El mal estado de los caminos rurales es casi una cuestión
endémica que padece gran parte del interior productivo. Cada año es una
constante el reclamo de los productores agropecuarios con los gobiernos de
turno sobre la no trasnsibilidad de estas vías que, en temporadas llovedoras,
se convierten aun más en un martirio.
En este contexto y a poco menos de un mes de haber asumido,
el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, anunció que “destinará el 50%
del impuesto inmobiliario rural provincial a la reparación de los caminos de la
producción”. En rigor, indicó que el porcentaje se incrementará y pasará a del
30% al 50%.
La dirigencia ruralista entrerriana festejó la noticia a la
que consideró “medular y coyuntural” para el despegue de la producción
agropecuaria local. Para Nicasio Tito, presidente de la Federación de
Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), el tema de los caminos rurales es
crucial y trascendental para la provincia.
Según dijo, Entre Ríos tiene aproximadamente 28.000
kilómetros entre caminos de tierra, de ripio y pavimento, de los cuales 23.000
son de tierra y el resto de ripio y asfalto.
“Realmente hay un abandono terrible en la provincia en
cuanto a caminos. Hasta el año 2019 teóricamente se destinaba el 30% del de lo
recaudado por el impuesto inmobiliario, aproximadamente. Pero en los últimos
cuatro años se bajó del 30% al 10%. Es decir, estaba presupuestado dentro de la
partida, pero en realidad no se ejecutaba y solo se aplicaba el 10%, que a su
vez no llegaba ni al 10", dijo a LA NACION.
Lo más grave, para el dirigente ruralista, es que a su vez
en todo ese tiempo esos caminos han tenido “cero mantenimiento”. “No se han
mejorado en absoluto, no han entubado con alcantarillas. Los de ripio ya no
tienen más ripio y se le agregaba brosa; y los de tierra están abandonados
totalmente. Cualquier camino de tierra, donde antes circulaban dos autos a la
par y podían cruzarse, ahora no pueden hacerlo, menos dos camiones, donde uno
venga con hacienda y el otro vaya a buscar cereales, no pueden: uno debe
tirarse a la cuneta o meterse dentro del monte y el otro pasa apenas. Así
estamos, en el norte, en el centro y en el sur. Sobre todo el norte de la
provincia, en los departamentos como Federal, Feliciano y La Paz, los caminos
están totalmente destruidos. Los caminos, ahí el 90%, son de tierra y ripio,
por lo cual la situación es terrible”, agregó.
“Siempre digo que uno puede tener unos terneros
espectaculares para sacar, unos novillos bárbaros, una vaca gorda, el trigo, el
arándano, la forestación, la citricultura, la apicultura, la nuez pecan, toda
la producción que tiene Entre Ríos que es extensa y diversa pero si no tenés
caminos cómo sacarlo, de nada sirve poder producir en estas tierras tan
fértiles y de tanto trabajo del productor entrerriano”, agregó.
Para Tito, si realmente ocurre lo prometido por Frigerio, el
campo entrerriano podrá competir con un productor de Sunchales o de Río Cuarto.
“Ahora Frigerio, en sintonía con el gobernador de Santa Fe [Maximiliano
Pullaro] y parte de la región centro, elevaría cinco veces más aún, según la
información que tenemos, a un 50% del impuesto inmobiliario rural a los caminos.
Ojalá que esto que parece que implementaría el gobernador, efectivamente ocurra
y podamos en la provincia de Entre Ríos empezar a atender esta problemática.
Para esto no se necesita tanto dinero: motoniveladoras para ensanchar o mejorar
los caminos de tierra, abovedarlos un poco y hacer una reposición del ripio. El
ripio es gratis, pues sale de una cantera, lo único que tenés el traslado del
camión y esos costos del traslado que está dentro del presupuesto de vialidad.
O sea, en realidad es ponerse las manos a la obra y hacer lo que hay que hacer
mínimamente, que con eso mejoraríamos y el cambio sería total. Ni hablar si se
ocupa efectivamente ese 50% que se dice que se ampliaría”, enfatizó.
En el anuncio, Frigerio señaló: “No hay un pueblo, una
junta, un municipio o una comuna donde no me hablen del desastre de los caminos
rurales, lo que no solamente atenta contra la posibilidad de trasladar el fruto
de nuestro trabajo en nuestros campos, sino que también impide que nuestros
estudiantes vayan a la escuela cuando llueve o que la gente se pueda atender en
un centro de salud”.
“El Estado tiene la obligación de asegurar la
transitabilidad de los caminos, de mínima. Para eso, es necesario coordinar los
esfuerzos con intendentes, presidentes de comunas y de juntas”, agregó. Y
adelantó que se elevará un proyecto de “Ley de Consorcios, teniendo en cuenta
las particularidades de cada una de las localidades de la provincia y
promoviendo el trabajo coordinado con consorcios, intendentes y Vialidad
provincial”.
Para Exequiel Donda, de la Administración de la Dirección Provincial de Vialidad, la decisión de aumentar el monto del inmobiliario rural para aplicar a los caminos rurales, “es una noticia muy importante para Entre Ríos porque el estado actual de los caminos rurales es muy crítica por no decir deplorable”.
“Es una responsabilidad y sobre todo un compromiso del
gobernador y de la institución de Vialidad, por eso haremos todo lo posible
para poder llevar adelante un programa eficiente para poder paliar la situación
que es muy crítica, por no decir deplorable. Son buenas noticias hacia adelante
poder inyectar recursos a esos fines, para que toda esa producción pueda
transitar, salir y ser comercializada. Estamos muy enfocados en poder mejorar
la trama vial de la provincia”, explicó a LA NACION.
“La misión primera y la urgencia es dar esa transitabilidad
para estos tiempos productivos porque todavía no tenemos el tránsito escolar.
Vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para aplicar con lo que tenemos de
la manera más eficiente y lograr el resultado de esa transitabilidad.
Obviamente también estamos hablando para establecer consejos consultivos con
vecinos, presidentes de juntas, comunas e intendentes a los efectos de que
participen y opinen de cuáles son las prioridades. La opinión de las personas
que utilizan los caminos todos los días es muy importante y valiosa y tienen
que ser muy fuertes en la toma de decisiones porque son los que más se ven
afectados”, agregó.
Por último, habló del estado en que encontró la institución.
“Está tremendamente atrasada, hay una enorme desinversión en equipamientos que
ni siquiera llega al 10% de lo que necesitaría Vialidad para tener un
desarrollo óptimo. Pero de todas maneras, estamos intentando prepararnos con
todo esto para igual salir a afrontar las dificultades y tenemos confianza de
que lo vamos a lograr. Estamos trabajando mucho en la transparencia y en la
innovación de la institución, esas cosas son centrales para lograr eficiencia”,
finalizó.