Javier Milei logró evitar el jueves un duro revés en el
Senado al bloquear el intento opositor de crear una comisión investigadora
sobre el escándalo con la criptomoneda $LIBRA, que fue difundida por el
Presidente y provocó pérdidas millonarias a sus inversores. Lo consiguió
gracias al apoyo de sus aliados habituales y, sobre todo, el imprevisto quiebre
en la bancada de la UCR. Fue clave el papel de los gobernadores radicales,
quienes se inclinaron por hacer un gesto a Milei en plena escalada de tensión
por la participación del Presidente en la movida cripto que terminó en una
presunta estafa.
El propio radicalismo, a través de Pablo Daniel Blanco
(Tierra del Fuego), había presentado la iniciativa para crear una comisión
unicameral que investigue el comportamiento del Presidente en el escándalo de
la criptomoneda. La presentación de Blanco había sido firmada por el correntino
Eduardo Vischi, jefe de bloque de la UCR en el Senado, Martín Lousteau (CABA),
Daniel Kronenberger (La Pampa) y Flavio Fama (Catamarca).
Javier Milei logró evitar el jueves un duro revés en el
Senado al bloquear el intento opositor de crear una comisión investigadora
sobre el escándalo con la criptomoneda $LIBRA, que fue difundida por el
Presidente y provocó pérdidas millonarias a sus inversores. Lo consiguió
gracias al apoyo de sus aliados habituales y, sobre todo, el imprevisto quiebre
en la bancada de la UCR. Fue clave el papel de los gobernadores radicales,
quienes se inclinaron por hacer un gesto a Milei en plena escalada de tensión
por la participación del Presidente en la movida cripto que terminó en una
presunta estafa.
El propio radicalismo, a través de Pablo Daniel Blanco
(Tierra del Fuego), había presentado la iniciativa para crear una comisión
unicameral que investigue el comportamiento del Presidente en el escándalo de
la criptomoneda. La presentación de Blanco había sido firmada por el correntino
Eduardo Vischi, jefe de bloque de la UCR en el Senado, Martín Lousteau (CABA),
Daniel Kronenberger (La Pampa) y Flavio Fama (Catamarca).
Llamadas y presiones
El miércoles a la noche, horas antes de que comenzará la
sesión convocada por el oficialismo para tratar la suspensión de las PASO, la
ley de reiterancia y el juicio en ausencia, los senadores radicales acordaron
que propondrían tratar sobre tablas el proyecto de resolución promovido por
Blanco. Dado que el tema no formaba parte del plan de labor parlamentaria,
debían reunir los dos tercios de los presentes para habilitar el debate en el
recinto.
La sorpresa para varios senadores radicales que apostaban a
enviar una señal política a la sociedad sobre la gravedad del escándalo en que
quedó involucrado Milei se produjo a media mañana. Es que Vischi irrumpió en la
cumbre de la bancada que se realizó previa al inicio de la sesión con una
propuesta alternativa. Primero, aclaró que había un pedido de la Casa Rosada y
del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, de evitar que la comisión
investigadora se conformará. La presión de los emisarios del Ejecutivo era
palpable, según coinciden diversas fuentes del partido. En Balcarce 50
apostaban a exhibir fortaleza política en plena tormenta y evitar un nuevo
“trompazo” en plena visita de Milei a los Estados Unidos.
Luego, Vischi les comentó a sus pares que el jefe del bloque
de LLA, Ezequiel Atauche, le había propuesto que el proyecto se girara a la
comisión de Legislación General, donde el oficialismo cuenta con cierto margen
de maniobra, o de Asuntos Constitucionales, para discutir en ese ámbito la
eventual creación de una comisión investigadora. Era una forma de ganar tiempo
y evitar un traspié en una sesión que se presentaba favorable para la Casa
Rosada. “El gobierno no quería que se trate e intentó una salida salomónica”,
grafica un senador de la UCR.
La tensión se agravó cuando Vischi le permitió a Atauche que
ingresara a la reunión de la bancada para que planteara la solicitud del
Ejecutivo. Minutos antes, Vischi y Atauche se habían encerrado con Juan Carlos
Romero por la caída de la sesión por Lijo. El senador de LLA confirmó ante los
radicales que preferían que la discusión de la comisión investigadora se
postergara. “Si lo mandamos a comisión, ¿ustedes van a votar a favor? ¿Quién la
va a presidir?”, lo interpelaron. No hubo acuerdo y Atauche salió raudamente de
la sala.
El giro de Vischi descolocó a Blanco y a Lousteau y abrió
una profunda grieta en la bancada radical. Varios integrantes de la fuerza se
opusieron al planteo del correntino y propusieron no dar quórum para frustrar
el intento del Gobierno de sacar las primarias.
Los ánimos se caldearon y la discusión de los trece
apóstoles radicales se tensó a tal punto que el oficialismo temió no conseguir
el número para dar arranque la sesión. “Están tensando demasiado la cuerda”, le
advirtieron desde el bloque de Pro a José Rolandi, vicejefe de Gabinete. Vischi
buscó justificar su decisión de dar marcha atrás -había firmado el proyecto de
Blanco- ante la catarata de reproches de sus compañeros. “Me llamaron de la
gobernación y de la Casa Rosada nos piden por favor que no avancemos. Creo que
es prudente no hacerlo”, planteó.
Horas antes, e correntino, quien suele responder a los
intereses de Valdés, había quedado en la mira porque les había ocultado a sus
pares que había firmado el dictamen para tratar el pliego del controvertido
juez Ariel Lijo. Lousteau, Blanco, Carolina Losada (Santa Fe), Kronenberg y
Maximiliano Abad (Buenos Aires), entre otros, se pusieron en guardia al
escuchar el pedido de Vischi. “Ni en pedo. ¿Todas a favor del Gobierno?”, bramó
uno de los senadores que estaban decididos a avanzar.
Del lado de Vischi quedaron Mercedes Valenzuela (Corrientes)
y Víctor Zimmermann, quien responde al gobernador de Chaco, Leandro Zdero,
socio político de Valdés, y quien volvió a ocupar su banca por pedido del
mandatario después de que se tomara una licencia, un regreso clave para los
intereses de la Casa Rosada. También la mendocina Mariana Juri, muy cercana al
gobernador Alfredo Cornejo, y la entrerriana Stella Maris Olalla, quien suele
consensuar sus posiciones con el mandatario Rogelio Frigerio (Pro). “Había una
fuerte presión de los gobernadores para defender el pedido del Gobierno”,
reconoce uno de los trece integrantes de la bancada. Está claro que, frustrado
el tratamiento de la ley de presupuesto 2025, los mandatarios deben hacer
equilibrio con la Casa Rosada ya que requieren destrabar sus reclamos por el
reparto de recursos, las deudas con las provincias u la reactivación de obras
públicas.
Tras el revuelo por el sorpresivo giro de la UCR, Lousteau,
en cambio, dijo que estaba “azorado” por el comportamiento de Vischi. Y deslizó
que podría haber senadores -mencionó los casos de Edgardo Kueider o Lucía
Crexell- que reciben supuestas “dádivas” del Gobierno. “Los rumores que
circulan en eso en el Senado son muy graves y grandes, en materia de magnitudes
de dinero”, aseguró en Radio 10. No especificó si se refería al debate que se
dio ayer en el Congreso.
Por su parte, Rodolfo Suárez (UCR-Mendoza), quien votó a
favor de la creación de la comisión, admitió en diálogo con Radio MDZ que el
quiebre se produjo por la solicitud de la Casa Rosada de no tratar el tema o
postergar la discusión para no opacar la suspensión de las PASO. Dicho de otro
modo: girarlo el proyecto a comisión. “Si no hay nada malo, ¿por qué no
avanzar? Algunos pensamos que había que constituir esta comisión”, afirmó
Suárez, exgobernador de Mendoza. Dijo que no habló con Cornejo sobre el tema.
Juri, en cambio, votó en sintonía con los intereses del oficialismo. “Las
comisiones investigadoras, como ocurrió con el ARA San Juan, en estas
condiciones, no han hecho ningún aporte. Por eso, tenía más posibilidades si
pasaba antes por comisión”, justificaron cerca de Juri.
Sorpresivo giro y divisiones
Lo más insólito se produjo durante el debate en el recinto. A las 16.04, cuando se sometió a votación la inclusión del proyecto de Blanco en el temario del día, Vischi se expresó a favor de habilitar la discusión. En ese momento, La Liberad Avanza requería que la oposición no reuniera los dos tercios de los presentes. Fue imposible: la moción se aprobó con 53 votos a favor.
De inmediato, Atauche reclamó otra votación para definir el
giro del proyecto de resolución a comisión. El formoseño José Mayans (Frente
Nacional y Popular), una de las voces del kirchnerismo en el recinto, y
Guadalupe Tagliaferri (Pro) se negaron y reclamaron votar por sí o por no la
conformación de la comisión. Desde el sector más combativo del PJ sugirieron
pasar a cuarto intermedio para crear la comisión y definir los integrantes. Y
amagaron con copar ese cuerpo con leales. En los pasillos los radicales que
dudaban de respaldar o no la creación de la comisión por el criptogate se
pusieron en alerta. “Los kirchneristas redoblaron la apuesta y eso hizo que
varios se echen para atrás”, lamenta un senador radical.
A las 16.14, diez minutos después de que votara a favor de
abrir el debate, Vischi se expresó en contra de la conformación de la comisión
investigadora. La misma maniobra ejecutaron Zimmermann, Galaretto y Olalla.
Teniendo en cuenta que se necesitaban dos tercios de los miembros de la Cámara
alta para aprobar el proyecto de Blanco (48 votos), el giro de Vischi y el
resto de los radicales fue decisivo. Es que la oposición alcanzó el número de
47 y quedó a un senador de asestarle un duro golpe político a Milei.
Finalmente, seis de los trece integrantes del bloque de la UCR votaron en línea
con los intereses del oficialismo.
¿Por qué Vischi habilitó el debate y, minutos después, se opuso
a crear la comisión investigadora? Sus detractores en el bloque sospechan que
buscó “matar” definitivamente la discusión para ayudar al oficialismo. Es que
la senadora Mónica Silva (Río Negro) había presentado un proyecto de ley -debe
tratarse en ordinarias- para conformar una comisión bicameral para investigar
el criptogate. “Con la maniobra de la comisión lo mataron; ese proyecto ya no
existe más, esa es la gravedad”, enfatizó Lousteau, quien por ahora no
motorizará un pronunciamiento de la cúpula partidaria de la UCR como ocurrió
con los “radicales peluca” que cambiaron su voto en Diputados para ayudar al
gobierno a defender el veto a la reforma jubilatoria. Hoy, el Foro de Encuentro
Reformista, un grupo de militantes y dirigentes radicales, pidió, a través de
una carta, que el Tribunal de Ética de la UCR investigue la conducta de los
seis senadores “que se dieron vuelta”. “Basta de traiciones”, manifestaron.
Vischi, cuya continuidad al frente del bloque pende de un
hilo, optó por el silencio. Quienes lo trataron ayer aseguran que ya tenía
decidido inclinarse por la opción de girar el proyecto a comisión, como le
propuso Atauche y le pidió Valdés, antes de entrar al recinto. Puertas adentro,
Zimmerman, por caso, planteó que no quería subirse al “acting” del
kirchnerismo, que pedía celeridad e incidir en la selección de los miembros de
la comisión. “Mayans comenzó a agraviar. No íbamos a votar en ese esquema, esa
no era la forma. Había que discutir en comisión cuál era el mejor mecanismo”,
plantean en el sector de los radicales que ayudaron a Milei.
En ese valle de temores por la presión de los gobernadores
ante el pedido de la Casa Rosada de enfriar el escándalo cripto en el Senado,
las divisiones atravesaron el bloque de Vischi. Por caso, no solo hubo
diferencias entre los mendocinos Suárez y Juri, cercanos a Cornejo. Los
representantes de Santa Fe también dejaron expuestos sus divergencias: Losada
votó a favor de la creación de la comisión investigadora y Galaretto se opuso.
El gobernador Maximiliano Pullaro intentó tomar distancia de la feroz pelea en
el Senado, pero ya había dado señales a sus legisladores de que no coincidía
con activar una investigación en el Congreso. Días atrás, durante la visita de
Macri a Rosario, planteó que debía ser la Justicia quien investigue el
criptogate. “Tenemos que intentar que no se erosione la figura del presidente”,
resaltó Pullaro.
El mensaje fue interpretado por Galaretto, quien optó por no
acompañar la creación de la comisión investigadora. Quienes lo frecuentan
aseguran que lo definió a último momento. “Con los misioneros ausentes, no le
íbamos a otorgar la mayoría al kirchnerismo. No iba a tener objetividad y solo
iban a buscar efectos políticos”, justifican allegados al senador. Hace unas
horas, funcionarios de Pullaro visitaron a Luis Caputo por el estado de las
rutas en Santa Fe. “¿Con qué cuestiones nos podría presionar la Casa Rosada?”,
arguyen en el gobierno de Pullaro.
Entre tanto, los opositores más acérrimos a Milei dentro del
bloque alistan una contraofensiva. Apenas se abra el período de sesiones
ordinarias, Blanco volverá a presentar el proyecto para crear una comisión
investigadora. “Cometieron un error los gobernadores, la mejor manera de
negociar es tener la manija de esa comisión”, señala uno de los senadores que
mascullan bronca por la maniobra de sus socios.