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Martes, 7 de octubre de 2025

Maximiliano Pullaro: “Ayer se divertían como si Argentina marchara sobre rieles”

El gobernador de Santa Fe mostró su preocupación sobre el malestar que se vive en el interior productivo y criticó la desconexión del Gobierno nacional con la realidad económica. “El Presidente se muestra como una estrella de rock cuando no estamos bien”, criticó.
Maximiliano Pullaro: “Ayer se divertían como si Argentina marchara sobre rieles”

Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, cuestionó la “desconexión con la realidad” del espectáculo que brindó Javier Milei este lunes por la noche durante la presentación de su nuevo libro. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), el mandatario provincial también alertó que existe un profundo malestar en el interior productivo y declaró: “El campo, la industria y la Argentina están muy mal”.

Maximiliano Pullaro fue diputado provincial de Santa Fe en el período 2011-2015. También se desempeñó como ministro de Seguridad de la provincia entre 2015 y 2019, y es el actual gobernador, cargo que asumió en diciembre de 2023.

Quiero aclarar que me une simpatía con vos. Creo que lo que están haciendo en Provincias Unidas realmente es muy importante, construyendo consensos no solamente para 2027, sino para el proceso que nos va a llevar desde el 10 de diciembre de 2025 hasta 2027. El presidente estuvo en tu provincia el fin de semana, no le fue bien. Cruzó a la provincia de enfrente. ¿Por qué creés que es diferente el clima hacia el presidente en Santa Fe que en Entre Ríos, o si simplemente era lo mismo, pero en Entre Ríos estuvo más protegido por su alianza electoral?

Hay un malestar muy grande, no solo en Santa Fe, en todo el interior productivo. Nosotros vivimos el campo y la industria, y estamos orgullosos, y siempre nos planteamos desde ese lugar, desde una Argentina productiva, desde una Argentina que apueste al trabajo, que apueste a la producción. Y la verdad que estamos muy mal, la gente está muy mal. El campo, la industria y la Argentina están muy mal. Entonces hay manifestaciones en Santa Fe. Los santafesinos somos tranquilos, quienes se manifestaron fueron organizaciones de izquierda porque el Presidente había dicho que iba a ir a la peatonal de la capital. Después terminó yendo al puerto, que es una zona federal que custodia la Prefectura. Pero en ningún momento pidió la colaboración de la policía provincial, que estaba, pero no en el mismo operativo de custodia del Presidente, sino coordinado.

No coordinado, digamos…

No coordinado por decisión de Casa Militar, y es una decisión que no la cuestiono, pero desde ese lugar tal vez es más difícil cuidar porque uno no sabe cuáles van a ser los pasos. Y sí, hubo hostilidad en Santa Fe, y hubo menos movilización también. De La Libertad Avanza habría 300 o 400 personas. Creo que en Entre Ríos, como el gobernador Rogelio Frigerio acompaña el proyecto de La Libertad Avanza, había un poco más de volumen y de músculo, y lo hizo pasarla mejor. Pero es que la Argentina no está bien, y es muy difícil hacer campaña electoral en este momento.

Veía hoy a la mañana y ayer a última hora lo del show de ayer, y sentía qué hay desconexión con la realidad, porque mucha gente la está pasando muy mal. Hay gente que sufre, gente que no llega a fin de mes, gente que tiene que bajar la calidad de vida, o la escuela, o la obra social, o los gastos, o el alquiler. Y eso termina haciéndolo sentir muy mal. Y el Presidente se muestra como una estrella de rock cuando no estamos bien. Se mostró como una persona que se estaba dando los gustos en vida, cuando uno tiene días de gestión en cuatro años y no puede descuidar ninguno, ni una mañana ni una tarde. Y ayer se divertían como si Argentina marchara sobre rieles, y la verdad que no es así.

Previamente conversábamos con Miguel Ángel Pichetto, quien junto con José Mayans, son los dos que tienen la mayor cantidad de años de experiencia legislativa. Es una persona que no está entre los que tiran piedras al Gobierno. Él decía que no veía condiciones para que después del 10 de diciembre haya un cambio sustancial en las fuerzas legislativas, que La Libertad Avanza consiguiera tener una cantidad de diputados que le permita llevar adelante el Gobierno de la misma forma que lo hizo hasta ahora. Pero yo decía que la expectativa que nos cuentan sectores cercanos al Gobierno es que, una vez pasadas las elecciones va a haber acuerdos con los gobernadores porque la economía va a mandar y los gobernadores van a tener necesidad económica. De hecho, se nombró ministro del Interior a la persona que antes era secretario del Interior. ¿Qué creés que va a pasar a partir del 10 de diciembre en la relación entre el presidente y los gobernadores en general, y los de Provincias Unidas en particular, que ya sumando Corrientes llegan a seis?

Entiendo que depende del Presidente y del modelo de gestión que pretenda llevar adelante, si se quiere dejar ayudar o no se quiere dejar ayudar. Provincias Unidas surge como un emergente en este momento, porque los errores que venía cometiendo el Gobierno ponían en riesgo que pueda volver el kirchnerismo a la Argentina. Nosotros entendemos que eso es una etapa superada por la sociedad, pero ante el espanto podía volcarse hacia allí.

Y desde ese lugar entendimos que teníamos que construir una alternativa republicana, democrática, de diálogo, de gestión sensata, en donde teníamos que hablarle a los vecinos y vecinas de nuestro país que hay una alternativa, que no es todo blanco o negro, que no todos son esos extremos a los que nos quieren llevar. Y allí surgió esta alternativa política, que no es una tercera vía, es un modelo de gestión que propone poner un próximo presidente, y el primer paso es tener un bloque legislativo importante que nos permita a nosotros ayudar a que a la Argentina le pueda ir bien, pero por supuesto mirando el 2027 como un objetivo, en donde el país debe tener una oportunidad de ser bien gestionado.

Hoy las divisas a la Argentina se las da el campo de manera estable, y eso es innegable, nadie lo puede discutir. Hubo intentos de que vengan desde otro lugar, pero es el campo. Dentro de tres años los minerales le van a dar las mismas divisas, como el litio, el cobre, y dentro de cinco años la energía, el petróleo y el gas. No podemos permitir que Argentina se la administre mal porque va a perder la posibilidad de desarrollarse. No hay país en el mundo que tenga las rutas nacionales en el estado que están en la Argentina y pretenda ser un país desarrollado, un país que venda más en el exterior, un país que produzca más y que produzca mejor. Entonces, con esas divisas hay dos caminos: o las administra la timba financiera en este momento, o se te van en populismo como sucedió antes.

Pero entendemos que hay otra forma, que es como llevamos nosotros adelante la gestión: con mucha responsabilidad, con mucho trabajo, con mucha dedicación, cuidando el equilibrio de las cuentas. Porque en estas seis provincias, y te diría en casi todas las provincias, hay equilibrio fiscal. Ninguna provincia está reendeudada o endeudada, por lo menos el 95% de las provincias no tienen problemas de caja. Hacemos obra pública. Parece que aquí la dicotomía es no hacer obra pública porque antes robaban en la obra pública. El desafío es hacer obra pública bien. No es no hacerla porque se roba. Nosotros creemos que podemos hacer. Y te podría mostrar cómo bajamos el costo de la obra pública en la provincia de Santa Fe, abriendo a más proveedores o a más empresas para que puedan competir. Hay una manera de gestionar bien la Argentina y no queremos perder esa oportunidad.

Y ahí surge Provincias Unidas como una alternativa para no volver atrás y mirar hacia adelante, cuidar las cuentas, cuidar el equilibrio fiscal, pero apuntar fundamentalmente a una Argentina que se desarrolle, apuntar al fortalecimiento del campo, de la industria, de la logística, al abaratamiento de la logística, a conservar los mercados internacionales, a salir a buscar nuevos mercados internacionales, a hacer lo que sabemos hacer.

Provincias Unidas Pullaro integra el frente Provincias Unidas junto a otros cinco gobernadores.

Como decía Juan Schiaretti, a la razonabilidad sería el punto.

Necesitamos sensatez. A mí me cuesta mucho, a veces, entender la política nacional. Nunca estuve en el Congreso Nacional, nunca tuve un cargo partidario nacional. Me cuesta mucho entender la lógica. Hay mucha agresión acá. Es difícil que todos se puedan sentar a hablar en una mesa. Aquí parece que la dirigencia política se habla a través de TikTok, o de reels de Instagram, o de los likes en X. Y nosotros debemos tener la capacidad de sentarnos en una mesa, de dialogar, de escucharnos, de no creernos que nuestra verdad es la única verdad.

Hacía 63 años que en Santa Fe no se reformaba la Constitución. Muchos gobernadores lo intentaron. Nosotros lo logramos sentándonos con el exgobernador Omar Perotti. Encontramos los equilibrios para tener una necesidad de reformar la Constitución. Fui a una elección con nuestro espacio político, ganamos por amplia mayoría esa elección, construimos una mayoría en la Constituyente y no nos llevamos puesto todo. Podríamos haber hecho la Constitución que queríamos, pero entendíamos que teníamos que dialogar, y la Constitución salió con el 75% de los votos. Y eso es muy importante, porque es mostrar que nadie se fue a llevarse todo puesto. Argentina necesita eso. Y en las provincias eso está, esa sensatez, esa necesidad de diálogo.

Yo recuerdo que en Brasil me decían que los diputados y los senadores que tomaban el avión eran otras personas sábado y domingo cuando volvían a su provincia, a su estado, y cuando llegaban a Brasilia, y en el caso de Argentina a Buenos Aires, entraban en un microclima distinto.

Sí, es fuerte y triste. A veces las sesiones del Congreso de la Nación, y a uno lo avergüenzan. Hay muchas personas de bien que no quieren participar en eso porque pierden prestigio, prestigio social, familiar, les cuesta, les cuesta mucho. Entonces, estamos llevando a que las personas que toman decisiones no sean las mejores. Nosotros tenemos que apuntar a que Argentina pueda tener un modelo distinto. No éramos así años atrás, y siento que tenemos esa oportunidad. Entonces, el formato de Provincias Unidas surge desde ese lugar. Acá hay un país que puede ser sensato, y podemos mostrar cómo tomamos temas complejos en las provincias, y desde ese lugar encontramos las formas de ir resolviéndolos. Podemos mostrar cómo laburamos todos los días y cómo nos esforzamos.

Mencionaste a Perotti, el gobernador anterior, peronista. Y lograste un consenso con lo que sería la oposición. Al mismo tiempo, marcaste tu preocupación y la preocupación de todos los gobernadores de Provincias Unidas de que la alternativa sea el kirchnerismo. Me gustaría que nos contaras cuál es tu visión del peronismo y las diferencias con el kirchnerismo. Hay una parte del peronismo con la que tenés empatía y una parte que no.

Creo que Argentina tuvo una oportunidad, y la oportunidad fue cuando salimos de la convertibilidad, que teníamos superávit gemelo: superávit comercial y superávit fiscal. Le pagamos cash al Fondo Monetario Internacional porque los precios de los commodities estaban por las nubes, y en lugar de pensar hacia dónde debía ir la Argentina, a quién le teníamos que vender, qué le teníamos que vender, apostar a la ciencia, a la tecnología, a la infraestructura, a las rutas, a los puertos, a los aeropuertos, a la energía, al desarrollo del gas, al desarrollo eléctrico para que la industria pueda tener potencia, bajar los costos, lo derrochamos en un mal llamado populismo. Lo derrochamos en planes sociales y apostamos a jubilar gente por una cuestión más política que puso en jaque al ANSES. Fue todo un embrollo eso que nos llevó a gastar los recursos de Argentina y a ponernos en una situación muy crítica que terminó siendo una inflación del treinta y pico por diciembre del 2023.

Claramente el déficit fiscal se terminó financiando o con crédito internacional o con emisión monetaria, y lo pagaron las clases más populares. Y terminamos teniendo más pobres. En el 2009 teníamos menos de 20 puntos; en el 2023 casi 50 puntos de pobres, cuando los países de la región habían partido igual que nosotros y tenían la mitad. Claramente se hicieron mal las cosas. Ese es el kirchnerismo: el modelo que tuvo la oportunidad de sacar a la Argentina adelante, porque los recursos vinieron.

Hubo otros peronismos, sí. El peronismo cordobés es un peronismo ordenado, que cree en la obra pública, en el campo, en la industria, que acompaña, que cree en la fuerza del trabajo, que cree en la fuerza productiva, que es muy parecido a nosotros. Yo vengo de la Unión Cívica Radical, me reivindico alfonsinista por los valores, empecé a participar en política por lo que generaba Alfonsín en mí. Me motiva mirar provincias que se manejan similares a lo que yo quiero que sea mi provincia o a lo que apunto que la provincia de Santa Fe crezca y que cada vez sea más bueno. Desde ese lugar, hay un modelo distinto que puede llevar a la Argentina a un lugar bueno, a un lugar bueno.

¿Hay un peronismo del interior distinto del bonaerense?

Yo creo que hay dirigentes del interior de distintos partidos políticos que nos hemos visto golpeados en muchas oportunidades porque nos han impuesto los candidatos y los modelos desde el AMBA, que eso vale tanto para el peronismo como para el radicalismo, como para el Juntos por el Cambio. Y los dirigentes han sido siempre los mismos y han venido siempre del mismo lugar y muchas veces han estado en los diferentes gobiernos. Entonces, y no le ha hecho bien ni al AMBA ni al interior, o sea, a nadie en la República Argentina.

Entonces, yo creo que nos tienen que dar una oportunidad de mostrar que hay otro camino que es con las cuentas públicas ordenadas, sin aumentar el gasto público, con mucha austeridad, con mucha honestidad, con mucha gestión, con mucha dedicación. Porque Argentina va a tener la oportunidad de tener divisas, de tener dólares, de tener inversiones.

Hay una diferencia casi taxonómica entre el kirchnerismo y el peronismo, que por momentos tiene cierta superposición geográfica porque el kirchnerismo terminó haciendo foco en el conurbano bonaerense. Al mismo tiempo, pareciera que una ideología, con una geografía, empiezan a hacer una especie de metonimia. Si no recuerdo mal, vos tendrías una buena relación con Kicillof.

Yo tengo buena relación con las 23 jurisdicciones y charlamos y dialogamos. Tenemos un grupo que todos escribimos allí y cuando gané las elecciones yo a principio de año, que fue la primera en Santa Fe, todos escribieron y felicitaron y cuando se ganó en otras provincias todos escribimos y felicitamos. Por supuesto, cuando ganó el peronismo en provincia de Buenos Aires, escribimos creo que los 23, pero si no fueron los 23, 20 escribieron y felicitaron.

Hay un buen clima no solo con Axel Kicillof. No pienso igual, pienso muy distinto. Tengo una mirada de Argentina completamente distinta. Lo que creo yo, él no cree, pero eso no me impide de poder dialogar, de poder hablar, y de poder encontrar salidas, porque ni yo ni él tenemos la verdad revelada. Todos tenemos una parte de la verdad y todos podemos corregir la verdad que tenemos para ser una verdad superior que es la verdad de todos. Y es lo que le falta a Argentina, es dejar de agredirse, de insultarse, de permanentemente denostar al otro y empezar a trabajar juntos porque no vamos a tener muchas más oportunidades.

Vos también venís de una provincia que tiene una particularidad. Las condiciones de posibilidad materiales construyen condiciones políticas diferentes y no es una casualidad que el conurbano también construya una realidad política a partir de una situación económica que crea esas condiciones de posibilidad. Pero Santa Fe, a diferencia de Córdoba, siempre salió de la polarización. Tenía tres, en gran medida porque el socialismo ocupó un papel que no ocupaba en otras provincias. Siempre hubo tres tercios, mientras que el resto del país se dividía en polarizaciones. En las últimas elecciones, a partir de la emergencia de La Libertad Avanza, a nivel nacional también hubo tres tercios. ¿Se podría decir que lo que vos estás viendo hacia 2027 es que la polarización que se dio en la provincia de Buenos Aires es un fenómeno bonaerense, pero que el país va a mantener un sistema de tercios y que en ese sistema ternario tiene que haber una sustitución de Juntos por el Cambio que se fue fumando y que Provincias Unidas viene a ocupar ese papel?

Yo estoy convencido de eso. Yo creo que el kirchnerismo se está achicando en Argentina y se va a achicar aún más, más allá del triunfo de Kicillof, que tiene otras características locales. Es como si yo intentara mostrar la elección del 29 de junio que hicimos en la provincia, que ganamos el 76% de los distritos. Si uno ve el mapa, fue todo rojo, pero es una lectura que uno fuerza. Esta es una elección nacional y en esa elección nacional va a haber un debate muy profundo donde hay un kirchnerismo que se achica y se retrae. El “Gringo” Schiaretti lo define bien, es como una llamita que se va apagando. El kirchnerismo no tiene posibilidades de volver porque es un modelo agotado y la melancolía que pueden tener muchos allí se va a agotar en un menos de un 20%.

Milei está defraudando muchísimo. Primero lo votaron para para terminar con la casta, pero se termina rodeando de personas que hacía años que estaban en la política. No logra resolver los problemas, y ahora tiene problemas más graves, problemas de corrupción, como el caso Spagnuolo. Es sumamente grave que un funcionario de primera línea del gobierno habla de cómo se repartían las coimas en el Gobierno y nunca se dio una explicación clara de eso. Entonces, termina poniéndolo en un lodo a todos que les cuesta explicar. Ahora, este caso de Espert.

Verá la justicia qué nivel de culpabilidad tiene o no, pero claramente hubo una mentira sostenida durante por lo menos 7 días, desde la nota de PERFIL hasta el domingo. Fue como por goteo que salió primero en los medios, pero era ocultada por el Gobierno. El Gobierno y el Presidente tienen que dar una explicación de esta situación porque tiene que ver con financiamiento por parte del narcotráfico a un candidato que en este momento lo era, el primer candidato del distrito más importante de la Argentina, del partido de gobierno que comparte el abogado con Spagnuolo, con el Presidente, con esta persona que supuestamente está por ser extraditado. Eso también pierde volumen y pierde valor.

Desde ese lugar, nosotros sí jugamos fuerte. Yo apuesto a que mi vicegobernadora, que es una mujer valiente y excepcional. Hasta los 18 años vivió en un campo y después se fue a estudiar a Rosario, Ciencia Política. Fue diputada nacional y me parece una excelente vicegobernadora. Ahora va de primera diputada nacional porque creemos en esto y no desconocemos que es una elección difícil por lo que es la polarización a nivel nacional, pero apostamos a que la gente diga que en Santa Fe las cosas se hacen de una manera y en el país se pueden hacer de la misma manera. Hay gobernadores que se juntaron para mostrar que hay otra forma de gestionar y es el primer paso.

Nosotros apostamos a tener un bloque de 20 legisladores diputados nacionales, que desde ese lugar nos permite tener visibilidad, claridad conceptual, claridad política y mostrarle un horizonte a la Argentina. Y después van a aparecer quienes quieran ser candidatos, pero con estas características: honestidad, austeridad, mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucha gestión que permita resolver los problemas.

Dijiste que pintaron el mapa de rojo y después hablaste de Alfonsín, dos significantes del radicalismo. Muchos radicales piensan que el radicalismo se equivocó al no plantear un candidato presidencial en las PASO en las que finalmente aceptaron que sus candidatos fueran vicepresidentes, como el caso de Morales. De hecho, en Provincias Unidas está el continuador de Morales en Jujuy. ¿Qué pensás del radicalismo? ¿Hacia dónde vas y hacia dónde crees que va a ir el radicalismo?

El radicalismo es un partido con mucha identidad, fundamentalmente en los pueblos del interior de la Argentina. En todos lados hay un radical, hay un comité, hay autoridades políticas, partidarias. Hay que trabajar mucho para que esa identidad se pueda fortalecer en un programa de gobierno. No es fácil lo que le ha tocado a Martín Lousteau durante todo este tiempo, en un momento de mucha convulsión, de mucho debate, donde el radicalismo necesita organización y liderazgo para poder ser conducido. Ojalá que encontremos el liderazgo y si no va a ir cimentando un programa de gobierno que a la inmensa mayoría de los radicales los va a contener.

En esta etapa hubo radicales que creyeron que tenían que ir con Milei y otros radicales que creyeron que tenían que irse al kirchnerismo, y así terminamos. Necesitamos construir liderazgos que nos permitan ordenar la organización y no la organización nunca ordenó a los liderazgos dentro del partido. Cuando surge Alfonsín, surge un liderazgo superior a la organización política que le trajo valor desde afuera al partido y lo hizo ganar una presidencia de la República y así surge en muchos lugares. Creo que en el radicalismo en este momento vamos a trabajar para que el Comité Nacional tenga una lógica y tenga un norte de trabajo y ojalá encontremos esos liderazgos que nos permitan sumar y traer desde afuera mucha gente que se vea reflejada con las ideas que hoy tiene el radicalismo, que son ideas que le harían bien a la República Argentina.

Alfonsín decía: “Con la democracia se come, se cura y se educa”. Y hoy necesitamos que la democracia sea eso, gente que no tenga hambre, gente que pueda estudiar y gente que no tenga problemas de salud. Y el fortalecimiento de eso nos tiene que traer un programa de gobierno y mostrarle a la gente con mucha sensatez que se puede llevar adelante.

De los seis gobernadores que integran hoy Provincias Unidas, tres son radicales. Jujuy, Corrientes y Santa Fe. Tienen mayoría.

Nos llevamos bien con Alfredo Cornejo y con Leandro Zdero.

Y el gobernador de Santiago del Estero también tiene un origen radical.

El de Tierra del Fuego también.

¿No hay una confluencia de ciertas ideas nacionales en gran parte del peronismo y el radicalismo en el que probablemente el kirchnerismo torció ese rumbo, ese tronco común, pero que hay un punto a partir del cual, probablemente desde el interior hacia la Ciudad de Buenos Aires, pueden encontrar un punto de acuerdo como ya encontraron entre el peronismo cordobés y el radicalismo santafesino?

Nosotros esperamos que en el tránsito del 2025 al 2027 muchas personas puedan sentirse atraídas por por este espacio político que nos excede a los partidos, a las provincias y que es un modelo nacional. Quienes crean en las ideas de la República, en los principios más fuertes de la democracia, en la gestión, en la sensatez. Pero Provincias Unidas no es un modelo ideológico. Creo que las ideologías al extremo, como el kirchnerismo y La Libertad Avanza, han dañado al país porque nos han llevado a esos extremos que no nos han permitido dialogar. Y el diálogo es la posibilidad de consensuar que tenés para construir algo más grande.

Milei el año pasado parecía que lograba ordenar muchas cosas. Logró bajar la inflación, había logrado bajar la tasa de interés y había logrado bajar el riesgo país a 600, 700 puntos y no vinieron las inversiones con una ley de RIGI que les daba perspectiva a 30 años. No vinieron las inversiones porque no tuvo la capacidad de sentarse a armar algo más grande y a ceder algo más grande, y decir: “Ordené algo muy importante en la República Argentina, pero tenemos que construir el modelo que viene juntos, porque esto me excede a mí como presidente, me excede como individuo”.

Algo parecido nosotros hicimos en Santa Fe. Santa Fe tenía problemas de violencia muy grandes, lo sigue teniendo, pero en menor medida. Hoy estamos, tenemos menos delito predatorio que la media nacional, y la misma violencia cuando cuadruplicábamos o quintuplicábamos la media nacional. Sin embargo, nosotros no lo hicimos solos. No es que un gobernador iluminado tocó las piezas que tenía que tocar. Estuvo la Justicia provincial, la Justicia federal, estuvo el Gobierno nacional, estuvo la legislatura provincial dándonos las normas y las leyes que necesitábamos.

Y por supuesto, hubo una decisión muy fuerte política del Poder Ejecutivo en mi persona, pero en la de todo un gobierno, de enfrentar a las organizaciones criminales con mucho esfuerzo. Los bienes los incautamos y los subastamos como mensaje público a las organizaciones narcocriminales. Recaudamos 3.400 millones de pesos hace unos días atrás en una subasta pública. No es mío o no es del gobernador o del Poder Ejecutivo. Es una política de Estado. Creo que lo que le faltó a este gobierno fue capacidad de diálogo y lo que viene en Argentina tiene que ser eso, capacidad de sentarnos, de no agredirnos y sensatez.

Dos de los tres miembros de la Corte Suprema de Justicia son de Santa Fe. Sí. En la ciudad de Santa Fe se hizo la Constitución Nacional. Probablemente Santa Fe por eso tiene tercios. Probablemente por eso Santa Fe nunca cayó en la polarización. Por eso Santa Fe probablemente pudo desarrollar un Partido Socialista que tiene muchos puntos de contacto con el radicalismo. Por eso Santa Fe todavía hoy puede tener un gobernador radical y probablemente ese sea el espíritu que tenga que primar en la Argentina en un futuro, que es salir de la polarización que nos ha venido atrasando a lo largo de los últimos 50 años.

En Santa Fe, el frente político que me toca conducir, somos 12 partidos políticos, desde la UCD hasta el Socialismo o el GEN, pasando por el PRO. El diálogo es posible en la Argentina y es lo que tiene que venir y es lo que nosotros queremos proponer, pero con mucha sensatez y autoridad para llevar adelante los cambios que necesitamos.

TV / EM

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