Desde que llegaron al poder los gobernadores de Entre Ríos,
Córdoba y Santa Fe trazaron una estrategia común por fuera de los intereses
políticos personales: respaldar al campo, que es la matriz productiva de esas
provincias y también parte de la base electoral en esos distritos.
La quita de las retenciones es lo que fusiona la mirada de
los mandatarios en un contexto complejo para el sector agropecuario, con
precios internacionales bajos y una alta carga tributaria. La Bolsa de Comercio
de Rosario calculó que, si no hay cambios, el sector agroexportador aportará
8400 millones de dólares en 2025.
Ante un clima cada vez más enrarecido en el campo, un sector
que vive en la disyuntiva entre respaldar al presidente Javier Milei por una
afinidad ideológica, pero que necesita un desahogo impositivo, los gobernadores
de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Córdoba, Martín Llaryora, y de Entre Ríos,
Rogelio Frigerio, marcaron la cancha con una especie de ultimátum, al asegurar
que si el gobierno nacional no reduce las retenciones “el campo se funde”.
Ese tipo de puesta en escena, que los protagonistas
calificaron hace un tiempo como “la contracara al porteñocentrismo”, en favor
del principal sector productivo de la Región Centro, se potenció a partir de
mediados del año pasado, cuando los tres mandatarios estuvieron en la
inauguración de Agroactiva, en Santa Fe. En ese momento advirtieron que “el
campo no podía más”.
Este martes, en Rosario el reclamo fue más directo, sin
vueltas. Pullaro, además, retrucó que el cobro de impuestos en su provincia se
reinvierte en obras de infraestructura, muchas de ellas, como rutas, que
atraviesan una fuerte desinversión de la Nación, tras tomar la decisión de
paralizar la obra pública.
Los mandatarios aclararon que la reunión no es “una
demostración de fuerza” para el gobierno nacional, sino que es “una necesidad
que manifiesta el principal sector productivo de las tres provincias”. En un
año electoral las señalas políticas atraviesan distintos objetivos.
Pullaro, que fue el anfitrión del encuentro, planteó que
Buenos Aires debe dimensionar que “si no se toman medidas urgentes, el campo se
va a fundir y esto impactará de forma negativa en todas las provincias,
principalmente en la Región Centro”.
Durante las últimas horas trascendió que el tema de las
retenciones probablemente esté en la agenda del ministro de Economía Luis
Caputo, que se reunirá a su regreso de Estados Unidos con los dirigentes de la
Mesa de Enlace. El encuentro, según publicó LA NACION, se llevará adelante el
próximo 6 de febrero. El tema principal será el factor impositivo, como la
reducción de los derechos a la exportación, sumado al resto de los factores que
agrandan la alta carga impositiva.
El problema de las retenciones se tensa cada vez que el
sector agropecuario vive situaciones más ajustadas, como ocurre en este
momento, pero además, se recarga la expectativa de que Milei cumplirá con su
promesa. “Las retenciones sí podrán ser eliminadas y ese es mi compromiso”,
dijo el presidente en su última presencia en la Rural de Palermo. A partir de
ese momento, los pedidos por parte del sector se intensificaron e incluso hubo
quienes le recriminaron al Presidente por el incumplimiento de esa puntual
promesa de campaña.
Frente a esta tensión político que empieza a sentirse en el
campo, ahogado por la baja de los precios internacionales, los problemas
recurrentes con el clima y la alta carga tributaria, Pullaro, Llaryora y
Frigerio salieron a respaldar el reclamo sectorial, que es la base productiva
de la región.
El gobernador santafesino afirmó que “el productor
agropecuario no se lleva la plata afuera, el productor rural invierte en
tecnología, maquinaria, construcción y mueve la rueda y en este momento no da
más”. Pullaro utilizó algunos ejemplos para ejemplificar el impacto que tienen
las retenciones en el sector agropecuario: “Santa Fe aportó en los últimos seis
años aportó 22.000 cosechadoras en materia de retenciones al gobierno nacional
y 150.000 tractores”.
En la misma línea se pronunciaron tanto Llaryora como
Frigerio. “El campo ha ayudado todos estos años a la Argentina. Ha estado
colaborando con el país en todo este tiempo, pero las condiciones
internacionales, climáticas y financieras hacen que el campo no pueda más. Las
medidas que estamos tomando nosotros claramente no son suficientes, necesitamos
una baja urgente de las retenciones para que nuestro campo pueda volver a
producir y no se funda”, coincidió el cordobés.
“Si se funde el campo, la vamos a pasar muy mal”, advirtió
Llaryora durante la conferencia de prensa que se realizó luego de la reunión de
trabajo que tuvo lugar en el Salón Blanco de la Sede de Gobierno de Rosario en
horas del mediodía. “Creo que somos el único país que paga retenciones y si nos
comparamos con países hermanos vemos cómo vienen creciendo y nosotros vivimos
en etapa continúa de decadencia”, sostuvo el cordobés.
El gobernador entrerriano aseguró: “El gobierno nacional
tiene que analizar de manera urgente reducir la presión impositiva de los
derechos de exportación al sector agropecuario. Que no haya ninguna otra
prioridad”. “Es un sector que es el motor del desarrollo de la Argentina y
también un sector que genera arraigo en nuestros pueblos y es una tarea muy
importante”, agregó.
“No nos pueden decir a nosotros que el problema de la
presión fiscal tiene que ver con los tributos que cobramos las provincias, pero
asimismo tomamos un compromiso con la Región Centro: todo recurso que viene del
campo, se va a volcar el 100% a infraestructura rural también”, prometió el
santafesino.
Antes de la reunión, el ministro de Producción de Santa Fe, Gustavo Puccini, desplegó algunos números que muestran cómo impactan las retenciones en el sector agropecuario. “En 2024, de los 5.200 millones de dólares que Nación recaudó por derechos de exportación, el 53% fue aportado por la provincia de Santa Fe”, apuntó.
“Esos miles y millones de dólares no están volviendo a la provincia en materia de infraestructura”, reclamó Puccini. Como contracara, el gobierno expuso hace unos días que comenzó a realizar el tercer carril de la autopista Rosario-Santa Fe, en un intento por mostrar inversiones en esa rama. En ese acto, el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, aprovechó para señalar la falta de inversión nacional y también la resistencia de Milei para transferir las rutas nacionales a Santa Fe para su mantenimiento cuando las principales arterias que unen a las regiones productivas del centro-norte del país con el polo portuario están en pésimas condiciones.