Factores como la latitud, la temperatura, la altitud y las precipitaciones son los que definen las características básicas del clima. Podemos dividir a nuestro planeta en zonas de características similares.
En cada una de ellas se desarrolla una vegetación (fitocenosis) y una fauna
(zoocenosis). Al relacionarse se produce una interacción entre suelo, animales
y plantas.
Y eso los unifica dentro de lo que se llamaría un bioma. La tierra se
divide, en general, en dos grandes grupos: los biomas terrestres y los biomas
acuáticos. Pero, ¿qué es exactamente un bioma?
Qué es un bioma y qué ejemplos hay en nuestro país
Un bioma (del griego “bios”, vida) es, entonces, una determinada parte de
la tierra que comparte el clima, la flora y la fauna. Es un grupo de
ecosistemas que caracterizan una zona biogeográfica definida en base a su
vegetación y a las especies animales que predominantemente la habitan.
A escala planetaria existe un número no demasiado grande de biomas. La
estepa, la sabana, la selva, la tundra y el bosque son los grandes biomas que
definen la biósfera, se reparten en zonas y no superan algunos valores
latitudinales.
En función de la temperatura, las precipitaciones y otros factores
climáticos como el frío y la humedad, además de las especies vegetales, se
puede hablar de grandes biomas. Entre los más importantes se encuentra el bioma
tropical, formado por bosques estacionales con matorrales o sabanas; el bioma
ecuatorial, bosques de lluvias tropicales y perennes; el bioma subtropical,
compuesto por la vegetación del desierto y el bosque mediterráneo que se
caracteriza por sus matorrales y bosques que se adaptan a las sequías y son
sensibles a las heladas.
Biomas en nuestro país
Los principales biomas del territorio argentino son: desierto, pastizal,
sabana y bosque.
Selva misionera. Allí, en la provincia de Misiones, se encuentra el bioma
de mayor riqueza de flora y fauna. Gracias a las características del clima, en
esa región crece un gran número de especies. Este bioma se desarrolla en un
clima cálido y húmedo durante todo el año, lo que favorece la reproducción y el
crecimiento de la vegetación.
Selva tucumano-oranense. se desarrolla en las provincias de Salta, Jujuy,
Tucumán y Catamarca, y se expande en las sierras Sub andinas (Salta, Jujuy y
Tucumán) y en los cordones más orientales de las sierras Pampeanas de Tucumán y
Catamarca. La selva atraviesa los faldeos de las sierras y quebradas, formando
diversos pisos de vegetación según la altura. La ubicación de las sierras con
respecto a los vientos húmedos del este impone también variaciones en la
vegetación. Como las precipitaciones son estivales, la actividad vegetal hace
una pausa durante el invierno. Esto produce un menor número de especies y un
crecimiento más lento que en la selva misionera.
Bosque Austral. Se encuentra sobre la franja cordillerana que se extiende
desde Neuquén hasta la Isla de los Estados. Abarca las provincias de Neuquén,
Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. La actividad vegetal está
limitada por el frío invernal.
Bosque Chaqueño. Es el más extenso de la Argentina. Abarca las provincias
de Formosa, Chaco, Salta, Santiago del Estero y Córdoba. Está en contacto con
diferentes biomas: el de la selva por el oeste, con el espinal por el sudeste y
el sur, y con el Parque por el este. Esta franja de transición entre el bosque
subtropical y los otros biomas, además de la coexistencia de distintas
especies, muestra una menor cobertura arbórea y un empobrecimiento en el número
de especies.
Parques y Sabanas subtropicales. Se desarrollan en el sector oriental de
Chaco y Formosa y el noreste de Corrientes. Se caracterizan por la coexistencia
de bosques y pastizales. En las zonas más altas del parque, los árboles se
agrupan y se rodean por el bioma del pastizal. Diferente es en las sabanas,
donde los árboles crecen en forma aislada. El clima cálido, y las
precipitaciones abundantes, favorecen el crecimiento de la vegetación.
Pastizal pampeano. Se encuentra en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. En este bioma predomina la vegetación herbácea. Presenta especies vegetales que crecen e la altura, formando manojos y pajonales, y especies que crecen al ras del suelo, cubriéndolo totalmente. Es el bioma herbáceo más importante del país.
Espinal. Está formado por bosques abiertos, con un único estrato de árboles
bajos. Se encuentra en las provincias de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, La
Pampa y Buenos Aires, y en los bordes de los pastizales pampeanos es muy
heterogéneo y de transición. Su variedad y riqueza de especies disminuye de
norte a sur, en estrecha relación con las características climáticas de la zona
que ocupa.
Los biomas semiáridos
En nuestro país existen también varios biomas semiáridos como la puna, el
semidesierto alto andino, el monte y la estepa patagónica. Estas son sus
características:
La puna es un bioma muy adverso, ya que a las condiciones de aridez se suma
la altura.
El semidesierto alto andino se extiende en zonas de alta montaña. En la
porción norte ocupa áreas por encima de los 4.500 m de altura.
El monte es un bioma muy extenso y ocupa los bolsones, los valles y las laderas de las sierras Pampeanas y de la Precordillera y las mesetas Patagónicas hasta el valle del río Chubut. La formación típica es el matorral o estepa arbustiva. Hay extensiones de suelo desnudo y no crecen árboles, excepto a lo largo de los ríos permanentes.
El semidesierto alto andino se extiende en zonas de alta montaña. En la
porción norte ocupa áreas por encima de los 4.500 m de altura.
La estepa patagónica es el dominio de arbustos bajos, adaptados a la aridez y a los fuertes vientos.