El senador nacional de Juntos por el Cambio Alfredo de Angeli habló con Jorge Fontevecchia en el debut de Modo Fontevecchia por Radio Perfil (FM 101.9) y criticó la gestión actual en materia agropecuaria. Además, comparó la situación actual con la presidencia de Mauricio Macri.
- ¿Qué balance comparativo podría hacer entre la situación actual y aquella de 2008?
- Pasaron 14 años y seguimos con los mismos problemas, con la gran presión impositiva, pero lo que más enojó a los productores en el 2008 fue el trato de Cristina Kirchner, cuando nos señalaba como "oligarcas".
Hoy el Gobierno tiene otra forma de tratar, pero los problemas siguen igual. El campo le puso al Estado 170 mil millones de dólares y estamos mucho peor que en 2002. El kirchnerismo tuvo muy buenos precios y no los supo aprovechar, por eso el campo está acosado por los impuestos y no hay respuesta por parte del Gobierno, que no ejerce el poder.
- Martín Guzmán afirmó que "no aumentará las retenciones", pero anticipó un mecanismo para redistribuir la "renta inesperada". ¿Qué reflexión le merecen estas declaraciones?
- Eso no ayuda en nada a la Argentina, menos a los productores agropecuarios. Estamos a un mes de empezar la siembra de trigo y con los anuncios que hace Guzmán, ¿qué productor se va a animar a sembrar más trigo, maíz o soja?
El país necesita una política a largo plazo, que nos digan la verdad y no nos vengan con esta "renta inesperada", porque cómo sabe qué va a pasar eso. Nosotros somos un país productor de alimentos y tendríamos que producir mucho más si tuviésemos un norte más preciso.
- ¿Qué opina sobre el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino que creó el Gobierno para controlar su precio?
- No es la solución porque está claro que el trigo influye en un 10 o 12% en el precio del pan. Esto se va a prestar para corrupción y ya lo vivimos, no sirve para nada. Lo que hay que hacer es bajar la carga impositiva a todos los alimentos y automáticamente se resuelven los problemas.
Pero siguen en el mismo espiral del 2012 y ya pasó con Moreno que tuvimos que importar harina desde Uruguay, por faltante de trigo en Argentina.
- ¿Cuál es su opinión sobre la gestión del ministro de Agricultura, Julián Domínguez?
- El problema es que no se ponen de acuerdo entre ellos. Es cierto que hay diálogo, se hacen reuniones, pero el ministro de Economía dice que va a ir por las rentas extraordinarias. No hay un mensaje claro, entonces Domínguez está apagando un incendio y del otro lado lo están prendiendo fuego. Valoramos las conversaciones pero no hay una solución de fondo a los problemas, porque hay un doble comando lamentable.
- Se coloca a la guerra en Ucrania como ejemplo para la suba de los precios de las materias primas alimenticias. Pero pareciera haber algo más permanente, ¿usted vislumbra un futuro de enormes oportunidades para Argentina?
- Primero, quiero condenar la invasión de Rusia en Ucrania, porque nunca pensé que a esta altura de la vida íbamos a tener semejante atrocidad. En segundo lugar, es cierto que vamos a tener muy buenos precios y un buen futuro para los que producimos alimentos.
Le decía a Mauricio Macri que parece que la soja es kirchnerista, porque cuando nos tocó a nosotros, teníamos los precios en la mitad de los valores que están ahora. Tenemos un mundo que necesita alimentos, pero sin políticas claras va a ser muy difícil que salgamos adelante.