Mientras Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich especulan sobre el rol que ocupará Mauricio Macri con miras a las elecciones de 2023 y buscan interpretar sus movimientos, el expresidente le dedica cada vez más tiempo a la rosca política.
Antes de regresar al país tras un viaje relámpago a Francia, en donde brindó una serie de conferencias, Macri organizó una cumbre reservada en su quinta familiar Los Abrojos junto al premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Para el almuerzo junto al escritor en su casa ubicada en la localidad bonaerenses Malvinas Argentinas, una de las sedes habituales de los encuentros políticos del fundador de Pro, el exjefe del Estado convocó a un grupo de referentes de Juntos por el Cambio.
Se trata del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, el jefe del interbloque del Senado, Alfredo Cornejo, y el diputado nacional Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Según fuentes de Pro, Macri se ocupó personalmente de diseñar la lista de convocados y cursar las invitaciones.
“Larreta y Bullrich no van a estar. Serán unas diez o doce personas”, cuenta un dirigente cercano al exmandatario.
En el almuerzo en los Abrojos estuvieron Cornejo, Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano), Joaquín de la Torre (Peronismo Republicano), el senador nacional Ignacio Torres (Pro) y Fernando de Andreis (Pro), entre otros.
Finalmente, Frigerio no pudo concurrir a la reunión por un problema personal, mientras que Valdés se excusó porque tenía compromisos en Corrientes.
También participaron del encuentro Juliana Awada, Cayetana Álvarez de Toledo, legisladora española, Álvaro Vargas Llosa, ensayista, hijo del premio Nobel de Literatura, y Gerardo Bongiovanni, presidente de la Fundación Libertad.
Mientras crecen sus diferencias con Gerardo Morales, jefe de la UCR, por su vínculo con Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, el expresidente no oculta su buena sintonía con Cornejo, antecesor del jujeño en la cúpula radical.
De hecho, hace unas semanas recibió al senador en sus oficinas de Olivos. Del universo radical también suele destacar a Valdés, quien dijo hace poco que Macri cuenta con posibilidades de volver al poder.
Y Frigerio volvió a entrar en la consideración del expresidente, luego de que ambos recompusieran el vínculo tras las PASO del año pasado.
Con el objetivo de pelear por la gobernación de Entre Ríos, Frigerio limó asperezas con Macri -terminaron con diferencias la gestión nacional- y cuida sus nexos con todas las terminales de Pro -desde Larreta y Diego Santilli hasta Bullrich- y de Juntos por el Cambio.
En el entorno de Macri no descartan que el fundador de Pro haya llamado a otros dirigentes de Juntos por el Cambio para que participen de la reunión con Vargas Llosa, en medio de las tensiones que atraviesan a la principal coalición opositora por el veto contra Javier Milei, referente de La Libertad Avanza.
Mañana, Larreta tenía previsto encabezar un encuentro con vecinos y comerciantes y realizar una recorrida por el barrio de Caballito. El jefe porteño sorprendió durante los últimos días con su nueva estrategia para contener el avance de Macri, quien se siente revalorizado por el traspié de la gestión económica del Frente de Todos y amaga con volver a competir por la presidencia en 2023.
Larreta comenzó a decir ante propios y extraños -lo explicitó en el Foro Llao Llao, en Bariloche, en una reunión a solas con el círculo rojo- que estaría dispuesto a enfrentar al Macri en una interna de Juntos por el Cambio.
Advierte que no hay chances de que se baje de la contienda, para dar señales de autonomía. “Yo juego y voy a la interna, en cualquier caso y sea quien sea el candidato”, le avisó a su tropa.
En cambio, Bullrich opta por la cautela: no confirmará aún su deseo de postularse y aguardará la definición de Macri. Cerca del fundador de Pro relativizaron los dichos de Larreta: “No le dimos importancia. Es lo que tiene que decir”, deslizaron.
Otros confidentes del expresidente recuerdan que a Macri no le gusta que lo suban o lo bajen de la contienda presidencial. Insisten en que pretende cuidar la unidad y fomentar la competencia interna.
“No se pone como jefe”, dicen. Si bien prefiere no dar señales y sus laderos repiten que aún no tomó una decisión, Macri acumula poder, recupera influencia en Pro y juega con un doble rol: candidato o gran electoral.
La chance de que vuelva a pelear por la Casa Rosada inquieta a Larreta y Bullrich, quienes están lanzados en la carrera presidencial. Antes de viajar a Francia, el expresidente recibió al concejal opositor Lucas Fernández Aparicio, quien aspira a pelear por la intendencia de Malvinas Argentinas, en sus oficinas de Olivos.
Quienes lo frecuentan a Macri lo notaron inquieto por la profundización de la crisis económica. El lunes, el expresidente y Vargas Llosa compartirá un panel en la cena anual de la Fundación Libertad, que impulsa en la región a los candidatos de derecha liberal, como Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), Macri y Bullrich, referentes de Pro, o José Antonio Kast, en Chile.
En el complejo Goldencenter, de Parque Norte, también estarán Bullrich, López Murphy, José Luis Espert y Cornejo. El evento será inaugurado por Larreta.