Las entidades del agro junto a la dirigencia política de la derecha del arco opositor preparan para este sábado su "tractorazo" en Plaza de Mayo, con un reclamo que apunta contra la propuesta del Gobierno de gravar la "renta inesperada", una medida que afectaría a las empresas que ganaron más de 1000 millones de pesos el último año y que además tuvieron un salto en el margen de ganancia gracias al boom de los precios de los commodities.
Tan razonable en términos de la dinámica del capitalismo del siglo XXI es la propuesta del Ejecutivo que el propio FMI la sugirió en su último informe.
La convocatoria, que se desluciría si buscara solamente proteger al sector que se beneficia de los precios de los alimentos más altos de las últimas décadas en un escenario de fuerte crisis social, entonces apela a otras consignas más génericas y en algunos casos también más extravagantes, como "bajar el gasto público", "por el derecho de propiedad", "basta de confiscación impositiva" o el más clásico "por la libertad".
La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, consideró que "no está muy claro por qué están marchando, ya que la suba de retenciones no existe". En cambio, la derecha del abanico político opositor salió a bancar la convocatoria.
"Han tenido durante días carpas y multitudes cortando la Ciudad para exigir más planes sociales. El #23A los argentinos apoyamos y acompañamos al campo en el tractorazo. Basta de limosnas, la gente de trabajo sale a la calle", dijo el diputado Ricardo López Murphy.
Se espera que este sábado, a las tres de la tarde, tenga lugar la concentración de tractores en las inmediaciones de la Plaza de Mayo.
Si bien la convocatoria no cuenta con el apoyo explícito de la dirigencia de la Mesa de Enlace, está fogoneada por entidades intermedias y organizaciones de productores enfrentados al Gobierno y además tiene el visto bueno de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Por caso, el ex presidente de la SRA y ex ministro de Agricultura durante el gobierno de Mauricio Macri, Luis Miguel Etchevehere, dijo en declaraciones radiales que "esto surgió de diferentes asambleas que se hicieron en diferentes lugares del país.
Entre otras cosas planteaban que algún día había que hacer una protesta en la Ciudad de Buenos Aires. Es la revolución del manso. Insultalo, agravialo, subile la presión impositiva, prohibí que vendan sus productos. Así el manso se revela".
En cambio, Jorge Chemes, de Conferaciones Rurales Argentinas (CRA) dijo que "institucionalmente no compartimos la metodología porque creemos que hay otros caminos", aunque se mostró a favor del reclamo, que de todos modos no está muy claro.
Boom
La protesta se da en un escenario de renovada puja distributiva para ver quién se apropia del fuerte excedente que se produce a causa de los superprecios de los commodities agrícolas.
Según el último informe de la FAO, entidad que depende de Naciones Unidas, el índice de precios de los alimentos se situó en marzo de 2022 en el nivel más elevado desde la creación de la serie, en 1990.
El indicador anotó un promedio de 159,3 puntos, lo cual implica un alza del 12,6 por ciento en relación a febrero. Se trata de un salto "gigantesco", definió la FAO, que impactó en la inflación a lo largo y ancho del planeta.
Se registran precios máximos históricos en aceites vegetales, cereales y carne, mientras que también muestran fuertes alzas el azúcar y los productos lácteos.
La mejora de los precios se traduce a nivel local en una transferencia de ingresos de parte del sector asalariado hacia el agro. En esa tensión operan los pedidos salariales de los gremios y también los intentos del Gobierno de suavizar los impactos distributivos a través de bonos para informales y jubilados y su fuente de financiamiento: el nuevo gravamen a la renta inesperada.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dijo que "hay un sector del campo que es un brazo político de JxC. Van a estar en contra de cualquier cosa que hagamos, pero los veo todo el tiempo comprando maquinaria".
Según estimaciones de esa cartera, la producción de maquinaría agrícola fue la más alta desde 1996, con más de 10.000 unidades, y en lo que va del año muestra un incremento frente a ese período. Esto no solo se explica por los buenos precios sino también por el financiamiento a tasas accesibles de parte del Banco Nación.
Por las dudas
"Acá no hubo suba de retenciones y la verdad es que están marchando por las dudas. Están marchando contra un proyecto que no conocen --en relación a la propuesta oficial de gravar las ganancias inesperadas a causa de la suba de los precios por la guerra--. No tenemos ninguna duda de que es una marcha absolutamente política que tiene que ver con defender otros intereses y no los legítimos derechos del campo que tienen que defender los productores", dijo Cerruti.
Desde la Sociedad Rural de Rosario dijeron que "demandamos terminar con las presiones impositivas confiscatorias, recortar el desmesurado gasto público y consolidar el derecho a la propiedad privada".
"Nos sacan el 70 por ciento de lo que producimos. Tenemos 165 impuestos y el Gobierno, en vez de sacar una buena medida, traen un impuesto más", dijo en declaraciones radiales Maribi Canna, productora tambera autoconvocada de San Jorge, Santa Fe.