precedentes en la capital provincial se produjo en la tarde del miércoles en uno de los patios de la escuela nocturna Atahualpa Yupanqui, que funciona en el edificio de la Escuela Nº 18 Juan Manuel de Rosas de Paraná. Un alumno que asiste a ese centro educativo fue increpado por otros dos chicos, uno de los cuales habría pertenecido tiempo atrás también a ese establecimiento escolar. La escena de violencia se produjo a través de las rejas que separan el patio de acceso al edificio escolar con la vereda, cuando la víctima recibió un impacto de bala en una pierna, propinado por uno de los dos agresores. Lo más grave -al margen de que solo con lo narrado ya es escandaloso-, fue que el hecho pudo haber terminado en una verdadera tragedia, y hoy Paraná podría haber estado en la portada de medios de comunicación de todo el país. Lo que ocurre es que fueron tres los disparos que realizó el agresor, logrando acertar, casi afortunadamente, sólo uno. Igualmente se estima que cualquiera de los disparos fácilmente pudo haber sido mortal. El alumno lesionado es menor de edad, tiene 17 años y el que le disparó, según las averiguaciones practicadas hasta ayer, sería otro adolescente de 16 años, conocido en la zona por su conducta que lo ha llevado a quedar demorado por ebriedad y desorden en alguna ocasión. La Policía confirmó que ya habría logrado individualizarlo, pero por tratarse de un menor, se omite su identidad -tanto como el de la víctima-, aunque trascendió que se lo apodaría Virus. <b>El hecho</b>El lamentable episodio ocurrió aproximadamente a las 19, en el patio delantero de la escuela situada en calle 1º de Mayo y calle Burmeister. Inmediatamente luego del ataque armado, que de acuerdo a la lesión constatada se habría perpetrado con un arma de bajo calibre, posiblemente un revólver 22, el alumno herido recibió ayuda en el lugar. Junto a su madre, el chico fue trasladado a la comisaría 16ª, donde hicieron la correspondiente denuncia, tras lo cual fue atendido en el Hospital San Martín El disparo ingresó a la altura de la ingle, con orificio de salida. Se lo consideró una lesión leve, aunque por pocos centímetros pudo haberle afectado una arteria importante. El hecho causó la lógica conmoción en la zona donde está ubicada la institución escolar, adonde se ha denunciado que algunos jóvenes asistirían con sevillanas o cuchillos. Aunque ante estas versiones, desde la dependencia policial zonal se tiene a esta escuela como una de “las más tranquilas, en comparación a otras de la misma jurisdicción policial”. <b>Antecedentes</b>El comisario Eloy Fernández informó sobre el episodio que el muchacho baleado “había tenido una pelea en horas tempranas con quien supuestamente lo baleó, propinándose mutuamente golpes, pero ninguno radicó exposición o denuncias y el tema entre ellos se reavivó a la noche”, detalló. “El agresor llegó aparentemente para seguir con la discusión y se acercó hasta la reja de la escuela, la que es cerrada con llave por los celadores cuando inician las actividades. Aparentemente, cuando el muchacho que resultó baleado se enteró que lo buscaban estos adolescentes, salió hasta la reja, pero no tomó en cuenta que el otro adolescente estaba armado”, contó. Tomando en cuenta que se logró establecer la identidad del supuesto agresor e incluso su domicilio, tras haberse girado las actas sumariales a la Justicia de Menores, no habrían surgido novedades hasta anoche. “Hasta hoy, como comisaría jurisdiccional no nos han ordenado colaboración para buscar el arma o realizar algún allanamiento”, respondió Fernández, ante una consulta de esta Hoja. <b>Malas compañías</b> El comisario Fernández mencionó que en el lugar del hecho, frente a la escuela, se hizo presente, y allí fue informado por testigos acerca de quién habría sido el autor de los disparos. “De repente me encontré con la madre del acusado, quien se mostró asombrada por el hecho y le echó la culpa a la ‘mala junta’ de su hijo. Yo le recordé que tiempo atrás, a este menor lo detuvimos junto a otros menores y mayores, promoviendo desorden y los padres de este chico se enojaron mucho con la Policía”, contó. Finalmente, el jefe de la 16ª analizó: “Es una escuela en la que no tuvimos nunca un inconveniente, por lo que incluso, junto a la directora lo consideramos un hecho aislado. Volcamos mucha atención a otras escuelas de esta jurisdicción, pero este hecho nos marcó un alerta para acentuar el control a futuro”, expresó finalmente.