Ala espera de ubicar al hombre que le tiró un botellazo al presidente Javier Milei el día de su asunción, identificado como Gastón Mercanzini, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo un reclamo este martes por la forma en que se manejó la investigación. La dirigente de Pro alineada con los libertarios se quejó porque se difundió el nombre del agresor, ya que aseguró que eso favoreció su huida.
Quien dio a conocer ayer quién era esta persona fue su par de la ciudad de Buenos Aires y compañero de espacio político, Waldo Wolff. “[A Mercanzini] lo están buscando. Es una orden constitucional de la Policía Federal porque lamentablemente ayer se dio a conocer su identidad y eso le dio tiempo a escaparse, pero estamos en contacto permanente con el juez”, aseguró Bullrich en diálogo con Radio Mitre, en una frase que pareció constituirse como el primer chispazo con Wolff, quien supo ser su discípulo hasta que dividieron caminos cuando el funcionario porteño decidió apoyar la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, que compitió en la interna con la actual ministra mileísta.
Es que ayer por la mañana tras conocerse las grabaciones de la agresión, Wolff fue quien salió en TN y marcó: “Teniendo las imágenes de la persona nosotros pudimos reconstruir el hecho y la persona está identificada. Se trata de Gastón Ariel Mercanzini, con zeta, de nacionalidad argentina, DNI 22.544.022". Así se conoció el nombre del atacante.
Después desde su cartera emitieron un comunicado donde dieron mayores precisiones, como que durante la asunción el hombre había sido demorado por personal del Departamento de Intervenciones Rápidas de la Policía de la Ciudad que se encontraba en servicio, ya que algunos asistentes lo habían acusado por supuestamente haber arrojado un objeto contundente.
En esa nota de prensa detallaron que luego a Mercanzini lo dejaron ir “porque no poseía elementos constitutivos de delito entre sus pertenencias y ninguno de los presentes realizó denuncia alguna”, como así también debido a que “se realizó consulta en el sistema de antecedentes y no registraba impedimento legal vigente”.
Durante el domingo hubo un comando unificado desde donde se coordinó el operativo, a cargo del jefe de la Policía Federal Argentina (PFA) y articulado con esa fuerza, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de la Ciudad, que trabajó en el tercer anillo de contención.
Tras los dichos de Bullrich, sin embargo, desde la Capital buscaron bajarle el tono y mostrar sintonía. Fuentes de Seguridad porteñas afirmaron a LA NACION: “No hay ningún cortocircuito. Es un día de gestión. Solo uno. El vínculo entre ellos [por Wolff y Bullrich] es bueno. Ayer hablaron por la noche en excelentes términos y hay pautado un encuentro entre ambos, sin fecha ni hora aún. La comunicación entre ambos es permanente”.
De momento, en tanto, los agentes tratan de dar con Mercanzini luego de que el juez Ariel Lijo, a cargo de la causa, ordenara su detención.
El hombre tenía un antecedente por daño agravado ya que el pasado 5 de julio fue detenido luego de que a las 4 de la madrugada se presentara en el parador de Parque Chacabuco de la Ciudad y comenzara a golpear con una varilla de hierro una camioneta Citroën Berlingo de la administración porteña, que terminó con el parabrisas y la ventanilla del lado del conductor rotos. Había recuperado la libertad en las últimas semanas.