La ex fiscal de Entre Ríos Cecilia
Goyeneche reveló este lunes que durante uno de los allanamientos realizados en
el marco de la investigación que derivó en la condena del exgobernador
entrerriano Sergio Urribarri, y en la posterior presentación de su renuncia
como embajador en Israel, encontraron un disco rígido externo que funcionaba
como una especie de “caja negra de la corrupción”.
“Tenía muchísima información. Lo
tiraron por un ventiluz al techo de una casa vecina en el momento en que
entraba el allanamiento”, contó sobre ese operativo llevado a cabo en “una
empresa de un familiar de Urribarri, que además era funcionario público, un
colaborador íntimo de él”.
Goyeneche fue destituida de su
cargo poco tiempo después de la condena al exgobernador de Entre Ríos, en
principio por otra causa, pero con la sospecha de que se trató de una “venganza
política”, efectuada con el objetivo de “cauterizar la situación para que no se
vuelvan a realizar investigaciones de corrupción con esa fuerza y que los
fiscales no se animen o titubeen antes de hacerlas”.
Según indicó, el actual gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, “intervino” en su destitución. Incluso deslizó que se cometieron una serie de irregularidades en el proceso.
“Fue tan drástica
la situación y las ganas que tenían de destituirme desde un primer momento en
el jurado de enjuiciamiento, que en esos días modificaron la forma en la que se
iba a llevar mi juzgamiento y eliminaron la acusación que establece la ley”.
En diálogo con TN, volviendo al
descubrimiento de aquel disco rígido, Goyeneche manifestó que se sorprendió al
ver “la cantidad de registros que van haciendo, probablemente por la
desconfianza en los colaboradores”, así como también “el grado de desparpajo
con la que se registra la ilicitud”.
No obstante, la exfiscal
Anticorrupción y exprocuradora adjunta provincial reconoció que lo que más
llamo su atención fue “la impunidad con la que se movían”.
Urribarri, uno de los primeros
embajadores políticos designados por la gestión de Alberto Fernández, fue
condenado el último 7 de abril a ocho años de cárcel e inhabilitación perpetua
para ejercer cargos públicos, por los delitos de peculado y negociaciones
incompatibles con la función pública.
Goyeneche encabezó esa
investigación, pero el 23 de mayo un jury la expulsó de la Justicia por,
supuestamente, no haberse apartado de una investigación sobre "contratos
truchos en la legislatura", pese a tener vínculos muy cercanos con uno de
los imputados.
“No creo que me haya debido excusar
porque esto se trata de una causa en donde se investigaba un desfalco enorme en
la Legislatura entrerriana. Se descubrió casi por casualidad que estaban
sustrayendo sumas de dinero durante más de diez años, desde 2008 al 2018.
Determinamos que sería una suma aproximada de 53 millones de dólares la que se
llevaron en ese período. Y se investigó a 32 personas”, comentó Goyeneche.
Y agregó más detalles: “Dentro de
esas personas había una persona conocida mía, amigo de mi esposo, y el problema
es que la ley que me rige como fiscal en Entre Ríos establece que solo me puedo
excusar en caso de que se vea gravemente afectada mi objetividad. Y eso no es
algo que me pasaba. No hubo ninguna afectación a la investigación por el hecho
de que no me excusara".
“No solamente no debía excusarme,
porque así lo establecía la legislación aplicable, sino que además, aunque
hubiera debido hacerlo, no existen antecedentes de que a alguien lo destituyan
porque se excusó o no se excusó”, lamentó y consideró el dictamen en su contra
es “ilógico”.
Hubo cinco votos para destituir a
Goyeneche, mientras que solo dos integrantes del Jury votaron para que continúe
en su cargo.
Goyeneche se mostró orgullosa por
el trabajo realizado y señaló que volvería a realizarlo de la misma manera,
pese a las consecuencias que luego le tocó afrontar. “Es la única forma en que
me concibo”, expresó.
“Tengo hijas chicas y no concibo la
posibilidad de llevar adelante la función pública y de vivir en un país con esa
ausencia de normas. La única forma de que construyamos algo posible es cumplir
adecuadamente con nuestro deber. No hice nada heroico ni extraordinario,
solamente hice lo que tenía que hacer”, remarcó.
Por último, dejó constancia de las dificultades que deben sortearse para llevar adelante investigaciones como las que realizó.
“Obtener la prueba es sumamente difícil. Las investigaciones son documentales y la documentación está en poder del gobierno. Si no hay cambio de signo político o internas es muy difícil encontrarla. Si no, tienen todo el poder de restringir o demorar el proceso”, explicó.