Miércoles, 5 de noviembre de 2025   |   Nacionales

Marcos Torres celebra cuatro bancas ganadas y exige autocrítica en el PJ cordobés

El intendente de Alta Gracia incluye como una victoria del PJ la renovación de Natalia De La Sota. También admite que la necesidad de cambios urgentes en la administración de Llaryora si quiere conservar el poder en 2027.
Marcos Torres celebra cuatro bancas ganadas y exige autocrítica en el PJ cordobés

Los peronistas se caracterizan por encontrar siempre el “lado positivo” de los resultados. Ganen o pierdan, siempre existe una lectura favorable. Las elecciones del pasado 26 no fueron la excepción. Marcos Torres sorprendió a todos y celebró las “4 bancas conseguidas por el peronismo de Córdoba”.

Con un tono abiertamente optimista, el intendente de Alta Gracia aseguró que, pese a los desafíos, la fuerza provincial logró ampliar los dos escaños y garantizar cuatro bancas en el Congreso Nacional. “Metimos cuatro diputados”, aseguró en los micrófonos de radio Punto a Punto.

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“Yo hoy decía, sin darnos cuenta metimos cuatro diputados”, expresó en la entrevista en AfterOffice. Pese a que se le explicó que Provincias Unidas, el sello del gobernador, logró que ingresaran Juan Schiaretti, Carolina Basualdo y Miguel Siciliano, la cuenta se completaba con una figura que generó polémica: Natalia de la Sota.

Ante la repregunta de si De la Sota era de la fuerza, el intendente Torres aclaró que, si bien “hace 3, 4 años estaba dentro”, el objetivo era claro y se cumplió: “queríamos meter cuatro de Provincias Unidas, pero siempre hay que hay que mirar el vaso medio lleno”.

El intendente también analizó el impacto de la llamada “ola violeta” en la oposición y sostuvo que el movimiento libertario “lo único que causó es que dejó náufragos juntos por el cambio, que son los que quedaron totalmente eh que no tienen prácticamente representación”.

La necesidad de renovar el “cordobesismo”

El segundo eje de la autocrítica se centró en la necesidad de que el gobierno de Martín Llaryora muestre cambios concretos y deje de depender de los logros históricos del peronismo provincial. Torres fue enfático al señalar que el “voto es inteligente” y “cambiante”.

A título personal, Torres manifestó su convicción de que “hay que escuchar a las urnas”, pues existe una nueva generación que exige “otro tipo de reacción” y que obliga a “modernizar las formas de llegarle a a los vecinos”.

Marcos Torres junto a Llaryora

El intendente resaltó la relevancia de la gestión municipal como el eslabón “donde llegan todos los reclamos”, y se preguntó si el votante aún valora realmente las obras de agua, las contenciones a merenderos y familias vulnerables, o la ayuda a los clubes.

Sin embargo, el punto más alto de su análisis llegó al reclamar una renovación total del discurso oficialista, al sostener que las históricas políticas de Estado ya no alcanzan para movilizar a un electorado cordobés “exigente”: “Lo digo y va a ser polémico. Ya no podemos seguir vendiendo el PPP y el boleto estudiantil. ¿Y ahora qué? A ver, achicame algo de la estructura ¿Qué viene nuevo? ¿Qué va para adelante?”.

Torres sugirió la necesidad de “achicar el Estado” y revisar la estructura de ministerios y agencias.

El dirigente concluyó que la tarea del peronismo es “escuchar a la gente, escuchar la sociedad, seguir gobernando con un estado presente”, pero siempre con la convicción de agiornarse. Esta necesidad de cambio se percibe como vital, ya que el resultado electoral no implica necesariamente que el modelo ganador sea “exitoso”.

El mensaje es claro: si el oficialismo provincial no escucha al voto “muy pensado” e “inteligente” de Córdoba, lógicamente enfrentará consecuencias.

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