La liga de gobernadores volvió a reunirse en Buenos Aires para repudiar el ataque a Cristina Kirchner y lanzó un documento final en el que insiste con la reforma de la Corte Suprema de la Nación, con presión adicional sobre la causa de coparticipación que debe resolver el tribunal y que enfrenta a CABA con la Casa Rosada.

Asimismo, tras el encuentro, la vicepresidenta recibió en su despacho del Senado a gobernadores que se acercaron para darle su respaldo: el chaqueño Jorge Capitanich y el bonaerense Axel Kicillof.

Antes, los mandatarios, un puñado de ellos vía zoom, llamaron a un “clima de pacificación nacional”, y recomendaron al presidente “la convocatoria de una Comisión por la Paz y la No Violencia integrada por las distintas expresiones religiosas junto a personalidades notables de diferentes procedencias”.

Pese al intento por ampliar la convocatoria a todos los mandatarios del país, tanto los radicales como los líderes de los sellos provinciales evitaron el paso por la sede del Consejo Federal de Inversiones donde se llevó a cabo el encuentro. Así, el cónclave repitió la formación ligada al peronismo, y el encuentro mantuvo la impronta inicial del bloque que comenzó a reunirse en junio como un polo de poder dentro del PJ, con demandas concretas a la Casa Rosada.

Entre las iniciativas que habían emanado de ese grupo se encontraba la reforma de la Corte, por un formato ampliado a 25 miembros con un representante por provincia y otro por Nación. El eje se retomó ayer. “Insistimos en la necesidad de avanzar en la reforma de la Corte Suprema de Justicia de la Nación promoviendo una integración federal con paridad de género y al mismo tiempo, nos preocupa su indiferencia respecto a nuestra petición de incluir a las provincias que reclamamos ser amicus curiae ante el conflicto suscitado por la distribución de recursos coparticipables con la Ciudad de Buenos Aires”, dijo el texto final.

En rigor, la bandera de la busqueda de una “Corte federal” -consignada en un documento en mayo- asoma relativa, en el marco de una integración actual donde hay solo un miembro porteño y donde pretenden ahora sumar “más sillas”. Y se topa además con el obstáculo de no contar con los votos para arribar a los dos tercios necesarios en el Senado para sellar las designaciones. Por eso, se enmarca en especial en la batalla de la coparticipación, por la pelea judicial que encaró el porteño Horacio Rodríguez Larreta tras la quita de recursos que ordenó Nación por lo que, según estimó el Gobierno, fue una sobreestimación de la gestión Cambiemos por el traspaso de la policía.

En el encuentro participaron ya sea de forma presencial o virtual Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Ziliotto (La Pampa), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Ricardo Quintela (La Rioja), Jorge Capitanich (Chaco), Sergio Uñac (San Juan), Raúl Jalil (Catamarca), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Sáenz (Salta) y Mariano Arcioni (Chubut).

Del universo PJ, tampoco esta vez se sentaron en la mesa dos gobernadores que buscan diferenciarse del kirchnerismo, como el santafesino Omar Perotti y el cordobés Juan Schiaretti.

De forma más previsible habían rechazado el convite los radicales Rodolfo Suarez (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes). Inclusive, el primero estuvo en la sede del CFI en la previa de la llegada de la liga para firmar un convenio hídrico con su par sanjuanino.