El senador Edgardo Kueider no firmó el dictamen del
Presupuesto 2023 debido a que Entre Ríos fue excluida de la tarifa eléctrica
diferencial otorgada al Norte Grande. Su postura recibió el apoyo de todo el
arco oficialista.
El legislador afirmó que el eje de su planteo apunta a la
resolución 719/22 de la Secretaría de Energía que estableció un beneficio en la
tarifa eléctrica para las el Norte Grande + San Juan, dejando fuera a
provincias como Entre Ríos y otras que están en la misma zonificación de
acuerdo a los mapas isotérmicos del organismo.
Según explicó Kueider a Infobae, la decisión de Energía
“carece de sustente técnico” y es una decisión política. “De hecho - señaló -
en los considerandos de la resolución se dice que surgió por pedido de los
gobernadores del norte. No sé cómo aparece después lo de San Juan. Pero
evidentemente hay un criterio discrecional”. Por eso “reclamamos igual trato”,
expresó.
El senador nacional recordó que el año pasado el Congreso
votó para provincias del sur y gran parte de Buenos Aires un proyecto de Máximo
Kirchner que las declaró “zonas frías” por lo que su consumo de gas en invierno
estaría subsidiado por el resto del país.
En paralelo, Kueider había presentado una iniciativa para que el centro norte de Argentina tenga una tarifa diferencial de electricidad en verano. Pero el trámite legislativo nunca avanzó.
La reciente decisión de la Secretaría de Energía, que
conduce la salteña Flavia Gabriela Royón, dejó a Entre Ríos y a otros estados
provinciales en el peor de los mundos: fuera de las zonas frías con gas subsidiado
y fuera de las zonas cálidas con tarifa eléctrica preferencial, por lo que las
poblaciones de estas provincias “estarían pagando el gas del sur y la
electricidad del norte. Es totalmente injusto y discriminatorio”, razonó el
legislador
Consecuencias
“Esto me llevó a no firmar el despacho de presupuesto 2023
(que llegó al Senado con media sanción de Diputados) porque quiero determinar
si esa tarifa diferencial para el Norte Grande de la 719 será solventada por
rentas generales o si, como ocurre con zonas frías a través, será con un fondo
especial. La resolución no lo establece”, comentó.
Kueider es la mano derecha del gobernador de Entre Ríos,
Gustavo Bordet. Antes de ser senador nacional, fue su principal operador
político y las campañas electorales del Justicialismo entrerriano aún pasan por
sus manos. Por lo tanto, su posición ante este tema no es solo personal: el
respaldo de Bordet es fácilmente rastreable.
Sobre el planteo “recibí apoyo de varios senadores del
bloque”, puntualizó el legislador. Entre ellos contó los de Guillermo Snopek
(Jujuy) y Mauricio “Camau” Espínola (Corrientes). Kueider; Snopeck y Espínola
formaron parte de un grupo que a fines de 2021 intentó crear un espacio
albertista en el Senado, intención que se fue diluyendo con el enfriamiento de
las relaciones del presidente Alberto Fernández con los gobernadores.
Según agregó, también recibió el respaldo de las senadoras
kirchneristas Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y Juliana Di Tullio (provincia
de Buenos Aires) quienes “reconocieron la justicia del reclamo”, señaló
Kueider.
La parte del león
Esta situación se enganchó con otro reclamo de Entre Ríos y
de otras provincias que generan el 100% de la energía eléctrica que consumen.
Se trata de un planteamiento al gobierno nacional y en particular a Cammesa
(compañía administradora del mercado mayorista eléctrico) por el alto costo que
tienen las distribuidoras de esas provincias para utilizar la energía que
producen.
La intención es modificar el marco regulatorio eléctrico
para superar un esquema desigual. Kueider puso como ejemplo lo que ocurre en su
provincia, donde la represa de Salto Grande sobre el río Uruguay produce el
total de la electricidad que consume Entre Ríos.
Sin embargo, el esquema de intermediación hace que Salto
Grande le venda el MW a Cammesa a seis dólares para que luego las
distribuidoras provinciales se lo tengan que cobrar a la mayorista a treinta
dólares.
Esto hace que los hogares y empresas de Entre Ríos paguen
una electricidad mucho más cara que en Buenos Aires. Y que las ganancias de
Salto Grande sean iguales a cero hace mucho tiempo, vaciando el fondo de
reparación por el impacto económico y ecológico de la presa en la región. “Nos
asiste la razón, así que vamos a encarar esta pelea”, confesó Kueider.