Victoria Villarruel le avisó a la Casa Rosada que iba a convocar a una sesión este jueves para discutir la expulsión (o la suspensión) de Edgardo Kueider, el senador que fue detenido cuando intentó ingresar a Ciudad del Este desde Brasil con más US$ 200.000 en efectivo sin declarar. La vicepresidenta, que está marginada de las reuniones de equipo del Poder Ejecutivo y tiene una pésima comunicación con Balcarce 50, le hizo saber al primer anillo de Javier Milei que ya no había más margen para dilatar la cuestión.
En la Casa Rosada, no obstante, exhibieron sorpresa por el mensaje que ella publicó en la red social X, donde dijo que el caso Kueider es “un bochorno”, habló de la “hipocresía del kirchnerismo”, y proclamó: “Me hubiera gustado incluir también un proyecto presentado para suspender al senador Oscar Parrilli (Unidad Ciudadana), quien irá a juicio oral nada más y nada menos que por encubrimiento agravado y traición a la patria”. El senador e histórico ladero de Cristina Kirchner está procesado en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán.
“Sabíamos que ella iba a convocar a sesión, pero el tuit fue algo de ella, no fue un mensaje consensuado”, dijo un alto funcionario. Otro ladero de Milei aportó a LA NACION: “Se cortó sola, no hablamos, pero no es mala idea”.
Es que, mientras Villarruel lamentaba públicamente no haber podido impulsar un proyecto para suspender a Parrilli -y de ese modo de equiparar la situación de Kueider a la de un ultrakirchnerista- en la Casa Rosada estaban haciendo gestiones, justamente, para sumar ese proyecto a la sesión de hoy. La mesa chica de Milei trabajaba en contacto permanente con el titular del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara alta, Ezequiel Atauche, para darle impulso a esa iniciativa con el objetivo de incomodar a Unión por la Patria al filo de la sesión.
El proyecto para suspender a Parrilli tenía la firma del presidente provisional del Senado, el libertario Bartolomé Abdala, que el martes se había reunido en la Casa Rosada con el vicejefe de Interior, Lisandro Catalán, número dos del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El Gobierno exhibió dificultad para trazar una estrategia clara frente al caso Kuieder. El tema genera incomodidad. No solo porque Cristina Kirchner se ocupó de poner sobre relieve que el senador entrerriano es un aliado de la Casa Rosada -se conoció que al momento de su detención Kueider quiso protegerse alegando ser un “afín al gobierno de Milei”- sino porque, en caso de que prospere su expulsión, su lugar lo ocuparía Estefania Cora, militante de La Cámpora. Es decir que el Gobierno perdería un aliado para que se incorpore una opositora acérrima.
Apenas estalló el escándalo, en el Gobierno primero dijeron que, en caso de que se buscara la expulsión de Kueider, La Libertad Avanza iba a impulsar el apartamiento de todos los diputados y senadores con causas judiciales abiertas.
En Balcarce 50 hicieron una lista con los legisladores en esa situación y Manuel Adorni hizo una encuesta en su cuenta de X en la que le preguntó a los usuarios de la red social si estaban o no “a favor de destituir a todos los diputados y senadores que tengan causas judiciales”.
Si bien se especuló con esa idea durante varios días, nunca pudo pasar de una chicana: en Diputados no hay posibilidad alguna de que prospere una sesión especial para un tema así, que además podría complicar a algunos de los diputados aliados.
En la previa de la sesión convocada para este jueves en el Senado, el Gobierno pasó del plan de ir por todos los legisladores con expedientes judiciales abiertos a la alternativa de adherir a la sesión especial del Senado un tercer proyecto para suspender únicamente a Parrilli con los mismos argumentos que le pesan a Kueider.
En la sesión, entonces, se tratará primero el proyecto para expulsar al senador entrerriano del cuerpo, impulsado por Unión por el Patria. En segundo lugar, se tratará el proyecto para suspender a Kueider hasta marzo sin goce de sueldo, la alternativa más light. Esa es la iniciativa que empuja el Gobierno -para no perder una banca en manos de La Cámpora- que tiene la firma del titular del bloque Pro, Luis Juez, pese a que ese senador ayer había tenido manifestaciones durísimas contra su par entrerriano.
En el Gobierno son escépticos: es probable que ninguna de las tres iniciativas obtenga la mayoría agravada requerida para su aprobación. “Al final, nos vamos a exponer todos”, se lamentó un oficialista.