El embajador de
Argentina en Israel, Sergio Urribarri, se presentó este martes ante el
Ministerio de Relaciones Exteriores israelí para dar explicaciones por el voto
del gobierno de Alberto Fernández en el Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas (ONU) a favor de la apertura de una investigación por presuntos
crímenes de guerra de ese país en Gaza.
En un comunicado, el Director General Adjunto para América
Latina y el Caribe, Modi Ephraim, manifestó que que el apoyo de Argentina a
esta resolución "ignora el terrorismo de Hamas" y "es algo que
Israel considera inaceptable".
Además, calificó de "inconcebible" el respaldo de
un país que sufrió atentados terroristas, en referencia al ataque a la embajada
de Israel y la sede de la comunidad judía (AMIA) en Buenos Aires.
Ephraim señaló que la expectativa de Israel es que "el
gobierno de Argentina apoye a Israel en momentos difíciles a la luz de la
amistad entre los países a través de los años y la alianza en la lucha contra
el terrorismo".
Según pudo saber Clarín, en la reunión con Urribarri, que
duró una hora y cuarto, los dirigentes israelíes trasmitieron los duros
planteos del gobierno de Benjamín Netanyahu al de Fernández por su apoyo en la
ONU.
Más allá de estos cuestionamientos, durante la reunión
también se trataron las negociaciones para el ensayo de la vacuna israelí en la
Argentina.
Argentina, Bangladesh, Bolivia, Burkina Faso, China, Gabón,
Indonesia, Libia, Mauritania, Mexico, Namibia, Pakistán, Rusia, Senegal,
Somalia, Sudan, Uzbekistan y Venezuela formaron parte del grupo de 24 países
entre 47 que votaron una resolución la semana pasada en la que la Alta
Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que los ataque
de misiles lanzados por Israel contra Gaza -en los que murieron 255 palestinos-
podrían constituir "crímenes de guerra."
La resolución instó a crear una comisión para investigar las
violaciones "contra el derecho internacional y humanitario que se habrían
cometido en los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén Este, e
Israel".
Sin embargo, la tensión diplomática con Israel comenzó luego
de un comunicado la Cancillería argentina, a cargo de Felipe Solá, que
cuestionaba el "uso desproporcionado de la fuerza"..
"La República Argentina expresa su honda preocupación
por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina , el uso
desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante
protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los
barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del
lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza",
expresó el escrito.
Esta postura cayó mal en sectores de la colectividad judía
en Argentina y la embajadora de Israel en nuestro país, Galit Ronen, manifestó
que el comunicado oficial “no expresa la buena relación” entre los países y que
lo ven “con preocupación”.
El Presidente y el
titular de la DAIA
El lunes, Alberto Fernández recibió a la cúpula de la DAIA,
que llevó su queja por la posición Argentina ante la ONU contra Israel y le
recriminaron que "la abstención hubiese sido el escenario más
prudente".
"No logramos que Argentina reconozca a Hamas como una
organización terrorista... No nos convencieron los argumentos (del Presidente),
le dijimos que, desde todo punto de vista, este voto es inapropiado y que esa
votación ha provocado un dolor en la comunidad judía y en general. Le pedimos
que la próxima vez lo piensen de nuevo y no cometan la misma torpeza”, afirmó
el presidente de DAIA, Jorge Knoblovits, este martes en radio Metro.
Desde el Gobierno solo se emitió un protocolar comunicado, con una foto del encuentro, en el que Fernández defendió la posición de su gobierno ante el organismo internacional