La fiscal anticorrupción de Entre Ríos Cecilia Goyeneche habló con Modo Fontevecchia para Radio Perfil (FM 101.9) acerca del jury que enfrenta y la posibilidad de ser destituida de su cargo.
¿Cuáles son los hechos por los que se la acusa de mal desempeño?
Los hechos que dicen, que serían los que me han puesto en el banquillo de los acusados esta semana que pasó, tienen que ver con una cuestión que es bastante habitual en Tribunales, en el Poder Judicial, si corresponden en algunos casos las recusaciones de funcionarios. Esto es algo que es bastante cotidiano, una persona que está sometida a proceso que recusa al juez, el juez que se excusa o no.
Eso pasó en un caso de megacorrupción que tenemos aquí en la ciudad de Paraná, que tiene que ver con desfalcos multimillonarios en la Legislatura Provincial, donde se me recusó en esa investigación y no prosperó. Se me recusó esencialmente porque uno de los investigados, que apareció en esa causa por nuestra investigación meticulosa de quienes estaban en esa asociación delictiva, se llevaron 53 millones de dólares de la Legislatura durante diez años y medio. Una de esas personas, un contador que mantenía los monotributos de los contratados falsos que había en la Legislatura al día, era amigo de mi esposo. Eso desencadenó un proceso de recusación.
Hoy estoy nuevamente sentada en el banquillo de los acusados en un jury, cuestionándome el motivo por el que no me excusé de intervenir en esa causa, siendo que uno de los investigados era amigo de mi esposo y tenía vínculos con mi familia. Lo que quedó claro, en el proceso, es que ese no es el verdadero motivo, porque mi intervención en la causa no tuvo ninguna objeción. No hubo ningún favorecimiento para nadie, al contrario, a este muchacho lo investigamos, lo allanamos, le impusimos restricciones y hoy está a la espera de un juicio con una pena pedida por los fiscales de seis años de prisión.
Hay una situación de mucha hipocresía, donde en la acusación del fiscal ad hoc que pusieron para llevarme a juicio se planteaba la existencia del incumplimiento de deberes morales de mi parte, decían que haya sido indecoroso que no me haya excusado. Detrás de eso hay una situación de mucha misoginia, me da pudor señalar esta situación porque uno puede pensar que quiero usarlo como excusa, pero sentí que me cuestionaron porque llevé adelante el proceso sin tener en consideración que mi marido era amigo de este hombre y sin respetar esta idea persistente, al menos en quienes me estaban señalando, de que si mi marido era amigo. No pude haber llevado adelante la investigación de manera correcta o adecuada, lo cual es un absurdo porque los hechos demuestran lo contrario. La acusación fue muy pobre y deslucida y se llegaron a decir cosas como estas.
Vos dijiste que estás segura de que vas a ser destituida, dejame entender qué relación hay con esta seguridad que vos tenés con el jury que enfrentás con lo de Urribarri. ¿Cómo es el poder hoy en Entre Ríos?
El impulso de mi destitución, hubo un viento de cola muy fuerte para este proceso cuando logramos sentar a Urribarri y a las personas que estaban imputadas en esta causa por la que terminó condenado, los logramos sentar en el juicio en septiembre del año pasado. Yo para ese entonces tenía un pedido de jury, que hasta ese momento las voces de pasillo decían que era un absurdo, que no iba a prosperar pero hubo enormes presiones para que no se realizara el juicio a Urribarri por el cual terminó condenado. Enormes presiones que venían de afuera, de sectores cercanos al urribarrismo y del Gobierno provincial, pero también que venían del propio Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
Una semana antes del juicio a Urribarri, nombraron como asesor de los jueces de la sala penal del Superior Tribunal de Justicia a uno de los abogados del grupo que asesoraba a los imputados en esa causa.
Fueron un montón de cuestiones que entorpecían la posibilidad de iniciar el juicio, tuvimos que litigar eso, lo peleamos con mucha fuerza, logramos que se iniciara y finalmente pudimos empezar a presentar la prueba. Habían publicitado que no había prueba en esa causa y, cuando la mostramos, era contundente, como así también la forma en que los testigos tenían que reconocer que la prueba existía. El 30 de noviembre de 2021 me suspendieron.
El jury de enjuiciamiento cambió su postura y decidió suspenderme en el cargo, con lo cual yo, que estaba encabezando la acusación de Urribarri quedé afuera de mis funciones y estoy suspendida desde ese momento. Esa suspensión sin fundamentos tenía una razón muy fuerte y es que dejara de intervenir en el jury. Una de las personas que decidió suspenderme fue defensora de Urribarri y en las causas donde está imputado se excusa por ese motivo, pero mientras yo lo acusaba a Urribarri resolvió suspenderme del cargo. Eso es lo que nos hace tener la certeza de que hay una decisión tomada de destituirme y que en cualquier momento se va a dictar la sentencia en ese sentido.