
En tan solo cuatro años, el programa Sembrá Evolución ha logrado un notable arraigo en el sector agropecuario argentino. Más de 20.000 productores ya se han sumado, y más de 3,8 millones de hectáreas han sido sembradas con soja bajo su sistema. Este año, además, se han añadido dos nuevos cultivos fundamentales en la cadena industrial: la cebada cervecera y el algodón.
“Este año no queremos iniciar con expectativas, sino con resultados. Y la verdad es que los resultados de la campaña 2024/25 son alentadores, no solo para la industria, sino también para nuevos actores como los sectores del algodón y la cebada cervecera”, afirmó Patricio Munilla, gerente de marca de GDM, durante la presentación oficial del avance del programa en la segunda jornada del XXXIII Congreso Aapresid.
Uno de los datos más importantes es que el 42% de la superficie sembrada con soja en la última campaña se realizó con reconocimiento de la propiedad intelectual. “No se habían alcanzado estos niveles desde la campaña 2018. El 24% se atribuye a semillas fiscalizadas, lo que demuestra un esfuerzo concreto por transformar el marco de negocios”, detalló Munilla.
Patricio Munilla, gerente de marca de GDM junto a Alejandro Fried, director de Gensus SA
El avance también se observa en el trigo: por ejemplo, GDM ya cuenta con tres variedades que se comercializan dentro del sistema, y más del 30% de las ventas de semillas fiscalizadas corresponden a variedades de Sembrá Evolución. “Estimamos que el año que viene este porcentaje superará el 60%. Esta transformación comienza a alinearse a nivel industrial y de cultivo”, sostuvo.
Munilla enfatizó el papel del productor: “Nuestra única preocupación es un único eslabón de la cadena: el productor. Y hacia ahí apuntamos con Sembrá Evolución desde su inicio: cómo hacer el negocio más atractivo y más simple para el productor”.
Detrás de esta premisa, explicó, se generan inversiones en mejoramiento genético, biotecnología, clasificación de semillas, tratamiento profesional y posicionamiento específico de productos. “Cuando la meta es clara y los números respaldan, el sistema desafía a toda la cadena. Si hay negocio, habrá más competencia. El único que realmente se beneficia es el productor. Y al ganar el productor, gana Argentina con más dólares, mayor productividad y competitividad”.
Juan Francisco Guiroy, coordinador del negocio de semillas en la Argentina de Cervecería y Maltería Quilmes
En este contexto, Juan Francisco Guiroy, coordinador del negocio de semillas en Cervecería y Maltería Quilmes, explicó por qué se sumaron al sistema con la cebada cervecera: “Rápidamente nos dimos cuenta de que era un sistema maduro para nosotros. La protección de la propiedad intelectual está garantizada y proyectamos un nuevo modelo de negocio en nuestra cadena de abastecimiento”.
Según Guiroy, el productor que antes veía como un costo la obligatoriedad de retirar semillas, ahora puede encontrar beneficios concretos. “Hoy esto puede representar 200 dólares por tonelada de semilla, y con Sembrá Evolución ese costo puede reducirse a 100 dólares. Es una ventaja significativa para el productor”, señaló.
“En esta campaña lanzamos una nueva variedad de cebada llamada Maltia, que ya se ha incorporado al sistema de Sembrá Evolución. Sembramos aproximadamente 300.000 hectáreas para nuestras malterías, de un total de un millón de hectáreas de cebada producidas en Argentina. Este año, entre 12.000 y 13.000 hectáreas fueron sembradas con esta nueva variedad”, agregó.
Alejandro Fried, director de Gensus SA
En este nuevo contexto, el representante de Quilmes afirmó: “La adopción del sistema por parte de los comercios y de los productores fue muy sencilla. Quizás ya lo conocían por lo que sucedió con el trigo, que siguió un camino similar, así que su ingreso fue muy natural. Cuando se le explica al productor que esto, en un futuro cercano, puede traducirse en un sobreprecio o un acuerdo más beneficioso, rápidamente lo consideran una ventaja”.
Respecto al mediano plazo, adelantó: “El año próximo lanzaremos otra variedad comercial que también formará parte del sistema Sembrá Evolución. Creemos que de aquí en adelante todo lo que hagamos seguirá este camino. La perspectiva más interesante es que esto podría significar un cambio de paradigma en nuestro modelo de originación, que ha funcionado bajo el mismo esquema durante 30 años”.
“La cláusula de obligatoriedad de retiro de semillas por parte del productor podría comenzar a transformarse, lo que implicaría una reducción de costos tanto para el productor como para toda la cadena. Todo esto lo pensamos porque rápidamente comprendimos que el sistema está maduro. La protección de la propiedad intelectual está asegurada, y eso nos permite proyectar una evolución en nuestro modelo de abastecimiento”, aseguró.
Por su parte, Alejandro Fried, director de Gensus SA, relató la experiencia con el algodón: “El algodón ha estado muy desmejorado. Han pasado diez años sin nuevos eventos y casi quince sin nuevas variedades. Lo que hicimos fue prometer a la cadena: devolver el reconocimiento a la propiedad intelectual”.
Fried explicó que el algodón se cultiva mayormente en Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Salta, Córdoba y San Luis, con 1200 productores, 600.000 hectáreas y una alta concentración: el 80% de la superficie la cultivan apenas 200 productores. “En su momento, solo el 12% de las semillas cobraba regalía o era fiscalizada. Desarrollamos un sistema similar a Sembrá Evolución, en convenio con ASA, la Bolsa de Cereales y el INASE, tomando como antecedente Bolsa Tech y trabajando en una herramienta que luego se conoció como ‘semilla segura’. Luego, lanzamos junto con INTA tres variedades en 2018-2019, y con los productores lo hicimos a través de un acuerdo marco”.
A partir de acuerdos individuales con productores, lograron avanzar en el reconocimiento del valor de la semilla. “Visitar a 1200 productores no es una tarea tan complicada. El sistema funciona y los beneficios son evidentes”, afirmó.
A pesar de que es un sistema que opera con éxito, el ejecutivo compartió los motivos que llevaron a su empresa a unirse al programa: “Formamos parte de la industria y el productor es uno solo, independientemente de si siembra soja o algodón”.
Munilla concluyó con un llamado al trabajo conjunto: “Sembrá Evolución siempre ha estado abierto al diálogo. Bienvenida toda persona que desee participar desde una perspectiva constructiva. Existen muchos cultivos que aún pueden sumarse”.
Y destacó que el enfoque ya no se centra en la Ley de Semillas, sino en el fortalecimiento de un sistema de mejoramiento genético entre privados: “Los números hablan por sí solos. El tiempo demostrará los beneficios para toda la cadena”.