El Gobierno anunciará mañana una relajación del recorte a las exportaciones de carne, una medida que venía reclamando el campo desde hace tiempo y que no encontraba demasiado eco, aunque luego de las PASO tomó impulso.
La gran disyuntiva que tenía el oficialismo respecto de qué camino debía tomar tenía que ver con cómo abrir el grifo de las ventas externas, sin que esto fuera en contra de su argumento inicial, es decir el cuidado de los precios en el mercado local a través del cupo a las exportaciones de carne.
A raíz de esto, la solución que se encontró fue la de reabrir la venta al mercado chino, sin dudas el punto más fuerte del negocio de la carne, aunque no se habilitará la salida de los cortes que se encuentran incluidos en el programa oficial Cortes Cuidados, que impone un precio para la venta en diferentes puntos de venta.
Según lo previsto, este nuevo escenario estaría vigente a partir de octubre próximo.
Está previsto que de la reunión participen todos los representantes de la Mesa de Enlace, además del ministro de Agricultura, Julián Domínguez y el jefe de Gabinete Juan Manzur, junto a los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Ziliotto (La Pampa).
De este modo, se estará ofreciendo un importante gesto para el campo, y al mismo tiempo se estará manteniendo la intención de controlar los precios de los cortes más populares, algo que el Gobierno no estaba dispuesto a ceder.
Esta medida, además, generarán beneficios a ambos lados. Para el campo, porque el mercado de China representa nada menos que el 75% del total de ventas. Y para el Gobierno, porque esto le representará un importante nivel de ingresos de dólares, hoy una variable para nada despreciable.
Con esta reapertura de China, el campo sumará ventas aproximadas por u$s 100 millones al mes, lo que le dejará el Estado -en concepto de retenciones- unos u$s 9 millones mensuales, lo que sumaría u$s unos 27 millones hasta fin de año.
Dentro de esta iniciativa de reencauzar la relación con el campo, también se esperan anuncios relacionados con la puesta en marcha de incentivos fiscales y el ofrecimiento de créditos a tasas bajas que permitan impulsar la producción y las exportaciones, dos de los puntos que ya fueron tratados y que estaban dentro de lo que se anunció en algún momento como la implementación de un Plan Ganadero, pero que nunca vio la luz.
Una vez que finalice esta etapa, campo y Gobierno avanzarán en una segunda fase. Las retenciones en general que afectan al sector se pondrán sobre la mesa una vez puestas en marchas las nuevas regulaciones exportadoras, aunque ya hubo algunas charlas informales al respecto.