La selección argentina le ganó 1-0 a Colombia en el estadio Hard Rock de Miami y sumó una nueva estrella a sus vitrinas. Con el tanto de Lautaro Martínez, que se consagró goleador del campeonato, el elenco de Lionel Scaloni justificó lo que había merecido durante los 90 minutos y también en el tiempo suplementario. Lógicamente no hubo desaprobados, ya que la Albiceleste contó con muchísimos puntos altos que llevaron al equipo a la victoria. El Toro, por el gol del campeonato, y el entrenador, por encontrarle la vuelta al que parecía ser el cuco del torneo, se llevaron un 10.
EL BOLETÍN DE CALIFICACIONES DE LA SELECCIÓN ARGENTINA
Emiliano Martínez (7): Al siempre seguro Dibu no lo exigieron demasiado, pero le cacheteó una bocha infernal a Lerma en el primer tiempo que valió un gol. En el complemento, con el empuje y control del equipo, colaboró en el manejo de tiempos y no soltó ni una pelota aérea. Esta vez lo salvaron de revolcarse en los penales.
Gonzalo Montiel (7): Gran partido del lateral derecho, que prácticamente no sufrió en defensa y aprovechó las libertades que le brindó Colombia por su sector para proyectarse en ataque. Antes del minuto, desbordó y le sirvió el gol a Julián Álvarez, que remató mordido. En el complemento también estuvo activo hasta que fundió su motor tras una escalada en la que llegó a posición de gol y fue interceptado de forma providencial por Jhon Arias. Fue reemplazado por Molina a los 70′, cuando sintió un dolor muscular.
Cristian Romero (9): Otra excepcional actuación del que a esta altura es uno de los mejores defensores del mundo y la historia de la selección argentina. Tiempista como pocos, ganó casi siempre de arriba y de abajo. Prácticamente sin fisuras. Estandarte para aguantar cada pelota parada en contra y hasta casi convierte en alguna a favor.
Lisandro Martínez (9): Brillante performance del defensor zurdo que actuó como titular en la Copa América como reemplazo a futuro de Otamendi. En tiempo suplementario, gestó un cierre impresionante a Borja en lo que parecía ser el 1-0 de Colombia (recordó al bloqueo contra Australia en los octavos de final del Mundial de Qatar). Pese a su baja estatura, ganó de arriba contra los gigantes colombianos que habían lastimado por esa vía a todos los adversarios anteriores. Con él, la Selección tiene al maridaje perfecto para el Cuti.
Nicolás Tagliafico (9): El futbolista correcto que siempre tiene aprobado en su calificación, hoy exhibió uno de sus puntos más altos desde que se afirmó como titular en la Albiceleste. Impasable de arriba, de abajo, seguro en la salida y hasta profundo en ataque. Destacable actuación de un jugador que además tuvo que bancarse muchos minutos en casi todos los partidos por la baja de Huevo Acuña.
Rodrigo De Paul (9): El Motorcito le hizo honor a su apodo. Debería ser examinado por la medicina moderna para saber si realmente tiene solo dos pulmones como el resto de los mortales. Impactante despliegue a lo largo de 120 minutos en los que no dejó ni un segundo de correr. Insólitamente, le queda aire para discutirle al árbitro cada intervención y decisión. Es la rueda de auxilio permanente que encuentra Argentina en los momentos que flaquea porque domina el rival. Tiene sangre albiceleste.
Enzo Fernández (8): Encontró su lugar en mitad de cancha a medida que Argentina se hizo del dominio de la pelota, tras un bache en el primer tiempo. Salvo en alguna jugada puntual en la que quedó desacomodado, no sufrió los embates de James Rodríguez y compañía. Bastante cansado, fue sustituido por Paredes en el primer tiempo extra, cuando parecía que era su mejor momento en el partido por claridad y ubicación. Recuperó ostensiblemente su nivel luego de algunos encuentros con bajo rendimiento.
Alexis Mac Allister (7): Fue de menor a mayor. A medida que fue amigándose con la pelota, participó del circuito de juego y sirvió para lastimar por el centro. Además, se puso el overol y corrió y metió cuando así lo pidió el partido. Tuvo una clara en el segundo tiempo en la que podría haber definido con un puntazo para anticipar al defensor (optó por tocar para Di María). Otra de las garantías que halló Scaloni en la mitad de la cancha. Salió extenuado en el primer tiempo extra para darle lugar a Lo Celso.
Lionel Messi (7): Capitán corazón. Solamente su amor por la camiseta y el fútbol hicieron que se mantuviera tantos minutos en cancha. Tuvo una buena en el primer tiempo tras pase de Di María que terminó amortiguándose en Julián Álvarez. Participó del circuito ofensivo y, como siempre, preocupa al rival con su mera presencia. Quedó tocado por una torcedura de tobillo y soportó hasta el segundo tiempo, cuando sufrió una lesión muscular en su isquiotibial derecho. Sus lágrimas en el banco fueron las de todo un país.
Julián Álvarez (8): Es el alma del equipo. La Araña jamás se cansa y cubre los huecos que deja Messi cuando no llega a presionar. Obliga, desgasta, genera espacios y peligro. Tuvo una clara al minuto tras centro de Montiel, pero no logró darle de lleno. Por su entrega, es uno de los más queridos por el equipo y también está en el corazón de los hinchas. Le dejó su lugar a Lautaro Martínez cuando ya no tenía nafta.
Ángel Di María (9): Otro consagratorio partido del Fideo, en la que fue su despedida oficial. Solamente le faltó el tanto que tanto lo caracterizó a lo largo de sus finales con la Selección. Preocupación constante por una banda y la otra (fue rotando a lo largo de todo el encuentro), generó juego, se asoció y hasta desequilibró con pelotas profundas que tuvieron peligro de gol. El arquero colombiano le desvió un remate que pudo haber roto el cero. Se fue reemplazado por Otamendi a los 115′ y se llevó una última ovación que jamás se olvidará.
Nicolás González (8): Entró a los 65′ por Messi. Remarcable participación de un futbolista que tuvo la responsabilidad de sustituir al capitán. Ganó cada disputa aérea, convirtió un gol que fue anulado por offside previo de Tagliafico y se desdobló en la banda izquierda para complementarse con el 3 en la marca. Un jugador que tiene asegurada su presencia en este ciclo con la nueva camada.
Nahuel Molina (7): Ingresó a los 71′ por Montiel. Esta vez entró bien. Firme en la marca, con algunas proyecciones y sin fallas. Vital para mantener el vértigo sobre la banda derecha y cubrirle las espaldas a Di María y De Paul.
Lautaro Martínez (10): Sustituyó a los 6′ del suplementario a Julián Álvarez. El Toro tragó veneno desde la Copa del Mundo, en la que no pudo desplegar su repertorio como goleador pese a la victoria del equipo. En esta Copa América, no solamente se consagró máximo artillero con 5 tantos sino que no falló en el mano a mano que tuvo en el tiempo extra y definió la final. Aplausos por la constancia y jamás haber bajado los brazos. Un centrodelantero de calidad que siempre aporta jerarquía arriba.
Leandro Paredes (8): A la cancha por Enzo Fernández a los 6′ del primer tiempo extra. El shot de energía que necesitaba Argentina en el momento justo. Recuperó varias pelotas en momentos claves (una a Juanfer Quintero que parecía tener destino de gol y otra barrida épica en el ST extra). Además, participó en la jugada del tanto de Lautaro. Gran aparición de un hombre clave para el DT.
Giovani Lo Celso (8): Ocupó el lugar de Mac Allister desde los 96′. Tuvo un par de pérdidas que casi generan contragolpes de Colombia. Sin embargo, con su sutil habilitación abrió la defensa rival y le sirvió el gol a Lautaro Martínez.
Lionel Scaloni (10): Acertó con la repetición del equipo en la semifinal. Le dio libertad a Di María para moverse por banda izquierda o derecha. Supo cómo neutralizar a James Rodríguez y atacantes vertiginosos que no solamente desnivelaron en lo individual a lo largo de toda la Copa América, sino que en conjunto con los defensores causaron peligro en pelotas quietas, algo que no le funcionó a Colombia esta vez. Ensayó los cambios en los momentos justos pese a haber quedado condicionado por las dos ventanas utilizadas por las lesiones de Messi y Molina. La triple modificación del tiempo extra renovó la expectativa de Argentina y condujo al triunfo cuando se agotaba la energía y asomaban los siempre sufridos penales. Después, lo cerró con Otamendi y la línea de cinco. Chapeau.