La noticia del pacto político entre el ex mandatario riojano y el efímero presidente puntano, que venía cocinándose desde hacía varios meses, fue publicada por el diario El Independiente de La Rioja, en su edición de ayer, y confirmada por representantes de sendos dirigentes.
A mediados de este mes (el viernes 14 o el lunes 17 son las dos fechas que se manejan) ambos mandatarios firmarán en San Luis un documento en el que pedirán elecciones abiertas para elegir la conducción del PJ (actualmente acéfalo), un reclamo que ambos sostienen por separado desde el año último.
Por estas horas, representantes del Peronismo Popular (PP) y hombres de confianza de Rodríguez Saá apuran el texto definitivo del acuerdo, que no ahorrará críticas al Gobierno.
El propio Menem, que desde que volvió al país reforzó su perfil opositor, confirmó anteayer desde La Rioja la existencia de las negociaciones y su intención de armar un frente con "Aldo Rico, Luis Patti y Rodríguez Saá, que también tiene su gente en la provincia de Buenos Aires".
Luego de participar de la ceremonia religiosa de Tinkunako, Menem no descartó su candidatura a senador por la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones. "Tanto Menem como Rodríguez Saá representan al verdadero peronismo", expresó el diputado Adrián Menem (PJ-La Rioja), y agregó que su tío y el cinco veces gobernador de San Luis "lucharán contra la estrategia kirchnerista, que no quiere que el partido funcione".
Desde el menemismo, el acuerdo con la familia gobernante de San Luis es visto como el primer paso hacia un gran frente electoral para los comicios de octubre próximo. Además de dar la pelea dentro del PJ, el menemismo sueña con sumar sus representantes a los legisladores del Interbloque Provincias Unidas que hoy por hoy responden a Rodríguez Saá.
Fuentes adolfistas, en tanto, afirmaron que su jefe político lleva adelante la negociación de manera personal, con el apoyo de dos o tres dirigentes de su absoluta confianza.
Optimismo
Desde los allegados a Menem sobraba optimismo. "Si Adolfo y Carlos van juntos, ni Kirchner ni Duhalde tienen posibilidades de ganar una elección interna", se entusiasman.
Y recuerdan que un 40 por ciento del electorado se inclinó por alguno de ellos dos en las elecciones presidenciales de abril de 2003.
Desde ambos sectores se recordó la buena relación que ambos dirigentes mantuvieron en la década del noventa, cuando Menem era presidente y Rodríguez Saá, gobernador de San Luis. En 1993 el riojano ayudó al puntano a salir del escándalo que provocó su denunciado secuestro en un hotel alojamiento, aunque diez años después Menem procuró, sin éxito, lograr su apoyo en el frustrado ballottage contra Néstor Kirchner.
Hoy, la jugada parece ser beneficiosa para ambos. Menem tiene una baja intención de voto en las últimas encuestas y necesita imperiosamente aliados en su lucha contra el kirchnerismo.
Para Rodríguez Saá sería la vuelta al alto perfil después de los siete días en los que fue jefe del Estado, hace tres años, y de su cuarto puesto en las elecciones presidenciales de 2003. "Durante un año y medio nos callamos la boca y dejamos trabajar al Presidente; 2005 será distinto", amenazan desde el expectante búnker adolfista.