“Es un camino largo. No hay que cometer errores”. Rogelio Frigerio respira. Aunque fue, en porcentajes, uno de los candidatos más votados de Juntos por el Cambio en 2021 con el 54% en su Entre Ríos natal para diputado nacional, cree que el clima político y económico puede deparar sorpresas en el escenario electoral.
A pesar de ello, Frigerio, quien está instalado en su casa de Villa Paranacito, hace equilibrio entre las distintas vertientes de Juntos por el Cambio. Acaso por ello el jueves recibió a Horacio Rodríguez Larreta y el martes estará con Patricia Bullrich también en tierras entrerrianas.
Con el jefe de Gobierno porteño hubo sonrisas cómplices el jueves cuando se reunieron en Paraná. Se conocen desde muy pequeños: llegaron a veranear juntos en Mar del Plata. Sus padres eran amigos, siempre vinculados políticamente al desarrollismo. Hoy sostienen un vínculo cercano. Incluso quien fue el jefe de campaña de 2021 para el ex ministro del Interior, el dirigente Mauricio Colello, hoy es funcionario en el área de comunicación y es parte de la mesa política ampliada del proyecto Larreta 2023.
De todos modos, Frigerio intenta mostrar la “ampliación” de la que habla hace años: armó una relación personal con Bullrich, en especial cuando ambos compartieron durante cuatro años el gabinete de Mauricio Macri. Una cuestión clave los acercaba: fueron blanco de los dardos de Marcos Peña por su alta exposición y por ser dos de las figuras de ese gabinete durante 2015-2019.
Con todo, el ex ministro no descuidó ese vínculo y por ello invitó a Bullrich, a su regreso de Gran Bretaña, a visitar Entre Ríos.
Pero eso no es todo: hace dos semanas el senador Martín Lousteau armó un acto de su agrupación Evolución Radical en la provincia y planteó que el mejor candidato de Juntos por el Cambio allí era Frigerio. Sus diálogos, por otro lado, con el titular de la UCR, Gerardo Morales, suelen ser frecuentes.
Con todo, entre sus colaboradores él sostiene que puede haber una interna el año que viene, como ocurrió en 2021. Siempre hay radicales díscolos.
Pero todas las encuestas lo marcan como el favorito en una campaña que, seguramente, será provincializada. El gobernador peronista Gustavo Bordet no tiene reelección pero es probable que sea candidato a diputado provincial para estar en la boleta y, al igual que la mayoría de los mandatarios provinciales, desacople los comicios nacionales de los locales.
En este escenario, Frigerio pasa entre tres y cuatro días por semana recorriendo pueblos. Reparte su tiempo con el Congreso (no suele ausentarse a las sesiones) pero, consciente de que es una figura nacional, no siempre puede “provincializar” su discurso ya que siempre la coyuntura nacional se mete en la discusión entrerriana.
En cuanto a una futura compañera de fórmula ya analiza que sea radical y, probablemente, una mujer que pueda complementar su figura.
El sello provincial que armó Frigerio, Juntos por Entre Ríos, tiene 15 partidos. Desde el socialismo, Republicanos Unidos (el partido de Ricardo López Murphy), pasando por el GEN, la Iglesia Evangélica (que tiene un partido propio) hasta vecinalistas.
Con todo, el ex ministro seguirá haciendo equilibrio. A comienzos de 2021 tuvo una larga charla, a solas, con Macri. Fue un diálogo abierto donde se pasaron facturas y, luego, volvieron a la sintonía que lo supo depositar en la cartera de Interior durante cuatro años.
La única figura de la que nunca entendió por qué lo criticaba es Elisa Carrió, quien se despachó contra él en 2020 en varias oportunidades. En definitiva, la Coalición Cívica entrerriana tampoco es decisiva para su futuro.
