En las últimas semanas, una especie de garrapata que podría
poner en riesgo la salud de los seres humanos fue detectada en Entre Ríos. Se
trata de Amblyomma sculptum, un tipo de garrapata que no es propia de la
provincia pero que, por su potencial para transmitir la bacteria Rickettsia
rickettsii, responsable de la fiebre manchada, ha generado alarma.
La enfermedad, aunque poco frecuente, puede resultar fatal
si no se detecta a tiempo. Según la Fundación de Lucha Contra Fiebre Aftosa
(Fucofa), la garrapata fue encontrada en una tropa de búfalos provenientes de
Corrientes, que llegaron a Gualeguaychú. El descubrimiento puso en alerta a las
autoridades sanitarias, ya que esta especie puede ser un vector de la bacteria
Rickettsia rickettsii, causante de la fiebre manchada, una enfermedad peligrosa
para quienes la contraen.
La fiebre manchada: una amenaza silenciosa
La fiebre manchada es transmitida por las garrapatas
infectadas con Rickettsia rickettsii, y se caracteriza por síntomas como fiebre
alta, dolor muscular, erupciones cutáneas y, en casos graves, insuficiencia
orgánica. Aunque no es común, en Argentina se han registrado algunos casos,
sobre todo en el norte del país. En abril de 2024, la provincia de Salta
reportó dos casos positivos de fiebre manchada, lo que refuerza la importancia
de este hallazgo en Entre Ríos. Además, en 2022 se detectó el primer caso
autóctono en la Reserva Ecológica Costanera Sur de Buenos Aires. El hecho de que
la garrapata haya sido encontrada en una tropa de animales provenientes de otra
provincia resalta la importancia de los sistemas de monitoreo en el control de
estas especies.
La importancia de la vigilancia epidemiológica
El hallazgo de Amblyomma sculptum en Entre Ríos, aunque aislado, pone de manifiesto la importancia de los sistemas de vigilancia epidemiológica que lleva adelante Fucofa. Según autoridades locales, este es el primer caso registrado en la provincia, lo que resalta la eficacia del monitoreo que se realiza en la región para controlar la presencia de garrapatas peligrosas. Fucofa detalló que la garrapata llegó a la provincia debido a la migración de animales infestados desde Corrientes, y recalcaron que esta especie no está establecida en Entre Ríos.
El trabajo conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) permite implementar medidas rápidas de control, lo que garantiza que la amenaza se mantenga bajo control. La detección temprana, sumada a la colaboración con otras entidades como el INTA, permite anticiparse a posibles brotes de enfermedades como la fiebre manchada.
Un sistema de control robusto
El sistema de monitoreo no solo actúa como barrera para prevenir la propagación de enfermedades en Entre Ríos, sino que también protege a la zona norte de Buenos Aires, evitando que garrapatas invasoras lleguen a estas áreas. La vigilancia constante y la pronta identificación de especies como Amblyomma sculptum son clave para prevenir el avance de enfermedades zoonóticas en el país.
Además, gracias a la cooperación con INTA Rafaela, Fucofa ha logrado profundizar las acciones de monitoreo, lo que fortalece la capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad. Este sistema de vigilancia integral contribuye tanto a la salud pública como a la protección del sector ganadero, actuando como una red de seguridad frente a enfermedades que podrían afectar a la población.
¿Por qué es crucial este monitoreo?
El hallazgo de una garrapata no típica en la provincia resalta la necesidad de mantener un sistema de vigilancia epidemiológica activo. A medida que las enfermedades zoonóticas, como la fiebre manchada, pueden propagarse rápidamente debido a factores como la movilidad animal y el cambio climático, es fundamental que las autoridades sanitarias actúen con rapidez y precisión. El monitoreo constante de los recursos forrajeros y de la fauna en la región es indispensable para mantener la salud pública a salvo.