"Soy la Chabe, la Chabelita. Aquí soy otra, allá soy
alguien". Así se presenta la boliviana Jade Isabela Callaú Barriga, de 21
años, en sus redes sociales, donde sutilmente desliza sus obsesiones: dinero,
imagen y pareja. Ex Miss Ganadera en su pueblo San Borja, hoy Jade se encuentra
presa e incomunicada en la cárcel de Ezeiza, imputada por tráfico de sustancias
prohibidas.
El miércoles de la semana pasada fue detenida, en Entre
Ríos, junto a quien sería su pareja, el piloto brasileño Carlos Costas Dias (52).
Fueron capturados en un rastrillaje realizado por la policía entrerriana, luego
de un aterrizaje de emergencia en un campo del departamento de Ibicuy, después
de que el Cessna 210 en el que volaban se quedara sin combustible. Tras
requisar la nave, las autoridades encontraron 359 kilos de cocaína.
Desesperada y acorralada ante la situación, Jade habría
intentado explicar a la Policía, previo a la requisa, que se encontraba
embarazada y que debía ir a un hospital de urgencias, "para distraer la
investigación", aunque su ardid no surtió efecto. Luego, una vez realizado
el hallazgo, la joven pretendió extorsionar a la policía con una oferta de 60
mil dólares. Si bien no contaba con el dinero cash, insinuó que alguien podría
depositarlo en una cuenta. Tampoco resultó.
"Si de aquí a diciembre no tengo plata, empezaré a
extorsionar a todos los tipos que me escriben teniendo señora", dice en
uno de sus videos con más visualizaciones. ¿Lo de extorsión se lo habrá tomado
en serio? "Un día me levanté y me dije: tengo ganas de estar estúpidamente
buena". Hace dos meses, contra el mandato familiar, decidió pasar por el
quirófano para una cirugía plástica. "Todos me dicen 'aléjate de él', pero
nadie me presenta uno con más plata". ¿Aludirá al piloto brasileño con
quien se lo vincularía? "Te dijimos que te alejaras, ahora estás haciendo
llorar a tus padres", le responde un contacto en sus redes.
La información sobre el intento de soborno se la brindó a
Clarín Néstor Roncaglia, Ministro de Seguridad de Entre Ríos. "Estamos
investigando si es hija de un influyente jefe narco de Bolivia. Desde el sábado
permanece detenida en el penal de Ezeiza, acusada de tráfico de drogas, y le
podría caber una pena que va de 4 a 15 años. Y por tentativa de cohecho, ya que
le ofreció 60.000 dólares a los policías de Entre Ríos que la retuvieron para
que la dejaran ir".
Hace saber Roncaglia, ex jefe de la Policía Federal, que
"la decisión de trasladarla a Ezeiza se debió a razones de seguridad.
Estimábamos que estando en una comisaría provincial, podrían intentar
rescatarla, con lo cual nos pareció prudente que estuviera en la órbita del
Servicio Penitencia Federal". Jade lucía desencajada y solicitó por todos
los medios hablar con su padre, Luis Alberto Callaú, o con su madre, Patricia
Barriga, ambos residentes en Bolivia, "pero eso no ocurrió porque se
encuentra incomunicada".
Jade Callaú, junto con el piloto Costas Días y una tercera
persona que hasta ahora no habría sido encontrada, una vez aterrizados, se
dieron a la fuga en dirección al pueblo de Ibicuy. "Allí se inició un
rastrillaje logrando detener a la pareja. Ante lo sucedido, se puso en
conocimiento a la jueza federal Analía Ramponi, quien a través de su secretario
dispuso las medidas procesales. Con la colaboración de la Gendarmería Nacional,
se realizó la requisa del avión, logrando el secuestro de 352 paquetes de
cocaína que tenían un peso de 359 kilos", detalló Roncaglia.
"Las circunstancias indican que el avión procedía de
Bolivia y habría recorrido unos 1.500 kilómetros hasta el lugar de aterrizaje.
Pero se cree que el destino final era el norte de la provincia de Buenos Aires
por la dirección de la aeronave antes de tocar tierra", analiza el
funcionario. "Hasta el momento la ciudadana boliviana Jade Callaú no
tendría antecedentes penales".
"Mi hija se pudo haber confundido"
Con lágrimas en los ojos, aparece en el monitor del celular
el rostro en primer plano de Patricia Barriga Suárez, madre de Jade, quién
llamó al cronista de Clarín desde un teléfono desconocido. Dice que prefiere no
dar a conocer su número privado. "Recién vengo de la comisaria de aquí de
San Borja, donde vivo, porque pedí los antecedentes penales de mi hija, que
obviamente no tiene. Quiero llevarlos a la Argentina junto con el certificado
de estudio de psicología, carrera que está estudiando. Todo ayudará para que se
entienda que mi hija es una persona de bien".
Afirma Patricia que está buscando la manera de viajar la
próxima semana. "Se dicen tantas mentiras que no lo puedo creer. Primero
que mi hija fue Miss Bolivia, cosa que no es cierto. Ella fue Reina Ganadera,
en 2019, de San Borja, una ciudad donde el fuerte es su ganadería y es un
concurso anual que forma parte de la tradición. También dicen las noticias que
mi marido es un capo narco y que mi hija trabajaría para él. Me río por no
llorar. Nosotros somos humildes, alquilamos esta casa donde vivimos y ni
siquiera tengo el dinero para viajar a Buenos Aires".
La madre de Jade está al frente de un almacén, mientras que
Luis Alberto, su marido, arría ganado en un campo. "Trabajamos todo el
día, desde bien temprano, para poder ayudar a nuestros hijos, Tenemos cuatro,
tres mujeres y un varón, que es el más grande. Jade vive con su hermana Diana
(23), en Trinidad, una ciudad universitaria, donde las dos conviven en un departamento
de dos ambientes que con mi marido sostenemos el alquiler", cuenta la
mujer, entre sollozos, mientras no sale de su asombro.
Dice que la última noticia que tuvo de su hija fue el lunes
de la semana pasada. "Hablamos lo más bien, estaba contenta, en la
localidad de Santa Ana. Y la noté normal, no sentí nada extraño como
madre". Patricia afirma que no pone las manos en el fuego por su hija.
"No sé qué le pudo haber pasado, pero seguramente se confundió o fue
engañada. Evidentemente, de ser así, tomó una mala decisión, pero Jade es una
chica sencilla, humilde, amiguera, la verdad es que yo me enteré por las
noticias en televisión y no podía creerlo. De lo que sí estoy convencida es que
Jade no está metida en el mundo del narcotráfico, como se dice en Argentina...
Esta es la primera vez".
Entre la frustración y la impotencia, Patricia se seca las
lágrimas. Comenta que está en su casa de San Borja, junto con familiares.
"Con mi marido les dimos todo a nuestros hijos, un techo y la posibilidad
de estudiar... Jade es la más jovencita y está sumergida en el universo de las
redes sociales, donde todo es imagen y materialismo. Como todas las chicas de
su edad, le gustan la ropa, los autos, la imagen, estar a la moda, es
ambiciosa, pero a la vez súper sencilla... Maneja una moto que le compré y que
todavía estoy pagando en cuotas".
Hablando de la imagen, "hace dos meses la acompañé a
hacerse una cirugía estética, yo no estaba muy de acuerdo, pero estuve junto a
ella, cómo no iba a estarlo siendo la madre". En un Tik-Tok, Jade aparece
en un video en el que se la ve internada, aunque caminando por un pasillo,
arrastrando el suero, y celebrando los cambios. "Me quité un poquito aquí,
me puse un poquito allá, me respingué la nariz, párpados, mentón y el diseño de
sonrisa", recita con ritmo de rap. "Ella, además de estudiar, trabaja
como modelo y debe pensar que necesita verse lo mejor posible", justifica
la madre.
Asegura Patricia que "es difícil hacer oídos sordos a
todo lo que se dice en el barrio. Entre las cosas que una escucha y las
noticias que inventan desde Argentina, más quiero viajar para estar al lado de
Jade y abrazarla. Pensar que está encerrada en un centro de detención me
remueve las tripas, pero este es un momento para que mi hija me vea fuerte. Hoy
mi objetivo es conseguir el dinero para viajar cuanto antes a Buenos
Aires".