Un standapero que se presentó como amigo de Javier Milei
contó chistes, el famoso youtuber “El Presto” planteó que detrás del atentado a
Cristina Kirchner estuvieron “las cloacas de los servicios de inteligencia”, un
personal trainer que lidera un espacio de derecha confesó que ojalá lo
registrara la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y una ex amiga de
Fernando Sabag Montiel, enojada porque le decían “la tóxica”, afirmó que al
principal acusado lo “fueron llevando” a tratar de matar a la ex presidenta.
Todo eso sucedió en la última audiencia del juicio oral por ese ataque, donde
-además- el primo de Brenda Uliarte, otra de las acusadas, estuvo a punto de ir
preso. Por primera vez en el juicio, el tribunal oral decidió denunciar a un
testigo por falso testimonio.
Se sabía que iba a ser una audiencia intensa. Lo primero que
hizo la jueza Sabrina Namer fue pedir a las partes que, como tenían una jornada
con muchos testigos, intentaran ser breves en el interrogatorio. No sucedió.
Fue la audiencia más larga desde el inicio del debate: comenzó a las 10 de la
mañana y, a las 19:30, aún no había terminado.
Mientras en el Congreso se debatía si se frenaba el veto a
la ley del financiamiento educativo e incluso un militante libertario terminaba
refugiándose en una casa de empanadas, en los tribunales de Comodoro Py 2002 se
concentró un grupo de simpatizantes de las ideas libertarias que impulsaron la
candidatura de Javier Milei y que terminaron mencionados en la investigación
por el atentado a Cristina Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre de 2022. En el
juicio están siendo juzgados Sabag Montiel, como quien apuntó un arma en la
cabeza contra la entonces vicepresidenta; su ex novia Brenda Uliarte, y Nicolás
Carrizo, jefe de ambos, a quien señalan como partícipe secundario en el ataque.
Martín Uliarte es primo de Brenda Uliarte y policía de la
Policía Bonaerense. En la casa familiar de Brenda fue secuestrado un manuscrito
sobre la regla de Tueller, un entrenamiento que se enseña en algunas fuerzas de
seguridad y que plantea un escenario de peligrosidad de una persona armada con
un cuchillo frente a otra con una pistola enfundada. En la instrucción, la
querella de Cristina Kirchner había puesto el foco en ese hallazgo porque
Patricia Bullrich y Gerardo Milman lo habían querido incorporar en los
protocolos cuando estuvieron al frente del Ministerio de Seguridad durante el
gobierno de Mauricio Macri.
La declaración de Martín Uliarte ante el tribunal comenzó
con advertencias. La fiscal Gabriela Baigún le subrayó varias veces que, aunque
fuera primo de Brenda, no podía mentir, lo que llevó a la defensa de la acusada
a quejarse por la insistencia. Brenda lo había llamado el 1 de septiembre de
2022, día del atentado, por la tarde y también minutos después del ataque.
"Brenda me dice que el ‘Negro’, que sería Sabag, no recuerdo
la palabra exacta, intentó matar a la presidenta. Obviamente no le creí”, dijo
el testigo. Pero los llamados entre Brenda y su primo fueron varios. El policía
estaba de servicio. Contó que le dijo que al día siguiente, al salir, iría a su
casa para que le explicara bien. La fiscal insistía en conocer el detalle de
todas esas llamadas, pero Martín Uliarte aseguraba que no recordaba. El testigo
afirmó que su prima le hizo una pregunta “bastante idiota”: si Sabag podía ir
preso. “Ella decía que no tenía nada que ver”, afirmó.
La fiscal le preguntó si Brenda ponía armas en su estado de
WhatsApp o anunciaba que iba a matar a políticos, pero su primo respondió que
no recordaba, que tampoco se metía en la vida de la gente y que solo sabía que
la joven había estado en Crónica TV diciendo que vendía copitos (de azúcar) y
peleándose con una planera. “Era una idiotez”, afirmó. Aseguró que a Brenda
había que creerle a medias porque “era muy fantaseosa” y podía decir que estaba
cursando una carrera universitaria cuando ni siquiera se había anotado. “No hay
que creerle mucho”, señaló.
“Toda mi familia ya sabe cómo es Brenda. Tuvo un pasado
difícil. Falleció un hijo. El padre nunca se hizo cargo. Siempre fue
dependiente de una abuela que falleció. Como tuvo un pasado difícil, es una
persona que está muy trastornada. Fantaseosa. Dice que quiere hacer
profesiones, pero ni está anotada. Está con una pareja, después aparece con
otra. Siempre cambió de personalidad”, declaró.
Uno de los dos focos del interrogatorio se centró en por qué
escribió lo de la regla Tueller (según dijo en la instrucción, se lo dio un
profesor en la academia policial). Una de las notas aparecía en una hoja
suelta; la otra en un cuaderno, aunque los acusadores advirtieron que tenían
una palabra distinta en el texto: en uno decía que era una técnica para
“defenderse” y en otro para “sobrevivir”. El tribunal pidió explicaciones por
la diferencia.
El segundo foco estuvo en las llamadas de esas horas,
previas y posteriores, con Brenda. Hubo un primer llamado cinco horas antes,
luego otro a las 21:04 (el ataque acababa de ocurrir), otro 20 minutos después
y otro diez minutos más tarde. Al día siguiente también se registraron
mensajes. Le mostraron planillas, le reclamaron precisiones y la querella le
hizo notar que una quincena de veces había dicho “no me acuerdo”. Se
interrumpió la audiencia dos veces porque se pidió su detención por falso
testimonio.
“Nos ha mentido en la audiencia, de la manera más evidente.
Dijo que había levantado notas y hemos podido cotejar que esas notas son
mentira, son obtenidas por internet. No podemos seguir interrogando a una
persona que le decimos mentirosa”, dijo el abogado de Cristina Kirchner, José
Ubeira. El joven insistía en que no recordaba (“no le voy a mentir, no
recuerdo”) y, después de un rato, terminó ofreciendo su celular para que lo
revisaran y comprobaran qué llamadas había hecho aquel día. Finalmente, el
tribunal deliberó y resolvió que no se lo iba a detener, pero que se extraerían
testimonios para que se lo investigara.
El segundo testimonio fue el de Eduardo Miguel
Prestofelippo, conocido como “El Presto”, un youtuber vinculado a la militancia
libertaria, anticuarentena y antikirchnerista, y que fue denunciado por
amenazar en redes sociales a Cristina Kirchner. De hecho, el comunicador tiene
una causa en la justicia federal de Córdoba por haber escrito un tuit el 27 de
agosto de 2020, durante una sesión virtual por la reforma laboral en el Senado,
diciendo: “Vos no vas a salir VIVA de este estallido social. Vas a ser la
primera -junto con tus crías políticas- en pagar todo el daño que causaron. TE
QUEDA POCO TIEMPO”.
Como la fiscal Baigún le recordó esa causa, “El Presto”
aseguró que su mensaje había sido malinterpretado, que había dicho que no iba a
salir “viva políticamente” del intento de reforma judicial y que, como
consecuencia de su mensaje, se allanó su casa y terminó detenido. “Yo dije que
no iba a salir viva políticamente, jamás dije que hay que matarla. Quiero
aclarar eso, si me lo permite. A mí se me utilizó. Se me hizo un allanamiento,
me llevaron detenido por un tuit. Cuando acá tenemos comunicadores que han
publicado imágenes de Mauricio Macri con un balazo en la cabeza y jamás les
hicieron nada. Yo dije que detrás de la detención nuestra había otros intereses
porque nosotros habíamos publicado información sobre los funcionarios que
estuvieron en la AFI en ese momento”, afirmó.
Cuando, en su hipótesis de que mediaba la violencia de
género en el atentado, la fiscal le preguntó por qué no criticaba a Alberto
Fernández, el testigo afirmó que en ese momento los cuestionamientos apuntaban
al Senado.
En su exposición, “El Presto” explicó que su intención es
“dar una batalla cultural desde las ideas de la derecha en contra de los
gobiernos populistas”, pero rechazó que en sus iniciativas se busque incentivar
la agresión física al kirchnerismo. “Puedo tener un léxico desaforado o
vehemente, pero jamás mandaría a los jóvenes… Es más, está el material donde
digo que no tenemos que repetir lo que hicieron en los ‘70 y las cárceles del
pueblo. El camino es la batalla cultural y siempre voy por eso”. Aclaró que no
conocía ni al espacio Nuevo Centro Derecha ni a Revolución Federal, y afirmó
que estuvo a punto de ser candidato en 2021 por el partido de José Luis Espert
en Córdoba, pero no fue habilitado, y que una vez visitó a Patricia Bullrich en
la sede del PRO.
La fiscal exhibió fotos de El Presto con Bullrich y con
Javier Milei, junto a otros libertarios que buscaban dar pelea a los medios
hegemónicos, “los que tienen el control de las voces”. Presto decidió “apoyar a
Javier Milei porque era una voz disruptiva en ese momento que necesitaba un
diputado como él”, dijo. La fiscal también lo mostró con el exdictador Rafael
Videla (“me reuní para entrevistarlo y también me reuní con integrantes de
Montoneros”) y con Ximena Tezanos Pintos, quien aparecía con un redondel que
decía “vecina” (de CFK). “Quizás suene pedante, pero tengo más de un millón y
medio de personas que me siguen en todas las redes”, afirmó.
Finalmente, le preguntaron por Brenda Uliarte. “En uno de
los actos de Javier Milei, en Lezama, se me acercó a saludar. Yo la conocía
como Ambar. Y me escribió por privado en un Instagram que tenía otro nombre, y
después sí tuve conversación cuando tenía ese IG con el nombre Ambar. Me escribía
asiduamente. Le di mi número. Me empezó a escribir por WhatsApp. Yo no sabía
que hacía contenido erótico. Y un día, estando acá en Buenos Aires, en el
departamento de un amigo, me escribió; estábamos bebiendo (con mi amigo), era
de madrugada y ella se acercó esa noche. Después desapareció, me siguió
escribiendo y no le volví a responder”, afirmó el testigo.
Según señaló, ella se apareció en el departamento de su
amigo y, después, en la presentación de una película sobre el peronismo que él
presentaba en La Plata. “A mí esa situación me afectó muchísimo. Cuando se da
la película, ella no va a ver la película. Llega media hora antes, se queda a
un costado. Hacía mucho frío y ella iba con ropa liviana. Se quedó sentada en
un banco, y después se acercó y dijo: ‘puedo ir con ustedes, no tengo cómo
volverme’. Una productora le dijo que no había lugar. En el auto agregó: ‘no sé
para qué se quería subir esa mina en el auto si la trajo un auto con vidrios
polarizados’. No volvimos a tener contacto. Pero me siguió escribiendo y un día
me escribió un texto muy raro, hablando de un amor... Un delirio. A una persona
que vi 15 minutos, 15 minutos y una noche, en donde fue un encuentro sexual y
nada más”, afirmó.
Pero además Presto dijo sentirse shockeado por los diálogos
que reveló Infobae el 7 de agosto del 2022: los mensajes de Brenda permiten ver
una “actitud obsesiva” por parte de la acusada en su intención de vincularse
con el periodista, e incluso pensó en hackearle el teléfono. “No creo que se
trate de dos lúmpenes. Yo creo que acá hay olor a las cloacas de los servicios.
Y a mí esto me ha hecho daño”, afirmó. “Yo tengo una causa que me armaron.
Tampoco soy tan importante, pero nunca nos van a perdonar que pusimos un
presidente gracias a las redes sociales. No me cierra esta historia. Como no me
cierra lo que pasó, que 20 días después una persona dijo que oyó en un bar
‘cuando la maten yo voy a estar camino a la costa’ y los mensajes no están”,
aseguró.
Prestofelippo afirmó que “hubo una mano muy negra para ensuciar
a comunicadores críticos al kirchnerismo” y marcó la obsesión de Brenda por
“quererse meter a diferentes grupos” como el de Nuevo Centro Derecha. “Se han
comportado muy burdamente”, dijo. “Yo aborrezco al kirchnerismo, pero no me
metería en una marcha del kirchnerismo a provocar”, afirmó. “Estas personas,
desde que estoy sentado acá, se ríen de todo eso, carajo”, gritó. Fue el límite
para la jueza, que lo llamó a cuidar sus expresiones.
Cuando terminaba, el testigo afirmó que jamás llamó a matar
a Cristina Kirchner. “Yo la quiero viva eternamente y que tenga prisión
efectiva”, agregó.
Los referentes de Nuevo Centro Derecha
La investigación por el atentado a Cristina Kirchner en la
instrucción también apuntó a la agrupación “Nueva Centro Derecha” y su líder,
Hernán Carrol, para saber qué vínculos tenían con Brenda Uliarte y Fernando
Sabag Montiel. Todo comenzó con una carta que escribió Sabag Montiel en prisión
y que habría redactado cuando estaba alojado en la sede de la Policía de
Seguridad Aeroportuaria, y lo separaba una pared de distancia de su entonces
novia. En aquella carta, Sabag Montiel pedía echar a su abogado defensor y
aseguraba que “en breve” iba a designar “el nuevo abogado”. “Dejo en poder a
elección del señor Hernán Carrol, quien dispone los medios necesarios para la
implementación del cargo del nuevo abogado”.
Carrol había conocido a Brenda y a Sabag cuando la joven
comenzó a salir en Crónica TV peleándose con una planera. Como su agrupación se
había movilizado contra las medidas impuestas en la cuarentena (Carrol era
personal trainer y no podía trabajar) y promovían ideas de derecha, la “copito”
que decía estudiar medicina se había hecho viral y les pareció un personaje a
entrevistar en los vivos de Instagram que proliferaron durante la pandemia. En
la entrevista, que tuvo buena repercusión entre sus seguidores, también
apareció Sabag Montiel. Durante la charla, los invitaron al cumpleaños de un
standapero del espacio Martín Almeida, que se hacía en un bar abierto.
Según contó Carrol, la pareja se apareció en el bar, estuvieron media hora, casi no interactuaron con ellos, pero Brenda les contó que tenía una relación con un periodista, aunque, a diferencia de este, Sabag sí la trataba bien. “Me causa gracia porque se ha dicho una cantidad de barbaridades... Nunca se habló de política en el cumpleaños”, afirmó. También dijo que, tras la detención de Sabag, un abogado conocido le pidió tener un puente, vía Brenda, porque le interesaba representarlo por el marketing que prometía la causa. Sin embargo, nunca llegó a contactarlo porque Brenda también fue arrestada.
El testimonio avanzó, no obstante, sobre su militancia en su agrupación de derecha y con qué políticos se vinculaban. “Soy más de Milei que de Bullrich”, comentó. Confesó que fue uno de los que organizó el encuentro en donde el hoy presidente se vio por primera vez con la actual ministra de Seguridad. Cuando le preguntaron si era allegado a Bullrich, respondió que ojalá la funcionaria lo registrara. Aprovechó también para desmentir que alguna vez hubiera viajado con el diputado bullrichista Gerardo Milman a Perú. “En mi vida vi a Milman. La ex primera dama (por CFK) dijo que yo estuve en Perú. No conozco Perú”, afirmó.
En su declaración, Carrol también aseguró que, al principio, no creyó que el intento de homicidio a Cristina Kirchner fuera cierto. “Yo no creí que fuera un atentado, pensé que era una puesta en escena, un arma de juguete. Porque para mí había cosas que no cerraban: que se haya penetrado el anillo de seguridad, que se colocara al acusado del lado de la ventana y no en el medio... Después tomé conocimiento de lo que pasaba. Puedo estar en las antípodas del pensamiento de CFK, pero nunca iría contra la vida de nadie”, afirmó.
Luego fue el turno de su amigo “El Negro” Almeida”. Aunque ya había pasado más de siete horas esperando a ser llamado, el joven entró haciendo chistes. De hecho, como tanto la fiscal como los abogados de la querella se habían levantado y salido de la sala de audiencias, el humorista comentó que lo estaban discriminando por ser negro y que justo iba a contar unos “chistardos”.
“Conozco a Javier Milei. No es que hablo todos los días, pero tenemos una relación. Lo considero un amigo. No sé cómo me considera a mí”, dijo cuando la fiscal le preguntó por sus vínculos con la política. A Patricia Bullrich dijo que solo la conocía de saludarla cuando armaban movilizaciones después de la cuarentena. ¿Cómo llegó a conocer a Brenda? “El 17 de agosto de 2022, nosotros le decíamos ‘copito’, la invité a mi cumpleaños. Era un bar abierto”, relató. Entre risas, añadió que no le llevaron nada de regalo. “¿En el cumpleaños les dijeron que iban a atentar contra Cristina Kirchner?”, preguntó la fiscal. “No, no tuve interacción. Llegaron, los saludé y me fui”, respondió.
El 2 de septiembre, al día siguiente del atentado, Almeida
le escribió un mensaje a Brenda. Explicó que estaba cenando con amigos, el
atentado a CFK ya era viral y reconoció la cara del atacante. Era la pareja de
Brenda. “Todo el mundo decía que era la pareja de copito. Yo voy a la fuente.
Le digo: ‘¿Qué pasó, se pudrió?’ Quería saber qué había pasado”. Pero Brenda no
le contestó.
El abogado de Nicolás Carrizo, Gastón Marano, quiso saber sobre una humorada que Almeida había publicado también por esas horas. El joven la recordó y la celebró. “Hice un montón... Tengo un chiste que escribí: ‘Está bueno pasar a la acción si querés cambios, excepto que seas Sabag Montiel. Ahí mejor no hagas nada’”, contó. Se escucharon risas en la audiencia. “Es bueno, ¿viste?”, dijo. Marano le preguntó si se podía hacer humor con esto. “Con todo se puede hacer humor”, respondió. No es un dato menor para el abogado: su cliente también aseguró que está preso por haber hecho una broma diciendo que sabía del atentado.
Sobre el final, declaró una joven que estaba saliendo con
David Robles, el supuesto agente de la DEA que conocía a Brenda Uliarte y
declaró la semana pasada. La joven también había conocido a Sabag Montiel en un
boliche y contó que se había acercado a él porque lo apartaban de los grupos y
se sentía identificada. Incluso confesó que lloró cuando se enteró que estaba
preso porque “se había cagado la vida”. Opinó que seguramente Brenda lo había
llevado a esa situación.
Su testimonio, sin embargo, tuvo momentos curiosos. Por
ejemplo, cuando apenas se sentó, dijo que quería hacer un descargo porque
estaba enojada tras enterarse en la audiencia pasada que su ex la llamaba “la
tóxica” y que le había mentido sobre su relación con Brenda. También, en un
momento, mientras la interrogaban sobre el círculo en el que se movía, lo que
habló después del atentado y por qué decía que “en el ambiente se sabe todo”,
la joven miró al tribunal y le preguntó a la jueza: “¿señora jueza, qué
opina?”. Ya habían pasado muchas horas dentro del tribunal, y Namer soltó una
carcajada.