Cecilia Goyeneche era la subprocuradora de Entre Ríos y, como
tal, coordinó al grupo de fiscales que investigó al exgobernador Sergio
Urribarri en la causa por la que este martes fue detenido. Fue sometida a un
jury y removida de su cargo por haber “perdido el atributo de objetividad”.
Ella alega que sufrió un persecución por haber investigado al poder y ahora
espera que la Corte Suprema de Justicia de la Nación la reponga en su cargo.
En junio pasado, el procurador general interino, Eduardo
Casal, dictaminó en favor de Goyeneche. Le dijo a la Corte que hubo una “grave
violación a la garantía del debido proceso” en el trámite de la remoción de la
exfuncionaria, que tenía el rol de fiscal anticorrupción en la provincia.
El próximo paso es que la Corte decida si hace lugar al
pedido del Procurador y deja sin efecto el fallo del Superior Tribunal de Entre
Ríos que ratificó la remoción de Goyeneche.
Casal -en línea con lo que había planteado ella- entendió
que quien ofició de fiscal en el jury (y la acusó) estuvo mal designado porque
la ley dice que debe ser un miembro de la procuración entrerriana y, en cambio,
pusieron a un abogado, que ofició de “fiscal ad hoc”. El argumento para eso fue
que, como Goyeneche era la número dos de la procuración provincial, existía un
temor de que los otros fiscales no quisieran avanzar contra ella.
A juicio de Casal, en el proceso contra Goyeneche existió
“una grave violación a la garantía del debido proceso en los términos del art.
18 de la Constitución Nacional”. Goyeneche, además de ser la número dos de la
Procuración de Entre Ríos, coordinaba los equipos que investigaban las causas
de corrupción.
Hoy, Goyeneche ejerce como abogada y es profesora
universitaria. “Estoy confiada en lo que pueda pasar en la Corte. Tengo muy
buenas razones para creer que mi situación va a revertirse”, dijo, en alusión a
los argumentos de peso que -según ella- sostienen su reclamo. Goyeneche cree
que esta detención de Urribarri y la visibilidad que tomó el tema pueden ayudar
a que se acelere la definición de su causa.
Sobre la detención de Urribarri, Goyeneche dijo: “Fue una
gran sorpresa, todos en Entre Ríos nos sorprendimos. Uno siempre cree que al
final no va a terminar sucediendo. Nos dio mucha satisfacción. Es un soplo de
aire fresco”.
La decisión de echarla
El 24 de mayo pasado de 2022, el Jurado de Enjuiciamiento de
Entre Ríos dio a conocer el fallo que destituyó a Goyeneche. Por cinco votos
contra dos, consideró que ella había perdido la objetividad.
El reproche central fue no haberse excusado en el caso de
los “contratos truchos” de la Legislatura entrerriana, una gigantesca estafa
que tiene entre sus acusados al contador Pedro Opromolla, que fue amigo del
marido de Goyeneche y compartía con ella inversiones en fideicomisos para
adquirir dos departamentos.
Goyeneche denunció que con su destitución “quedaron a la
vista las complicidades de la Justicia y la política con la corrupción”. Hoy
celebró el dictamen de Casal: “Es lo que estábamos esperando que pasara. Está
claro que la causa en mi contra fue armada para conseguir la destitución”.
Después del dictamen de Casal, el expediente volvió a la
Corte, que no tiene un plazo fijado por la ley para dictar su fallo. El
dictamen de Casal no es vinculante para el máximo tribunal.
Si la Corte coincide con la opinión del Procurador, deberá
“dejar sin efecto la sentencia apelada y devolver las actuaciones al tribunal
de procedencia [la Corte entrerriana] a fin de que se dicte una nueva conforme
a derecho”. Eso fue lo que dictaminó Casal.