En su hábito de usar la red social "X" para
provocar, ridiculizar, atacar a quienes piensan distinto y defender su
"batalla cultural", Javier Milei pasa el día haciendo retuits de lo
que publican una serie de cuentas, muchas de ellas ligadas al sistema de
comunicación de su gobierno. El Presidente elige a quien repostea y esta semana
compartió una publicación del seudo humorista y standupero libertario Martín "El
Negro" Almeida. Diez días antes de intentar matar a la expresidenta
Cristina Fernández de Kirchner, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte
estuvieron en su cumpleaños en un bar con karaoke en Palermo. "¿Se
pudrió?", le mandó un mensaje a ella tiempo después. Almeida fue referente
junto a Hernán Carrol de la agrupación Nueva Centro Derecha (NCD) que tuvo un
papel protagónico en las protestas violentas que comenzaron en la pandemia. A
su vez, estaba ligado a un grupo de youtubers/influencers llamado "El Ministerio
del Odio", que hacían transmisiones y eventos en el tono que su nombre
indica. En ese grupo también estaban "El Presto", Eduardo Miguel
Prestofelippo, con quien Uliarte tuvo un romance o relaciones sexuales, y está
procesado por amenazas de muerte a CFK. Almeida, Carrol y Prestofelippo están
citados como testigos en la próxima audiencia del jucio por el atentado, que
será el miércoles.
Almeida, el seudo humorista
El día posterior al atentado, Almeida subió un video a su
Instagram filmado en modo "selfie" y detrás suyo se ve la
manifestación en repudio al atentado a CFK. A ese posteo le agregó un
comentario bien visible: "Ellos no saben que el que atentó contra Cristina
vino a mi cumpleaños”. Mezclarse entre la militancia era lo mismo que había
hecho Sabag Montiel. La querella de la entonces vicepresidenta advirtió que en
una foto de la misma fecha promocionaba un show donde supuestamente hablaría
sobre el "atentado a Cristina". " Brazuca en mi cumpleaños y
hackeo de mi cuenta de IG", escribió. La "Brazuca" fue en alusió
a Sabag Montiel, quien tiene nacionalidad brasileña pero vive en Argentina
desde los tres años. Según declaró Almeida en su momento ante la jueza María
Eugenia Capuchetti, la pareja Sabag Montiel-Uliarte fue a su cumpleaños invitada
por Carrol. En su versión y la de Carrol, estuvieron un rato y se fueron.
Declaró que le parecieron raros.
Según determinó la investigación, el humorista tuvo
comunicaciones con Uliarte por Instagram previas al ataque a CFK. Dijo que
había gente que los conocía como "copitos" porque habían aparecido en
CrónicaTV vendiendo copos de azúcar y llamaron la atención porque cuestionaban
los planes sociales. En el juzgado justificó su posteo post atentado como
"humor negro". También subió imágenes portando un arma y practicando
tiro. La misma explicación usó en el juicio el tercer detenido: Gabriel
Carrizo, dueño del negocio de los copos de azúcar, quien después del ataque se
jactaba de ser parte y de haber proporcionado un arma en chats con parientes y
conocidos. Su explicación es esa: que tiene
humor negro.
La cuenta actual de "X" de Almeida lleva el nombre
de "Negro Almeida del 55.6%" (el porcentaje de votos que obtuvo Milei
en el balotaje) y es @negrocensurado. Dice su presentación: "Oficialmente
cuenta oficial, la otra la perdí. Si te ofendí y aguantaste, nos vamos a llevar
bien. Si sos una cuenta fake, te odio. No soy libertario". El reposteo que
hizo Milei de Almeida lleva un comentario burlón: "Para alquilar
balcones". Abajo se ve el tuit del seudo comediante, en el que se ríe de
un comentario de la periodista Julia
Mengolini. No es su primer comentario en redes contra periodistas, en especial
mujeres, aunque también ha tenido como blanco a varones.
Almeida es uno de los acólitos del Presidente que se sintieron envalentonados después de los agravios contra el periodismo proferidos en el acto del sábado en Parque Lezama, que parecen destinados a generar odio contra quienes informan y opinan diferente a él. El periodista Marcelo Longobardi advirtió esta semana: "Si el Presidente sigue metiéndole violencia a esta situación, esto va a terminar mal". Y fue explícito: "Algún día alguien va a ir a lo de María O'Donnell a pegarle un fierrazo en la cabeza". "Eso pasó con el kirchnerismo", agregó.
El 27 de febrero de 2021 aparecieron bolsas mortuorias en la
Casa Rosada y hubo una marcha opositora, con espíritu anticuarentena, donde
estaban la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, su mano derecha en
ese tiempo Gerardo Milman, Fernando Iglesias y Waldo Wolff, entre otros. La
protesta estaba convocada por Nueva Centro Derecha. Milei hizo su ingreso
triunfal a la plaza escoltado por dos referentes de un grupo que se
autodenominó "El Ministerio del Odio". En este caso estaban --uno a
cada lado del actual mandatario-- Alvaro Zicarelli, analista de derecha, asesor
de Milei y autor de "Cómo derrotar al neoprogresismo", y Emanuel
Dannan, quien integró la Agencia Federal de Inteligencia durante le macrismo y
publicó posteos con un Falcon verde un 24 de marzo, una persona que sigue
siendo alguien clave en el ecosistema de las redes libertarias. Ese día Carrol,
con ayuda de los buenos oficios del sindicalista Marcelo Peretta, logró juntar
a Bullrich y a Milei en una foto con en un apretón de manos, algo impensado. Él
mismo aparecía en la foto, atrás, con una remera negra y la leyenda
"seguridad".
"El Ministerio del Odio", que hacía extensas
transmisiones en Youtube con miles de vistas y presentaciones en vivo también
tenía otros integrantes, entre ellos Almeida --que oficiaba también de
presentador-- y El Presto, junto con otro que se hacía llamar "Tipito
Enojado" y Augusto Grinner (apodado "Es de Peroncho").
Pregonaban ideas libertarias, individualistas y de destrucción del Estado.
Dannan cantaba. En una de las transmisiones, Zicarilli graficó lo que
fomentaban: “La libertad se defiende
armada”; “si querés la paz preparate para la guerra”. Fueron un soporte
importante para Milei, luego opacado por la emergencia de "El jefe",
Karina Milei, y de Carlos Kikuchi.
El vínculo entre Carrol y Uliarte
El nombre Carrol apareció en el expediente por una carta que
Sabag Montiel envió al juzgado de Capuchetti. Quería echar a su defensor
oficial y le decía a la magistrada que quién debía hacerse cargo de la
situación era Carrol. La jueza no le dio demasiada importancia, pero la
querella a cargo de Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, reconstruyeron de
quién se trataba. Este dirigente había tenido una organización llamada "Gimnasios
Unidos", que protestaba por las restricciones durante la pandemia, pero
terminó armando una de carácter político, que fue NCD. Intentó tejer vínculos
con personajes como José Luis Espert (fue candidato a concejal en una lista de
él), Ricardo López Murphy y Victoria Villarruel, además de Milei y Bullrich.
A sus manifestaciones llevaba un inflable gigante que era la
imagen de Cristina Fernández de Kirchner con un traje a rayas. Con el correr
del tiempo aumentó su violencia discursiva. En una de sus manifestaciones, el
25 de mayo de 2021, arremetió contar CFK: "Ni hablar de la señora, con
perdón de las señoras que tengo acá, llamarla señora a esa chorra que tenemos
inflada ahí es una falta de respeto". Entre la multitud se escuchaban
insultos hacia ella y alguien que decía "¡La tenemos que matar!". En
esa línea solían aparecer "insultadores" seriales en la casa Cristina
en Recoleta. El presentador de los eventos era Almeida. Ambos decían que
libraban su batalla cultural, inspirados en intelectual fetiche Agustín Lage,
fuente de iluminación de Milei.
Capuchetti citó a declarar a Carrol como testigo un mes
después de la carta de Sabag Montiel. Dijo que había conocido a Uliarte por
verla en Crónica y le propuso hacer un
vivo de Instagram de una hora y media, que fue dos semanas antes del atetando.
La conocía como Ámbar, uno de los seudónimos que ella usaba. En ese contexto,
la invitó al cumpleaños de Almeida. Las últimas comunicaciones de Brenda y
Carrol fueron después del atentado. El le mandó un audio y un mensaje escrito
por Instagram. Le pasó su número de teléfono por si Sabag Montiel necesitaba un
abogado ya que dos amigos le ofrecían sus servicios. Ella le pidió comunicarse
por Telegram, pero él no bajó la aplicación. Brenda le escribió finalmente por
WhatsApp el 4 de septiembre a las 17.04: "Hola, soy Ámbar". Estaban
por detenerla, era evidente que necesitaría un defensor. No tuvo respuesa, pero
no está claro si Carrol recibió el mensaje.
"No soy una persona afín al kirchnerismo y consideré
que esto había sido un falso atentado", dijo Carrol en su declaración. Contó la historia de los
intercambios con Uliarte y dijo que borró el vivo de Instagram porque no era
interesante. Agregó que lo llamaron abogados para ofrecer sus servicios porque
se había hecho viral. Mencionó que invitó a Uliarte a la fiesta de Almeida y
que ella solo hablaba de sexo. Afirmó que borró la conversación de Whatsapp y
ofreció uno de sus celulares para que lo analicen, pero pidió quedarse con otro
que --alegó-- lo usaba para la política. La jueza aceptó. El aparato que
entregó estaba vacío, o borrado.
El Presto
Uliarte solía seguir a libertarios. A Prestofelippo lo
contactó directamente por Instagram y, por la investigación sobre el atentado,
se supo que habían tenido una relación, o por lo menos algún encuentro sexual
en 2022 y varios intercambios de mensajes. Al parecer, él perdió interés y para
ella fue una decepción. Hablaba de El Presto a cuanta persona podía, incluso a
Sabag Montiel. El acusado de intentar matar a CFK declaró en su indagatoria que
la existencia de ese vínculo influyó en las charlas que tenían, incluso cuando decidieron convivir, un mes antes del
atentado. Era evidente que Uliarte le enrostraba virtudes sexuales y políticas
de Prestofelippo. Sabag Montiel lo relató con una prescindencia algo forzada,
pero jactándose de haber sido él quien intentó el magnicidio.
"El Presto”, radicado en Córdoba, ya se había hecho conocido
porque sus amenazas públicas a la expresidenta, entre otras personas. A CFK le
dedicó en 2020 un posteo en Twitter: “Vos no vas a salir viva de ese estallido
social. Vas a ser la primera en pagar todo el daño que causaron. Te queda poco
tiempo”. Terminó procesado por incitar
al odio. También agredió a Fabiola Yáñez y lo condenaron a 30 días de prisión
efectiva por hostigamiento y discriminación y lo obligaron a realizar un
“Taller de violencia de género y respeto a las mujeres”.
Ahora, al igual que Almeida y Carrol declara como testigo.
Los tres son protagonistas de mensajes, expresiones y acciones violentas. Habrá
que ver qué tienen para decir. Es evidente que estaban en un contexto que fue
el caldo de cultivo previo al atentado. También declarará un primo policía de
Brenda Uliarte, Martín Uliarte, quien habría escrito a mano, en un papel hallado
en la casa de la chica, la "Regla de Tueller", un protocolo
estadounidense que establece la distancia mínima necesaria para defenderse con
un arma de fuego de un ataque con un arma blanca.