Patricia Bullrich sumó al diputado nacional Emilio Monzó a su proyecto presidencial, a cinco días de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto. El dirigente opositor, quien había mostrado sus desacuerdos con la conducción del ex presidente Mauricio Macri, finalmente se pronunció a favor de la referente del “ala dura” del PRO. Con una foto pública, Bullrich oficializó el respaldo del ex presidente de la Cámara de Diputados durante el gobierno de Cambiemos (2015-2019).

La muestra de apoyo se produce en el marco de los cierres de campaña por el interior del país que lleva adelante la ex ministra de Seguridad de la Nación, antes de la veda electoral partidaria que comenzará a las 8 horas del viernes.

“Junto a la gente que nos acompaña en cada rincón del país, tenemos la fuerza para un cambio verdadero. Estamos con @monzoemilio en Victoria, acompañando a @frigeriorogelio, futuro gobernador de Entre Ríos. #LaFuerzaDelCambio”, expresó Bullrich en su cuenta personal de Twitter, con un mensaje en el que publicó una foto con ambos dirigentes provenientes del “peronismo PRO”.

La dirigente del PRO difundió un video en la que destacó las cualidades de su flamante aliado. “Emilio Monzó, la verdad, para mí es un orgullo. Uno de los mejores políticos de la Argentina”, calificó Bullrich. “¡Gracias Patricia!”, respondió en la misma secuencia el armador opositor.

Bullrich recorría este jueves la ciudad de Victoria, en una de las antesalas de la contienda que definirá si ella o el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se impondrá en las elecciones primarias que ungirá al candidato presidencial de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones de octubre. Ambos adversarios fueron visibilizando su marco de alianzas en el tramo final de la campaña electoral, con el objetivo de llegar fortalecidos a las urnas.

En las últimas semanas, Rodríguez Larreta cosechó entre sus apoyos más visibles al diputado radical Facundo Manes, ex rival de Diego Santilli en las PASO bonaerenses de 2021, y la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Emilio Monzó, un experimentado dirigente que proviene del peronismo, se había mantenido en silencio sobre su posición sobre la dura interna que atraviesa la coalición opositora. Sin embargo, otros dirigentes cercanos a su espacio ya habían expresado su apoyo a Bullrich, entre ellos, los diputados nacionales Nicolás Massot y Sebastián García de Luca. Monzó había consentido que De Luca, un hombre de su plena confianza, sea jefe de campaña del bullrichismo en el armado bonaerense.

En el período de la gestión de Cambiemos, Monzó siempre se mostró como una figura “dialoguista” que buscó tender puentes con el “peronismo no K”. De hecho, el diputado nacional expresó públicamente sus desacuerdos con el ex presidente y hasta pidió una autocrítica para el espacio.

En el primer balance de su gestión, Macri cuestionó la estrategia del diálogo y de negociación con la oposición, impulsada por el “ala peronista”.

“Yo la delegué en mi ala más política con filoperonistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores; yo tendría que haber puesto el foco ahí porque claramente se jugaba mucho en la Argentina en poder convencer”, dijo el ex mandatario, sin nombrar a Frigerio -quien fuera su ministro del Interior en el gabinete- y Monzó.

Pero con el acercamiento al calendario electoral presidencial, las viejas heridas entre Monzó y Macri comenzaron a desandarse. En 2022 se iniciaron las primeras conversaciones y finalmente, en mayo pasado, los dos dirigentes volvieron a reencontrarse personalmente, tras cinco años sin diálogo. En esa reunión los dos coincidieron en que la prioridad era mantener la unidad de Juntos por el Cambio.