Continúa la tensión en la Ciudad de Buenos Aires por las
clases presenciales entre los gremios docentes y el gobierno de Horacio
Rodríguez Larreta. UTE-CTERA, ADEMYS, CAMYP y SADOP son al menos cuatro de los
sindicatos que este lunes 3 de mayo llamaron al paro de las clases presenciales
y promueven las clases a distancia. El Secretario General Adjunto de UTE,
Eduardo López, aseveró que Rodríguez Larreta "hace campaña".
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y tres
gremios más llevarán a cabo una nueva medida de fuerza este lunes 3 de mayo
pidiendo por la no presencialidad en las aulas. Será parte de la misma postura
que los gremios vienen sosteniendo desde hace tres semanas y que apuntan a
sostener la virtualidad como reclamo a la decisión del Ministerio de Educación
porteño de continuar con las clases en las escuelas.
"La comunidad educativa se cuida y Larreta hace
campaña", sostuvo el Secretario General Adjunto de UTE, Eduardo López en
C5N. En ese marco, sostuvo que las clases presenciales que impulsan desde el
gobierno porteño se "politizan".
"Niño que no va, le sacan la vacante y pasan el nombre
de la familia para hacerle una denuncia por no cuidar la educación de su
hijo", sostuvo López, y agregó que Larreta "es soviético" al
querer obligar a los padres a llevar a sus hijos a la escuela. "Si se
logra el vínculo pedagógico a distancia, se trabaja a distancia. Lo que no
podemos avalar es la presencialidad, no podemos estar presentes",
concluyó.
Además de UTE-CTERA, se sumaran al paro la Asociación
Docente de la Ciudad de Buenos Aires (ADEMYS), la Unión Argentina de Maestros y
Profesores (CAMYP) y el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP).
"Ante la profundización de la crisis sanitaria
ratificamos la exigencia de suspensión de actividades escolares presenciales,
equipos y conectividad y vacunación para todos", escribió en sus redes
sociales ADEMYS ratificando el paro para el día de hoy.
En el caso de SADOP, la medida de fuerza implica la
continuidad de las clases de manera virtual. Todos los gremios se aglomeran
bajo el mismo precepto: suspender las clases presenciales por el riesgo
epidemiológico que implican.
Los frentes
judiciales de la Ciudad de Buenos Aires
El GCBA tiene tres frentes judicializados que enfrentar con
su decisión de sostener la presencialidad: con Nación, con los gremios y con
las familias. Muchos padres presentaron recursos de amparo ante lo dispuesto
por el Ministerio de Educación porteño. A eso se suma la contabilización de los
días de paro, registrados como faltas y posteriores descuentos en los sueldos
docentes, un recorte duro a un sueldo diezmado.
"Desde CAMYP seguiremos apelando en el Fuero
Contencioso Administrativo y ante el Fuero Federal, por el no descuento a los
días en los que la docencia reclamó por su derecho a la vida", aseveraron
en un comunicado desde el gremio porteño. Además, agregaron que "Las amenazas de descuento realizadas
por la cartera educativa ya son un hecho", y aseguraron que los descuentos
violan "un sinnúmero de normas".
Sigue la tensión
entre Nación y CABA
En simultáneo, el nivel de tensión entre Nación y Ciudad de
Buenos Aires por las clases presenciales tuvo un nuevo episodio. En el día de
ayer, el ministro de Educación Nicolás Trotta, mantuvo un zoom de dos horas con
sus pares de la Provincia de Buenos Aires, Ciudad, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza. El funcionario
sostuvo al término de la reunión que las escuelas no tendrán clases
presenciales pero seguirán abiertas para que los alumnos tengan encuentros
individuales con los docentes y retiren materiales.
En tanto, Horacio Rodríguez Larreta aseguró en su última
conferencia de prensa del día viernes que se mantendría la presencialidad en
los niveles Inicial, Primario y de Educación Especial, desoyendo nuevamente las
medidas anunciadas por el Gobierno Nacional que fijan a la Ciudad de Buenos
Aires como epicentro de la pandemia.
Mientras tanto, la Corte Suprema de Justicia dilata su decisión y no se expidió aún sobre su postura respecto a la presencialidad. La judicialización, que empezó con la pelea entre el presidente, Alberto Fernández, y el alcalde porteño, Rodríguez Larreta, se extendió hacia los gremios y los padres. El frente todavía está abierto y por lo pronto, la Ciudad de Buenos Aires mantendrá la presencialidad en educación especial, nivel inicial y primaria.