“No tenemos los votos. Es en vano
meterse en una discusión que ya está perdida antes de arrancar”. Con esta
definición, en Casa Rosada se apuran a dar por cerrada la discusión en torno a
la derogación por las PASO que impulsan los gobernadores y un sector del Frente
de Todos -más ligado a los K-, pero que no cuenta con aval de Alberto
Fernández, la CGT y los movimientos sociales; y que ni siquiera Cristina
Kirchner, la creadora de las primarias, se mostró demasiado interesada en
debatir.
Del mismo modo que hubo
dirigentes que le reclamaron personalmente al jefe de Estado su eliminación, en
contrapartida hubo varios referentes oficialistas que le advirtieron que no van
a apoyar un cambio electoral a menos de un año de la elección.
Es el caso del Movimiento Evita,
cuya influencia es todavía mayor ya que, además de dirigentes con cargo en el
Ejecutivo como los secretarios Fernando “Chino” Navarro (Relaciones con la
Sociedad Civil) y Emilio Pérsico (Economía Social), cuenta con dos diputados
nacionales, Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli, que no se despegan de la
estrategia de la fuerza.
“No estamos de acuerdo con
derogarlas. Creemos en la competencia interna. Somos hijos de las PASO”, dijo a
Clarín uno de los líderes del Evita. Y mencionó a la intendenta de Moreno,
Mariel Fernández, y al diputado Toniolli, como dos casos testigo de que las
primarias les sirvieron para dirimir diferencias internas en el peronismo. En
Provincia, el Evita planea disputar cargos legislativos y en varios municipios.
El escenario para el sector del Frente de Todos que impulsa la derogación se complica, sobre todo porque también lo rechazan los dos diputados referenciados en la Corriente Clasista y Combativa: Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva.
“No estamos de acuerdo en
derogar las PASO. No vamos a apoyar ese proyecto porque no se pueden cambiar
las reglas de juego electorales tan cerca. Se puede empezar a discutir para
2025”, confirmó Alderete a este diario.
El FDT tampoco contaría con el
voto de la dirigente de Barrios de Pie, Natalia Souto. “No vamos a votar la
derogación de las PASO. Creemos que para fortalecer el frente hay que ampliar
el debate interno, construir una pluralidad y una renovación de las opciones políticas.
Y creemos que para mejorar la performance electoral hay que resolver los
problemas de la gente y no desviarnos en una ingeniería electoral”, indicó
Daniel “Chuky” Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie.
Casos aparte son los de dos amigos del Presidente, Leandro Santoro y Eduardo Valdés. El dirigente de origen radical fue el primero en oponerse y mandó un mensaje interno.
“Si hablamos de
paz social y de diálogo político, lo peor que podemos hacer es violentar un
cambio de las reglas del juego para la próxima elección, porque eso solo va a
generar más tensión”, alertó. Así, de mínima, se abstendría, aunque el bloque
decida avanzar.
Distinto parece ser lo del ex
embajador en El Vaticano, que llegó a decir que las PASO fueron “una de las mejores
cosas que hizo el kirchnerismo”, pero luego recalculó y supeditó su postura a
que haya “acuerdo político”: en ese caso, precisó, se plegaría a la voluntad
del bloque.
En la Casa Rosada saben que
tampoco tienen el aval de Marcelo Casaretto (Entre Ríos). “Hay que mantener el
esquema de PASO. Las sancionó el peronismo y hay que mantenerlas a nivel
nacional y también en Entre Ríos. Creo que no hay que hacer especulaciones en
el sistema electoral en función de un resultado. Tenemos la responsabilidad de
gobernar y de resolverle los problemas a los argentinos; y si lo hacemos
tendremos el acompañamiento de la sociedad”, dijo el legislador ante la
consulta de Clarín.
De esta manera, al FDT tendría, de máxima, 111 votos puros. A eso se sumarían los cinco del interbloque de Provincias Unidas (Juntos Somos Río Negro y Frente Renovador de la Concordia de Misiones), un voto del Movimiento Popular Neuquino (Rolando Figueroa) y los tres schiarettistas de Córdoba Federal, Carlos Gutierrez, Natalia De la Sota e Ignacio García Aresca.
Así, el oficialismo quedaría muy lejos de los 129 del
quórum y la mayoría absoluta necesaria para retocar la ley, por lo que no le
alcanzaría ni siquiera consiguiendo el apoyo de Javier Milei y las otras dos
diputados liberales, Victoria Villarruel y Carolina Píparo.
A esto se suma que Cristina
Kirchner no se pronunció al respecto. Y que también esquivan el tema en La
Cámpora: su líder Máximo Kirchner no quiso hablar con intendentes que le
trasladaron la inquietud y lo propio hizo el ministro del Interior, Eduardo “Wado”
de Pedro, en la gira por Washington con los gobernadores, si bien el viernes un
diputado oficialista hizo circular la versión de que les habría dado luz verde
para avanzar. “Sin comentarios”, respondieron desde Interior.
Ante esto, el rotundo rechazo de
Juntos por el Cambio torna imposible la derogación. “Si no hay PASO, olvídense
del Presupuesto". El mensaje, desde el interbloque de Juntos en la Cámara
de Diputados, tuvo como destinatario final al ministro de Economía, Sergio
Massa. Fue luego de la exposición que hizo en la presentación del proyecto en
el Congreso, y en medio de los sondeos que su tropa inició con sectores de la
oposición para reunir consenso y garantizar su aprobación.
Aunque son varios los referentes
que admiten haber tenido contacto con Massa, en JxC nadie se adueña del
ultimátum y señalan que fue "una decisión en conjunto" de fijar un
límite ante la insistencia, a menos de un año de la votación. “Nos aseguramos
de que le quede claro”, confió a Clarín una de las principales espadas de JxC
que tiene buen diálogo con Massa.
"No nos pueden plantear que
votemos el Presupuesto ó varias leyes que nos dijo Sergio que necesita,
mientras al mismo tiempo trabajan para destruir a la oposición",
argumentó.
El aviso al tigrense no fue
casual: más allá de que el reclamo a la Casa Rosada para eliminar las PASO lo
encabezaron los gobernadores del peronismo, Massa no sólo está de acuerdo con
la iniciativa; también la empuja desde las sombras. Incluso, en el Congreso
aseguran que dirigentes del Frente Renovador ya recibieron su orden para
apuntalarla. Que el diputado Luis Di Giacomo, de Juntos Somos Río Negro, el
partido del senador -y ex gobernador- Alberto Weretilneck, un amigo de Massa,
haya anunciado la presentación de un proyecto, alimenta esas especulaciones.
Pero Massa, quien dijo cargar
“como una cruz” no haber podido reunir el consenso para aprobar el Presupuesto
del año pasado, necesita otros proyectos importantes que requieren amplia
mayoría, no tanto desde lo legal sino como señal a los inversores. Como por
ejemplo, en materia energética, el nuevo marco regulatorio para el sector
hidrocarburÍfero, clave para el desarrollo de YPF y el desembarco de inversiones.
JxC piensa hacer valer su apoyo. “Pueden votarlos solos, si quieren, pero nadie va a poner un solo dólar si sabe que al año siguiente puede venir otro espacio y cambiarle la cancha”, razonan en Juntos. Así, todo parece indicar que en agosto los argentinos tendrán que votar en las primarias.