Con el objetivo de frenar el crecimiento descontrolado de una “especie exótica invasora”, tal como se describe en la disposición publicada en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense habilitó la caza plaguicida del jabalí europeo sin restricciones geográficas.
Incluidos en la lista de las 100 especies exóticas invasoras
más dañinas del mundo, de acuerdo con la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza, el impacto de los jabalíes europeos ya se hace
sentir en numerosos ecosistemas, campos productivos y zonas rurales.
Entre los principales efectos negativos de esta plaga, la
resolución destaca “las alteraciones que provocan en los suelos, la vegetación
y la fauna, incluyendo las consecuencias económicas asociadas al daño a los
cultivos y cría de animales, así como la transmisión de enfermedades,
incluyendo las zoonóticas con información científica de índole poblacional y de
carácter sanitario que ponen de manifiesto la problemática existente y los
potenciales riesgos para la producción agropecuaria, la salud y la conservación
de la biodiversidad”.
Ante este escenario, el gobierno de Axel Kicillof tomó
cartas en el asunto y habilitó la caza de esta especie en todo el territorio
provincial. La autorización quedó vigente mediante la Disposición 313/2025,
firmada por la Dirección Provincial de Fiscalización Agropecuaria, Alimentaria
y de los Recursos Naturales, y se enmarca en lo dispuesto por el Código Rural
bonaerense (Ley 10.081) y la Ley 15.477.
Entre los fundamentos de la norma se destaca que “el control
de una especie exótica invasora requiere criterios de masividad y coordinación
regional sostenida en el tiempo”, por lo que resulta necesario implementar
“nuevos criterios” que permitan una contención más eficaz.
No obstante, la caza estará prohibida en zonas urbanas, suburbanas
y lugares con habitual presencia de personas. En estas áreas, solo se podrá
realizar la actividad a una distancia mínima de 300 metros con armas de
perdigones y de 1.500 metros con armas de bala. También se contemplan
excepciones para determinadas zonas si así lo solicitan los municipios,
mediante nota formal técnicamente fundada y con un acto administrativo que lo
respalde.
Hasta ahora, el control de la especie se aplicaba en zonas
acotadas como los partidos de Tordillo, Azul, Mar Chiquita y Tapalqué, como así
también en Carmen de Patagones.
“El jabalí europeo es una especie exótica invasora cuyo
crecimiento descontrolado genera daños en cultivos, ganado y ecosistemas
naturales”, explicó el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, al anunciar
la medida. Y en esa misma línea, agregó: “Con esta medida buscamos regular su
control de manera segura y efectiva, atendiendo a la necesidad de proteger la
producción agropecuaria y la biodiversidad de la provincia”.
Según precisa el Manual Operativo de la Caza Plaguicida para
el Control del Jabalí Europeo, “las personas autorizadas deberán contar con
permiso para la caza y el transporte de jabalí europeo, dentro de la provincia
de Buenos Aires, el que junto a la correspondiente licencia habilitante de caza
expedida por el Ministerio de Desarrollo Agrario, serán los únicos documentos
exigibles para el tránsito dentro de la Provincia de las piezas capturadas,
enteras o por partes que permitan la correcta e inequívoca identificación de la
especie por las autoridades de control”.
Asimismo, se dispuso la creación del comité de Gestión de la
Caza Plaguicida para el Control del Jabalí europeo, integrado por autoridades
provinciales, municipales y del sector productivo, cuya finalidad será
establecer criterios de actuación, como así también supervisar y evaluar los
resultados de la implementación de dicha disposición, y luego redactar los
informes pertinentes.
Cómo fueron introducidos en el país
La introducción del jabalí en Argentina comenzó en 1906,
cuando los primeros ejemplares fueron llevados al coto de caza San Huberto (hoy
Reserva Provincial Parque Luro) en La Pampa. Entre 1917 y 1922, algunos
ejemplares fueron trasladados a la estancia Collun-Có en Neuquén. Hubo escapes
accidentales que facilitaron la dispersión de los animales hacia los parques
nacionales Lanín y Nahuel Huapi.
Durante las tres décadas siguientes, se introdujeron más
ejemplares en distintas zonas del país, y se reforzaron las primeras
poblaciones en regiones como el Litoral, el centro y el sur.
Entre 1914 y 1930, hubo otros escapes desde cotos de caza,
lo que permitió la expansión de la especie hacia provincias como San Luis,
Córdoba, Santa Fe, Chubut y Entre Ríos. Esos eventos iniciales y posteriores
permitieron la gran expansión geográfica del jabalí, tanto de manera natural
como mediada por los seres humanos, de acuerdo con los investigadores.