Días atrás, se dio a conocer que la corredora rosarina de granos Grassi SA mantiene conversaciones preliminares con Cargill, una de las principales agroexportadoras a nivel mundial, para establecer un acuerdo comercial, en caso de que su propuesta para adquirir el control de la cerealera concursada sea aceptada por la Justicia. Ante esta novedad, los Acreedores Granarios de Vicentin expresaron con “orgullo” los avances de esta “salida inédita en la historia concursal argentina”.
En un comunicado, recordaron que en junio de 2020, más de 70 empresas del sector productivo conformaron este fideicomiso y, desde entonces, han “transitado un largo y complejo camino”.
“Casi seis años de lucha constante en busca de una solución justa y sostenible para todos los acreedores de Vicentin. Hoy, podemos afirmar con satisfacción que se ha abierto el camino que mejor resguarda los intereses de quienes confiamos y contribuimos al crecimiento del sector agroindustrial argentino”, enfatizaron.
El fideicomiso manifestó hoy que “el proceso de cramdown entra en su etapa final, a pesar de las reiteradas declaraciones de algunos actores que han priorizado sus propios intereses sobre los acreedores y la compañía”, según Marcelo Manera – LA NACION.
El 10 de septiembre, Cargill Argentina confirmó a LA NACION avances en las negociaciones preliminares con la corredora de granos “con el objetivo de explorar un posible acuerdo comercial enfocado en actividades de molienda y comercialización de subproductos”.
”Estas conversaciones son estrictamente comerciales y no implican ningún tipo de asociación, sociedad ni participación accionaria entre las partes”, aclararon.
Por lo tanto, el fideicomiso reiteró hoy que “el proceso de cramdown entra en su etapa final, a pesar de las reiteradas declaraciones de algunos actores que priorizaron sus propios intereses sobre los acreedores y la compañía, intentando imponer una salida contraria a la continuidad de la empresa y a la preservación del empleo”.
Desde el inicio, Grassi ha llevado a cabo una batalla judicial contra Vicentin, que, tras múltiples idas y vueltas, logró cerrar un acuerdo con acreedores para buscar salir de su concurso de acreedores. Sin embargo, Grassi, a través de Commodities SA, se mostró en desacuerdo con ciertos puntos y decidió continuar la disputa en los tribunales.
El caso llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que finalmente rechazó homologar el concurso de acreedores. Esta decisión permitió la apertura del cramdown, un mecanismo que permite que un tercero presente una oferta y, eventualmente, se haga con el control de la compañía.
Efectivamente, la corredora rosarina es uno de los grupos habilitados por el juez Fabián Lorenzini, encargado del concurso, para competir en el cramdown. Los demás son Bunge Argentina, la Unión Agrícola de Avellaneda y la sociedad constituida por Louis Dreyfus Company (LDC) y Molinos Agro, del grupo Pérez Companc. Cada uno de los oferentes ha depositado 1100 millones de pesos como garantía para participar, de los cuales el 25% se destinará a gastos judiciales y el 75% será reintegrado a los que no resulten adjudicatarios.
“Hoy en día, son cuatro los grupos oferentes que competirán de manera transparente por el apoyo de los acreedores. Esta etapa reafirma lo que siempre hemos sostenido: existía un futuro posible y valía la pena apostar por la continuidad de la empresa, en beneficio de los acreedores, sus trabajadores y toda la cadena agroexportadora argentina”, remarcaron en el comunicado.
“Han sido casi seis años de esfuerzo, gestiones y perseverancia. Hoy, podemos afirmar que valió la pena. Estamos convencidos de que este paso marca una diferencia sustancial: por primera vez en la historia de los procesos concursales en Argentina, los acreedores granarios tenemos la oportunidad de construir un desenlace distinto, sin desguaces ni maniobras que solo beneficien a unos pocos, sino con un horizonte que priorice el interés colectivo y el futuro del país”, precisaron.
En este contexto, el Fideicomiso Acreedores Granarios de Vicentin destacó “con orgullo” que respaldará y acompañará la propuesta en cuya elaboración participó activamente. La iniciativa que impulsará Grassi SA, enfatizaron, demuestra un compromiso real por mantener en funcionamiento la compañía, resguardar los puestos de trabajo y garantizar la recuperación total de la deuda acumulada desde 2019, bajo condiciones “justas y transparentes”.
