La policía informó este martes, al presentar avances de la investigación sobre el ataque del 14 de diciembre, que los autores del tiroteo que dejó 15 muertos en la playa de Bondi, Australia, actuaron en solitario y no formaron parte de una célula terrorista más amplia. Según las autoridades, los acusados son Sajid Akram y su hijo Naveed.
La fuerza indicó que el ataque estuvo inspirado en la ideología del grupo yihadista Estado Islámico, pero afirmó que no hay elementos que apunten a la participación de una organización terrorista más extensa ni de terceros que hubieran coordinado o dirigido la acción.
“Estos individuos habrían actuado solos”, declaró a periodistas la comisaria de la Policía Federal Australiana, Krissy Barrett. La funcionaria añadió que la investigación no halló pruebas que vinculen a los sospechosos con una red terrorista organizada.
“No hay evidencia que sugiera que estos supuestos atacantes fueran parte de una célula terrorista más amplia, o que hubieran sido instruidos por otros a realizar el ataque”, agregó Barrett.
Uno de los aspectos que investigan es el viaje que padre e hijo hicieron al sur de Filipinas en las semanas previas al tiroteo, un desplazamiento que despertó sospechas por los antecedentes de insurgencia islamista en la zona.
Según la policía, ambos viajaron a Davao, en la isla filipina de Mindanao. Barrett indicó que la investigación sigue abierta para determinar los motivos del viaje y su eventual relación con el ataque en Australia.
“Quiero dejarlo claro, no estoy sugiriendo que ellos fueron allí por turismo”, afirmó la comisaria.
La policía informó que imágenes de seguridad muestran que los hombres rara vez salieron del hotel durante su estadía en Filipinas, un elemento que integra el análisis de los investigadores.
Las autoridades sostienen además que el ataque fue planeado durante varios meses. En ese contexto, la policía difundió fotografías que muestran a los acusados practicando con escopetas en zonas rurales de Australia; ese material, dijeron, forma parte de la investigación en curso.
La policía considera que la planificación del ataque fue meticulosa y prolongada, aunque reiteró que hasta ahora no hay indicios de apoyo logístico ni de instrucciones externas.
Sajid Akram, de 50 años y nacionalidad india, murió durante el ataque tras recibir disparos de la policía, informó la fuerza de seguridad. Su hijo Naveed, de 24 años y nacionalidad australiana, permanece detenido y enfrenta cargos por 15 asesinatos, además de otros cargos, según la información oficial difundida este martes.
La Policía Federal Australiana indicó que la investigación sigue abierta y que se analizan todos los elementos reunidos para esclarecer plenamente los hechos.
Las familias de las víctimas de la reciente masacre en Sídney contra un festival judío publicaron el lunes una carta abierta en la que reclaman mayor acción federal para investigar el aumento del antisemitismo y las deficiencias de seguridad detrás del peor tiroteo masivo en Australia en tres décadas.
En una carta al primer ministro Anthony Albanese, 17 familias de muertos y heridos solicitaron una investigación federal —una comisión real— para indagar el aumento del antisemitismo en Australia desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en 2023, y las fallas resultantes de las agencias de seguridad.
Las comisiones reales son la forma más exhaustiva de investigación pública en Australia, y los testigos que retengan deliberadamente pruebas pueden ser encarcelados.
“Necesitamos saber por qué se ignoraron señales de advertencia claras, cómo se permitió que el odio antisemita y el extremismo islámico crecieran peligrosamente sin control, y qué cambios deben hacerse para proteger a todos los australianos en el futuro”, decía la misiva.
Sin embargo, Albanese siguió resistiéndose a las solicitudes de las familias, líderes judíos y legisladores opositores para crear una comisión real, argumentando que tomaría años obtener respuestas.
En su lugar, anunció los términos de una investigación a cargo del burócrata retirado Dennis Richardson, la cual examinaría posibles fallas en los procedimientos y leyes que derivaron en el tiroteo. Esa investigación presentará su informe en abril del próximo año.
En su carta, las familias sostienen que una investigación estatal no basta. “El aumento del antisemitismo en Australia va mucho más allá de la jurisdicción de un estado. Es una crisis nacional que exige una respuesta contundente”, manifestaron las familias.
(Con información de AFP y AP)
