Los campeones del mundo con la selección argentina siguen siendo recibidos como héroes y en este caso Lisandro Martínez vivió una emotiva noche junto a sus seres queridos en Gualeguay, Entre Ríos. El defensor que brilló en la selección argentina en Qatar 2022 se abrió y no tuvo reparos a la hora de quebrarse y mostrar su emoción delante de los suyos.
“Estoy muy feliz de poder estar acá. Recuerdo un montón de cosas, de cuando comencé a jugar y me inicié en Urquiza y luego en Libertad. El fútbol que viví acá que fue increíble y me llevo buenos recuerdos. Estoy muy feliz con mi gente y venir acá es lo más”, arrancó el zaguero de 24 años.
El jugador del Manchester United contó que vivió su debut mundialista con una “emoción y orgullo enorme. Muy enfocado desde le primer partido y con el objetivo de salir campeón. La derrota (ante Arabia Saudita) fue difícil, pero tuvimos la humildad necesaria para aceptarla y fortalecernos a partir de la derrota. México fue el partido clave porque ahí se definía todo. La gente se identificó con nuestro juego. Luchamos mucho y mostramos buen fútbol y eso es lo que nos identifica a los argentinos”.
Al grito de “dale campeón” de sus coterráneos, ovaciones y lluvias de aplausos, Licha hizo un recorrido del campeonato y reveló cómo hizo para jugar al límite en partidos complicados como los de Países Bajos y Croacia, en los cuartos de final y semifinal, respectivamente.
“Uno tiene que estar predispuesto y cuando ve la camiseta y este escudo uno sabe que hay millones de argentinos detrás. Uno tiene que dejar la vida por todos ellos. Es lo mínimo que podemos hacer los jugadores”, afirmó.
Luego no pudo contener las lágrimas al hablar de sus orígenes: “Me emociona mucho al hablar de mi ciudad porque la tengo presente siempre. Cada vez que vengó acá me voy al barrio Molinos. A la casa de mi abuela que es mi cable a tierra. Me emociono mucho al hablar de ellos porque hoy no están”.
En tanto que contó cuál es el secreto de su motivación diaria en Inglaterra: “Cada vez que me despierto y que me toca ir al Manchester a entrenar me pongo a pensar en mi familia. Cómo no voy a querer salir a comerme el mundo. Con esa fortaleza es que dejo todo en cada entrenamiento y en cada partido. Es para ellos, toda la gente de acá mi ciudad y se siente el apoyo de todo Entre Ríos”.
En tanto que confesó cómo se apoyó en sus padres en sus comienzos: ”Mi vieja es la que más da consejos futbolísticos y mi viejo me dice que vaya con el cuchillo entre los dientes y rompa una pierna (risas)”.
Sobre el choque con Países Bajos, que estuvo lleno de fricciones y rispideces, explicó que “cuando hablan mal de nosotros lo tomamos como una motivación. Lo que pasa es que los argentinos siempre somos los cancheros, los agrandados, pero nosotros mostramos otros valores”.
Una vez en semifinales sostuvo que “uno como jugador sabemos que se puede ganar o perder. Pero se sentía el apoyo del público desde la Argentina. El público se escuchaba”.
Y subrayó que otra inyección anímica fue “cuando escuchaba a los jugadores de otros países que destacaban nuestra fortaleza. Ninguno de nosotros terminó acalambrado a pesar de los alargues que tuvimos. No salíamos a jugar nosotros solos, sino también ese chico que recién empieza a jugar, ese padre y esa madre que acompaña. Era una fuerza extra normal cuando salíamos a ganar”.
Por último dejó una reflexión en base a un anhelo a partir del éxito deportivo conseguido que alegró a todo un país: “Uno se pone el doble de feliz cuando ve la pasión. Sacarle una sonrisa a cada argentino para nosotros es un orgullo enorme. Ojalá que este Mundial pueda servir para que todos nosotros podamos unirnos, que nos podamos abrazar más, que podamos estar todos juntos, que se termine la violencia, que nos emocionemos cuando tengamos que hacerlo y que disfrutemos de esta maravilla. Hay mucha gente en el mundo que no la está pasando bien y tenemos el privilegio de poder festejar por toda esa gente. Lo único que quiero es que todos estén con esta felicidad por el resto de sus vidas”.