Veinticuatro horas después, Mauricio Macri se hizo cargo de la advertencia de Javier Milei, que el domingo sorprendió en una entrevista cuando le pidió al PRO resolver ir “juntos o separados en todos lados”, y se mostró de acuerdo con el planteo presidencial. Sin embargo, su posteo en X en la previa de la Navidad, volvió a abrir un abanico de interpretaciones similar al que giró durante todo el día en torno al reclamo público del jefe de Estado, que adelantó los tiempos de la campaña en plena tensión con el ex presidente.
“Acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”, escribió Macri en sus redes mientras Milei promediaba una extensa y muy llamativa entrevista con Alejandro Fantino sobre la figura de John Keynes, con un promedio de más de 40 mil personas en vivo, y un pico máximo al final, cuando le regalaron una réplica de la espada de León-O de los Thundercats y el mandatario entró en un momento de éxtasis.
A Macri, las declaraciones de Milei lo sorprendieron en Cumelén, en Villa La Angostura, en el inicio de sus vacaciones y previo a los festejos de Navidad y fin de año, en momentos de alta tensión con el Gobierno y de extrema sensibilidad por la decisión de La Libertad Avanza, impulsada y ejecutada por Karina Milei, de avanzar sobre la Ciudad de Buenos Aires, la casa matriz.
Este lunes, el ex presidente tenía previsto convocar a una reunión de la mesa ejecutiva del partido, pero al final fue aplazada, en simultáneo a una serie de definiciones que su primo Jorge Macri está a punto de oficializar en las próximas horas, y que podrían tensar aún más la relación con LLA: el viernes, entre la Navidad y el fin de año, el jefe de Gobierno planea anunciar el desdoblamiento del calendario electoral para tratar de asegurarse la Legislatura, y podría enviar el proyecto de eliminación de las primarias porteñas, para que, en ese caso, los vecinos de la Ciudad vayan a votar solo dos domingos en el 2025. También, la convocatoria a una reforma constitucional, para llevar, además, un apellido de la familia en la boleta.
Ayer, el ex intendente de Vicente López convocó a su gabinete a un brindis en las oficinas de Uspallata: austero, solo champagne por copa, algunos sándwiches y empanadas, y no mucho más. Sirvió, además, para darle la bienvenida oficial a Laura Alonso, justo en el día de su cumpleaños, que estaba ansiosa por empezar a colaborar desde la vocería, en un equipo de gobierno listo para ser renovado, y que la semana pasada se enteró por Manuel Adorni que el secretario de Seguridad se mudaba a la SIDE.
En línea permanente con Cumelén, el jefe de Gobierno volvió a reiterar en el brindis con sus ministros que seguía adelante con su plan de campaña unilateral sin La Libertad Avanza. “El mensaje fue que vamos a seguir por la misma línea”, sintetizó un colaborador.
Algo parecido ya había dicho Jorge Macri en su larguísimo discurso del último jueves, en la reunión de gabinete ampliado en la Usina del Arte, en la que volvió a reclamar que no quiere hacer de la capital un “botín de guerra”. El alcalde cerró con un saludo, y un mensaje anticipatorio: “Feliz Navidad, y prepárense que en la Ciudad va a empezar antes la campaña”.
Macri ya había intentado en el segundo semestre del año avanzar en un acuerdo con Milei, pero nunca encontró una respuesta satisfactoria del presidente. Para peor, los colaboradores más influyentes del mandatario, como su hermana y el consultor Santiago Caputo, desplegaron una serie de iniciativas destinadas a menospreciar al jefe del PRO, y atacar a la administración de la capital, es decir, el corazón político y financiero de su proyecto.
Solo la semana pasada, el PRO consiguió una aprobación ajustadísima y muy trabajada del presupuesto, y el jefe de Gobierno se enteró por X que su secretario de Seguridad y jefe operativo de la Policía, con el que había acordado una salida, había sido contratado por Milei y los Caputo como flamante “Señor 8". Cuando el ministro de Hacienda porteño, Gustavo Arengo, visitó en la Legislatura a María del Pilar Ramírez, la delegada de Karina Milei en territorio porteño, para negociar el presupuesto, entendió enseguida que la postura libertaria de rechazo al proyecto consistía más bien en un posicionamiento político que económico: “Nunca hubo decisión de acompañar”, explicaron en el gobierno porteño. El domingo, en un reportaje en La Nación, la legisladora dijo que detrás de los próximos anuncios del ex intendente de Vicente López veía “un tufillo raro”. ¿A qué se refirió?
En esa abierta disputa, el presidente planteó sus condiciones: “Juntos o separados” en todos los distritos. Hubo múltiples lecturas: desde un ultimátum a Macri hasta un mensaje interno al triángulo de hierro y sus operadores políticos. ¿Podría tratarse de una puesta en escena? ¿O el preparativo de una narrativa frente a un escenario de no acuerdo?
Ayer, en usinas cercanas a ambos campamentos se analizaba la conveniencia de organizar una campaña por separado, premeditadamente estudiada, en la capital. Fuentes del armado libertario resaltaron, sin embargo, que tras el mensaje presidencial no hubo ninguna nueva bajada de línea interna.
Las encuestas pronostican un escenario impredecible. La respuesta de ayer del ex presidente también abrió una serie de interpretaciones. Consultados en su entorno, sus colaboradores aseguraron que no había que tomar el mensaje solo como una contestación conciliadora. Y remarcaron tres frases: “Cumplir con la palabra”, “poner todas las ideas sobre la mesa” y “cuidar la república”. “Lo más importante es el respeto o cuidar la república, porque lo de poner las ideas sobre la mesa incluye el respeto institucional, que es lo que ellos no creen”, explicaron muy cerca de Macri, que no está dispuesto a entregar tan fácil su partido, ni firmar el certificado de defunción. Es consciente de que hay dirigentes listos para saltar. El ex mandatario quiere evitar fagocitarse tan rápido, y conoce las intenciones en la otra orilla.
El jefe del PRO cree estar en condiciones de plantear condicionamientos. Admite, además, que buena parte de la gobernabilidad de este año fue por el apoyo de su sector, que no recibió ninguna contraprestación por esa colaboración y que, por el contrario, solo obtuvo frustradas señales. Por ejemplo, está en contra del envío de los pliegos de los dos jueces propuestos por la Casa Rosada, quedó furioso por el desplante oficial en torno a la fallida sesión por Ficha Limpia y en las últimas dos semanas ordenó que se publiciten con el mayor despliegue posible los serios reparos de su partido a la licitación de la hidrovía. Buena parte de esas iniciativas tienen el sello de Santiago Caputo.
En medio de esos reproches, la secretaria General de la Presidencia dio luz verde para avanzar sobre la Ciudad, y los armadores bonaerenses de LLA hicieron saber que, por el momento, trabajaban en paralelo en una estrategia unilateral en ese distrito bastión del peronismo.
Mientras que en otras provincias, como Entre Ríos, el gobernador macrista Rogelio Frigerio comenzaba a gestionar una alianza propia con el Ejecutivo, que intentó incluir, a través de sus emisarios, una candidatura de Edgardo Kueider para dividir al voto del PJ, antes de que el ex senador fuera detenido con 211.000 dólares sin declarar en la frontera con Paraguay. Desde el entorno del gobernador rechazaron de entrada esa movida.
Hay otro gobernador del PRO que ya tenía listo a mitad de año un nuevo esquema publicitario por fuera del sello tradicional. En ese contexto, el presidente desconcertó, antes de exigir en el reportaje con Forbes la unificación de la estrategia en todo el país, cuando habló desde Tucumán sobre “operaciones” contra Cristian Ritondo, una encendida defensa pública del jefe del bloque del PRO que ningún dirigente macrista se animó a realizar.
Ritondo le agradeció por WhatsApp a Milei. Podría tratarse del operativo de “carancheo” que incluiría a dirigentes como Diego Santilli o Alejandro Finocchiaro que, a diferencia del jefe de la bancada, tienen que renovar el próximo año sus bancas en Diputados. Ambos fueron “habilitados” por Macri para explorar “acuerdos razonables” con La Libertad Avanza. La campaña se adelantó, y el verano promete ser largo.